Un nuevo informe de CIPS-UDD indagó en los 17 tipo de cáncer que están dentro del GES y en las prestaciones atrasadas. Entre marzo y abril el aumento de este tipo de retrasos de estas garantías aumentó en 11,17%. En tanto, la lista de espera el cáncer cervicouterino aumentó de 3.970 a 5.379 prestaciones.
El Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS UDD) lleva más de un año analizando los retrasos de Ges vinculados a cáncer, enfermedad que, desde 2019, es la primera causa de muerte en Chile. “Es lamentable decir que los retrasos GES en Cáncer siguen aumentando”, dice Paula Daza, Directora Ejecutiva de CIPS-UDD. Uno de los hallazgos es que sólo entre marzo y abril de 2023 aumentaron en 11,17% las prestaciones GES retrasadas relacionadas a cáncer (14.191 en marzo a 15.776 en abril).
Dentro de los 17 tipos de cáncer que están cubiertos por GES es el cáncer cervicouterino el que presentó un alza significativa de 35% entre marzo y abril (3.970 a 5.379). Esto lo convierte, a su vez, en el tipo de cáncer con más retrasos representando el 34% de todos los retrasos GES por Cáncer del primer cuatrimestre, que son 15.776 en total.
“En promedio son 63 días de retraso en lo que llevamos en 2023 en prestaciones por esta enfermedad. Este tiempo vale oro, sobre todo en la etapa de diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, en el mismo informe de Redes Asistenciales, se observa que la cuarta enfermedad en general (no solo cáncer) con mayor cantidad de retrasos de este cuatrimestre es cáncer cervicouterino, (todos los retrasos son 62.713)”.
De los más de 5.300 retrasos de prestaciones de cáncer cervicouterino, 299 de ellas llevan más de 180 días y menos de un año de atraso; hay 180 retrasos que llevan más de un año y 628 llevan entre tres meses a seis meses de retraso. “Sin duda que esperar tanto para esta enfermedad afecta al paciente. Este cáncer, que es la sexta causa de muertes en mujeres, es un cáncer que se puede manejar bien si se diagnostica a tiempo. Hay más de una forma de diagnosticarlo y las mujeres no están acudiendo a hacerlo. Lo anterior supone un problema de salud pública del que claramente no nos estamos haciendo cargo. Por eso desde CIPS-UDD recomendamos levantar la información de por qué las mujeres no se realizan sus exámenes preventivos y las barreras que tiene para no hacerlo porque puede haber factores de gestión, falta de personal, toma de horas del Cesfam, entre otras que pudiesen estar afectando el hacer el examen de Papanicolau (PAP) que permite tener un diagnóstico precoz de esta enfermedad”, concluye Daza.
Revisa el informe completo, aquí.