Actualmente, hay 716.900 personas morosas mayores de 60 años en Chile, un 196% más que lo registrado en 2013, de acuerdo al análisis de la evolución de los datos del Informe de Deuda Morosa realizado por Equifax y la Universidad San Sebastián, que este año cumple 10 años. En el primer trimestre de 2013 había 241.894 personas morosas mayores de 60 años, cuya deuda promedio era de $1.788.748. Hoy, este monto alcanza los $2.001.732, un 12% mayor (ver infografía).
Ignacio Bunster, gerente de Asuntos Corporativos de Equifax, explica que el segmento mayor de 70 años es el que ha tenido el crecimiento más pronunciado, con un incremento de 230%, al pasar de 76.568 personas a 252.383 en la última medición. Y a menor edad, el incremento de la morosidad se reduce de forma sostenida e incluso cae, como es el caso de las personas de entre 18 y 24 años en morosidad, donde el indicador se contrae un 16%, al pasar de 214.333 a 180.236.
“Al comparar la cantidad de morosos mayores con el resto de la población morosa, se observa que las personas de la tercera edad se han visto más afectadas, pues el alza de deudores de este segmento es más pronunciada, ya que mientras los deudores morosos totales se duplicaron en una década, los de la tercera edad casi se triplicaron”, destaca Bunster.
Mauricio Apablaza, director de Investigación de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo y director académico del Cipem (Conocimiento e Investigación en Personas Mayores), comenta que, en relación con la morosidad, hay varios elementos que resultan preocupantes. “La lenta recuperación del empleo pospandemia de este grupo, sumada a los recientes procesos inflacionarios y el aumento en el costo de vida, han limitado la capacidad de cumplir con sus compromisos financieros, resultando en una mayor morosidad”, dice.
Adicionalmente, pese a que los niveles de educación financiera son bajos para todos los segmentos de la sociedad, estos son aún más inquietantes para este grupo, explican los expertos. De hecho, un informe de Cipem-UDD previo a la pandemia ya daba luces de este panorama, donde uno de cada tres adultos mayores declara que sus ingresos eran insuficientes para cubrir sus necesidades básicas. “La proporción del gasto en salud de las personas mayores, sumada al incremento en el costo asociado a estos, especialmente medicamentos, es relevante para entender el fenómeno de morosidad”, agrega Apablaza.
Según las cifras del informe, durante la última década es el retail el que agrupa la mayor cantidad de personas mayores morosas publicadas, mientras que la banca concentra el mayor monto (47% y 57% respectivamente, a marzo de 2023). María Paz Carvajal, gerontóloga y directora de la consultora 60 y Más, explica que, a diferencia de otros grupos etarios, la mayoría de las personas mayores no tiene otras fuentes de financiamiento que no sea su pensión, la cual ya sabemos que resulta insuficiente para muchos.
“Y esto se agudiza cuando el mercado no ofrece muchas alternativas de financiamiento para las personas mayores, por lo que a veces solo les queda acceder a créditos con tasas de interés más altas, que son las que están disponibles para grupos de mayor riesgo”, destaca la ejecutiva.