La hipertensión y la diabetes son algunas de las enfermedades no transmisibles que, con los años, han aumentado su incidencia en Chile. De la mano del rápido envejecimiento, el país registra una alta carga de patologías crónicas.
Por lo mismo, el denominado gasto de bolsillo en medicamentos, es decir, lo que destinan las personas y familias en remedios, es elevado. Y este tema analizó un reciente informe del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, que indica que las personas estarían dispuestas a pagar por un seguro adicional para cubrir ese gasto.
El estudio apunta a que, por ejemplo, los datos de la OCDE “muestran que en el sistema de salud chileno el gasto de bolsillo en salud (medicamentos, consultas, exámenes, por ejemplo) aún es muy alto, un 29,7% (del ingreso de los hogares). Porcentaje muy superior al 18% promedio de los países OCDE”.
El efecto del envejecimiento
“A medida que avanza la edad, aumentan las enfermedades crónicas y las condiciones de salud que requieren tratamiento farmacológico permanente. En la población mayor, más de la mitad presenta hipertensión, una proporción significativa vive con diabetes y se observa además una alta prevalencia de enfermedades respiratorias, digestivas, incontinencia urinaria”, dice Yamil Tala, investigador del Centro de Conocimiento e Investigación en Personas Mayores (Cipem) UDD-Los Héroes.
Argumenta que lo anterior “implica una mayor necesidad de medicamentos para el manejo del dolor, la movilidad, el control de síntomas y el tratamiento de condiciones asociadas”.
