SEÑOR DIRECTOR:
En 2023, Chile tuvo la tasa de natalidad más baja en una década. Un fenómeno influido por el cambio en las prioridades personales; el aumento de la participación laboral femenina; el alto costo de vida, y la falta de políticas de apoyo para el cuidado infantil. Este hecho plantea desafíos para las políticas públicas, que deben evolucionar para brindar un equilibrio entre la vida laboral y personal.
Países como Japón y Corea del Sur enfrentan retos similares, adoptando políticas como la ampliación del postnatal para ambos padres. Esta, como otras medidas, deben analizarse frente a este escenario que continuará su tendencia a la baja.
Se requieren políticas públicas cuyo objetivo sea brindar apoyo a las familias en su decisión de tener hijos y que fomente un cambio cultural donde exista concientización en la distribución equitativa de responsabilidades domésticas y de cuidado. Además, la baja natalidad implica un envejecimiento poblacional. Se proyecta que para 2050, un tercio de la población chilena serán personas mayores (CIPEM UDD-Los Héroes). Este hito en la baja de la natalidad no es solo un dato de la causa; es una señal de la necesidad urgente de una adaptación proactiva de las políticas públicas.
Yamil Tala
Investigador CIPEM (Facultad de Gobierno UDD–Caja Los Héroes)
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