De acuerdo al último informe de CIPEM (Los Héroes-UDD), del 40% de adultos mayores que han tenido sexo en el último año, el 25% de ellos tuvieron más de 5 relaciones sexuales mensualmente, mostrando la importancia que significa la sexualidad dentro del bienestar en la tercera edad.
Un 63,5% de las personas mayores está muy de acuerdo o de acuerdo con la afirmación de que mantener relaciones sexuales regularmente es necesario para el bienestar personal, según revela el último informe de CIPEM (Los Héroes- UDD) el cual hizo un análisis de la sexualidad en las personas mayores en base a los últimos datos otorgados por la Encuesta Nacional de Salud, Sexualidad y Género (ENSSEX) 2022-2023 la cual busca comprender mejor la salud sexual y el bienestar de las mayores de 18 años.
“La vida sexual en la tercera edad es un aspecto relevante del bienestar general debido a sus múltiples beneficios físicos y emocionales. Mantener una vida sexual activa puede mejorar la salud cardiovascular, reducir el estrés, aumentar la autoestima y fortalecer las relaciones de pareja. Además, la intimidad y la conexión emocional que se experimentan durante las relaciones sexuales son esenciales para una buena calidad de vida y así lo perciben las personas mayores de 60 años en Chile”, comenta el investigador de CIPEM, Yamil Tala.
Es un tema el cual mucho no hablan, pero hay que mostrarles que deben hablar sin tapujos, comenta. En parte porque jamás lo hablaron ni en su infancia ni en su adolescencia. La gran mayoría no conversaba de estos temas en su casa, el 89,4% reporta que no era un tema de conversación en sus familias y solo el 11,6% reporta haber recibido educación sexual en la enseñanza básica.
Con respecto a la vida sexual actual, la encuesta pregunta sobre la última relación sexual. En el caso de los adultos mayores entre 60 y 79 años, el 28,3% ha tendido al menos una relación sexual durante el último mes y el 5,2% entre uno y tres meses. Para la población de 80 años y más esta cifra cae a 8,6% y 2,6% respectivamente
Inicio de vida sexual y educación
Es en estos temas donde hay mucha diferencia entre las generaciones, disminuyendo el inicio de edad sexual en los más jóvenes. En el grupo de 18 a 39 años, la edad promedio de inicio de la actividad sexual es de 19,1 años. Esta edad aumenta progresivamente en los grupos de edad mayores. Para el grupo de 40 a 59 años, la edad promedio de inicio se eleva ligeramente a 20.4 años.
La tendencia al alza continúa en el grupo de 60 a 79 años, donde la edad media de inicio es aún mayor, de 21,7 años. Finalmente, para los mayores de 80 años, la edad promedio de inicio de la actividad sexual es la más alta de todos los grupos, con 24 años.
En el caso de las personas mayores, se observan diferencias entre hombres y mujeres, los hombres mayores iniciaron sexualmente a los 21,4 años, mientras que las mujeres mayores a los 22 años.
Lo interesante es analizar que, si bien, entre los jóvenes la edad de inicio sexual es más tempranamente, con quién la realizan es con alguien con quien tienen una relación más estable. Al menos eso declaran. Específicamente, el 63,3% de los de 18 a 39 años reportan que su primera pareja sexual fue un pololo/a o novio/a. En tanto, el 56,1% de los de 60 a 79 años afirma lo mismo. Porcentaje que disminuye a 39,7% en los mayores de 80 años. Eso sí: un 33,5% de ellos menciona que su primera experiencia sexual fue con su esposo/a.
Parejas sexuales
Otra diferencia generacional son la cantidad de parejas sexuales. A mayor edad, menor cantidad de parejas. De acuerdo con el análisis de CIPEM, la mayoría de las personas de 80 años o más han tenido una única pareja sexual. Específicamente un 52,4% ha tenido una única pareja sexual a lo largo de su vida.
A medida que disminuye la edad, esto cambia, porque quienes tienen entre 60 a 79 años un 41,1% ha tenido entre 2 y 4 parejas sexuales en su vida. En el caso de una única pareja sexual en este rango es un 14,5% menor que los mayores de 80 años, específicamente un 37,9%. En el caso de quienes tienen entre 18 y 39 años un 40,7% ha tenido 5 o más parejas sexuales, y solo un 17,5% una única pareja.
“Esto se diferencia con las generaciones más jóvenes, donde la diversidad en el número de parejas sexuales tiende a ser mayor, reflejando un cambio en las normas sociales y sexuales a lo largo de las décadas”, agrega Tala.
Recomendaciones para el Fortalecimiento de la Salud Sexual de las Personas Mayores |
La salud sexual es un componente esencial del bienestar integral, y de igual manera importante para las personas mayores. A continuación, se ofrecen recomendaciones detalladas para que las políticas públicas apoyen de manera efectiva la salud sexual de las personas mayores, reconociendo su importancia para un envejecimiento saludable y activo: |
Educación y Sensibilización |
Programas de Educación Sexual: Desarrollar programas educativos específicos para personas mayores. Estos programas deberían proporcionar información clara sobre los cambios fisiológicos asociados al envejecimiento y prácticas seguras, adaptadas a sus necesidades. Campañas de Sensibilización: Realizar campañas de concienciación a nivel nacional para eliminar el estigma asociado a la sexualidad en la tercera edad y promover una imagen positiva y activa de la misma. |
Acceso a Servicios de Salud Sexual |
Servicios Especializados en Salud Sexual: Garantizar que los servicios de salud ofrezcan atención especializada en salud sexual para personas mayores, incluyendo acceso a profesionales con formación en gerontología y sexualidad. |
Capacitación Profesional en Salud |
Formación en Gerontología Sexual: Promover contenidos específicos sobre salud sexual en la vejez, asegurando una preparación adecuada de los profesionales de salud. Desarrollo de Empatía y Habilidades Comunicativas: Promover la formación en empatía y comunicación efectiva para profesionales de la salud, mejorando la calidad del diálogo sobre la sexualidad con los pacientes mayores. |
Creación de un Entorno Seguro y Libre de Discriminación |
Protección Contra la Discriminación: Elaborar y aplicar legislación que proteja a las personas mayores de la discriminación basada en edad o en su estado de salud sexual. Entornos Seguros: Asegurar que los entornos de cuidado para personas mayores, incluyendo residencias, respeten y promuevan la privacidad y la dignidad de los residentes en aspectos relacionados con su vida sexual. |