Señor Director:
Las personas mayores de sectores socioeconómicos bajos gastan cerca del 40% de su presupuesto mensual en su alimentación, de acuerdo con datos recientes de la Encuesta de Presupuestos Familiares. En contraste, en los hogares de mayores ingresos, este gasto representa menos del 20%. Esta brecha no solo refleja una diferencia económica, sino también una variación en el acceso a una alimentación diversa, equilibrada y adecuada para la etapa de la vejez.
Quienes cuentan con mayores ingresos destinan proporcionalmente menos a lo básico y pueden incorporar alimentos con mayor valor nutricional o más fáciles de preparar. Por el contrario, quienes viven con ingresos más bajos siguen concentrando su gasto en categorías esenciales como cereales y legumbres, lo que limita sus posibilidades de una dieta variada.
Envejecer bien también implica poder alimentarse de forma adecuada. Esta información debiera ser una señal de alerta para las políticas públicas en materia de apoyo nutricional a las personas mayores más vulnerables. El acceso a un menú nutritivo es la base de una vejez saludable.
Yamil Tala
Investigador CIPEM (UDD-Los Héroes)