La Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI), elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) como parte de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), reveló que en 2024 los ingresos laborales promedio en Chile alcanzaron los $897.019 netos mensuales, es decir, el ingreso bruto menos los descuentos legales, lo que significa que siete de cada diez personas percibieron montos iguales o inferiores a esa cifra. En tanto, el ingreso mediano, que corresponde al que recibe una persona representativa de la mitad de la población, llegó a $611.162, lo que implica que el 50 % de quienes trabajaron en el país obtuvo ingresos menores o iguales a ese monto.La encuesta también evidenció una marcada brecha de género. Los ingresos medio y mediano de los hombres fueron de $1.001.510 y $698.255, respectivamente, mientras que en las mujeres alcanzaron $756.715 y $555.362.
Yamil Tala, investigador de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, advirtió que gran parte de la diferencia salarial no se explica solo por remuneraciones distintas para un mismo cargo, sino también por factores como la carga de cuidado, interrupciones prolongadas en la carrera laboral y mayor presencia femenina en empleos de media jornada o informales. Tala sostuvo que la experiencia de países de la OCDE demuestra que esta brecha puede reducirse con políticas que fomenten la participación femenina en el mercado laboral.
Mencionó como ejemplo el cuidado infantil accesible y flexible, y citó los casos de Países Bajos, Australia y Canadá, donde un sistema mixto de subsidios a familia.
El investigador también destacó que en países nórdicos y en Alemania se han implementado permisos parentales que reservan una parte para el padre con alta tasa de reemplazo salarial, lo que ha incentivado su uso y reducido el tiempo que las mujeres permanecen fuera del mercado laboral tras la maternidad.