Aunque las tres regiones son las que a nivel nacional tienen mayor porcentaje de cobertura, son también los lugares donde más fallecidos ha habido durante el 2024.
Hasta el 27 de mayo la cobertura por influenza alcanzó el 65,8% a nivel nacional. Algunas de las regiones superaron con creces este promedio: Ñuble (79,27%), Maule (73,16%), O’Higgins (72,53%), Tarapacá (71,18%) y Biobío (70,57%).Sin embargo, a pesar de tener la mayor cobertura de vacunación, también resultan ser las regiones con mayor tasa de mortalidad por cada 100 mil habitantes. Ñuble, hasta el 16 de mayo, registra una tasa de 12,7 por 100 mil habitantes, seguido de O´Higgins con 11,9 y Maule con 11,6. Comparativamente con años anteriores, la tasa subió de forma significativa en las tres regiones ya que 2023 y 2022, tenían tasas que iban entre 7 y 9 por 100 mil habitantes.
“Estos datos muestran la importancia de que se haga un análisis en estas regiones para tener respuestas de por qué este virus está provocando que mueran personas que no son población de riesgo. Frente a esto urge tomar medidas para saber si estamos frente a un virus más nocivo que otros años y qué se hará frente a esto en estas tres regiones”, dice Paula Daza, Directora Ejecutiva de CIPS-UDD.
CIPS-UDD realizó un análisis de las defunciones por influenza y neumonía de los años 2018 hasta el 2024, utilizando cortes de la información al 16 de mayo según la última actualización DEIS para realizar comparaciones con temporalidad igualada. En ello se descubrió que existe una tendencia donde aumentan la cantidad de defunciones a lo largo de los años, con excepción del 2021 donde se registraron 788 fallecidos debido a la baja circulación de este virus. Luego entre el 2021 y 2022 aumentó en 89,2% la cantidad de fallecidos, mientras que entre 2022 y 2023 este aumento fue del 20,9%. Finalmente, al comparar el 16 de mayo del 2023 y la misma fecha del 2024, se registra una disminución en la cantidad de fallecidos del 5,7%.
Otro dato interesante a analizar es quiénes están falleciendo por grupos etarios. Hasta mediados de mayo de 2024, 9 de cada diez fallecidos tenía más de 60 años, tendencia que se repite en años anteriores. “En este grupo hay que potenciar la vacunación. En los mayores de 70, pero sobre todo en los mayores de 60 que, históricamente son quienes más cuesta que se vacunen porque tienen una vida muy activa entre trabajo y/o cuidado de personas mayores o menores de edad”, comenta Daza.
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