Respaldado por los datos del Censo 2024, el nuevo análisis muestra que solo el 56,6% de las mujeres entre 15 y 49 años tiene hijos.
Un nuevo informe publicado por el Centro de Conocimiento e Investigación en Personas Mayores, CIPEM (UDD – Los Héroes), evidencia una fuerte tendencia a la postergación de la maternidad en nuestro país. Los datos muestran que actualmente solo el 56,6% de las mujeres entre 15 y 49 años tiene al menos un hijo, lo que representa una baja de 9 puntos porcentuales en comparación con el censo anterior. Las cifras evidencian una marcada transformación demográfica y cultural en torno a la maternidad en Chile.
“Estamos observando un cambio estructural en las decisiones reproductivas de las mujeres, en línea con procesos de modernización social y económica. La maternidad ya no es una etapa asumida tempranamente ni de forma automática”, explica Yamil Tala, investigador de CIPEM.
La Región Metropolitana muestra la menor proporción de mujeres con hijos (53,5%), mientras que la Región de Atacama lidera con un 62,5%. A nivel comunal, las diferencias son aún más marcadas: solo un 31,5% de las mujeres en Providencia tiene hijos, en contraste con el 81,8% en la comuna de General Lagos, en la Región de Arica y Parinacota.
Uno de los hallazgos más llamativos es la drástica caída en la maternidad adolescente. En el grupo de mujeres entre 15 y 19 años, la proporción con al menos un hijo pasó de 15,3% en 2002 a apenas 2% en 2024, lo que representa una reducción del 87%.
“El retraso en la maternidad está relacionado con múltiples factores. La búsqueda de estudios superiores, la inserción laboral, los altos costos de la vida y la falta de corresponsabilidad en la crianza son elementos clave. A esto se suman cambios culturales y un mayor acceso a anticonceptivos, lo que permite una planificación más precisa de la maternidad”, agrega Tala.
El informe también destaca que la maternidad se mantiene estable en los grupos sobre los 40 años, lo que confirma que el fenómeno no implica únicamente un retraso, sino también una reducción en la proporción de mujeres que decide tener hijos.
Desde CIPEM enfatizan que estas transformaciones deben ser consideradas en el diseño de políticas públicas, especialmente en lo referido a apoyo a la parentalidad, acceso a cuidados y conciliación trabajo-familia.
“Comprender estos cambios no solo es clave para entender nuestra evolución demográfica, sino también para ajustar las políticas sociales y laborales a las nuevas realidades de las familias chilenas”, concluye Tala.