(…) Para el decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, este tipo de situaciones “se presta para insinuaciones y malos entendidos que pueden afectar el buen funcionamiento del Gobierno”.
Por eso, cree que debieran ser transparentes y comunicadas a la autoridad correspondiente. Recuerda que hoy existen normas para regular las relaciones de parentesco, las que se justifican, entre otras razones, por el compromiso afectivo y emocional que involucran. “Ese sólo acto alerta a las partes involucradas y al superior, en este caso al Ejecutivo, sobre los riesgos eventuales que podrían suscitarse”, añade.
Pero, para Guzmán, “ya tenemos demasiadas normas” y no todo debe ser formulado a través de nuevas leyes o agregados a las que existen. De ahí que lo que importa, según lo percibe, es “el compromiso” de la autoridad y los involucrados en transparentar la situación, en razón de los costos políticos e, incluso, personales que podría acarrear, ya que en el ejercicio de la política “sí se pierde todo aquello que incumbe a la gestión de gobernar, ya sea porque genera riesgos, tales como credibilidad política u otros que concretamente pueden derivar en situaciones más complejas”.