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Estudio CICS demuestra capacidad de aprendizaje vocal en cetáceos

La publicación del Centro de Investigación en Complejidad Social (CICS) de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, profundiza en la capacidad de aprendizaje imitativo multimodal de los cetáceos como un mecanismo central en la adquisición y estabilidad temporal de las culturas grupales.

Multimodal imitative learning and synchrony in cetaceans: A model for speech and singing evolution es el título del nuevo paper publicado por el investigador del CICS UDD, Dr. José Francisco Zamorano Abramson, junto a los académicos Maëva Michon, M. Victoria Hernández y Francisco Aboitiz, que forma parte del proyecto Fondecyt de Iniciación N°11201224, el cual demuestra un aprendizaje imitativo multimodal y sincrónico en cetáceos, destacando de esta manera un modelo para la evolución del habla y el canto.

“La imitación multimodal de acciones, gestos y producción vocal es una característica distintiva de la evolución de la comunicación humana, ya que tanto el aprendizaje vocal como la imitación visual-gestual fueron factores cruciales que facilitaron la evolución del habla y el canto”, explica el investigador Dr. José Francisco Zamorano. “En este contexto, revisamos la evidencia de imitación multimodal en cetáceos, una de las pocas especies de mamíferos vivos que se ha informado que muestran aprendizaje imitativo multimodal además de los humanos, y su papel en la sociabilidad, la comunicación y las culturas grupales”, agrega.  

De esta manera, este estudio propone que la imitación multimodal de los cetáceos se adquirió en paralelo con la evolución y desarrollo de la sincronía conductual y la organización multimodal de la información sensoriomotora, respaldando el control motor volitivo de su sistema vocal y la integración audio-ecóica-visual de voces, postura corporal y movimiento.

“Actualmente podemos argumentar que los delfines y otros odontocetos poseen la capacidad de imitar las acciones y vocalizaciones de sus congéneres. En el caso de los humanos, las evidencias han demostrado que, en lugar de ser una habilidad exclusivamente innata, la capacidad de imitación se desarrolla durante la infancia y la niñez, respaldada por la maduración de las redes cerebrales sensoriomotoras y el aprendizaje asociativo de información multimodal de dominio general, ambos fomentados por interacciones socialmente gratificantes”, contextualiza Zamorano.

Asimismo agrega que “en consecuencia, estudios empíricos recientes y metaanálisis han desafiado esta ampliamente asumida idea de que la imitación es una habilidad innata que emerge independientemente de las contingencias ambientales, tanto en neonatos humanos como en primates no humanos, lo que indica que existen otros tipos de aprendizaje basado en recompensas como factores relevantes en el desarrollo del comportamiento social”, dando como ejemplo estudios empíricos recientes que ofrecen nuevos conocimientos desde su comprensión del habla como producto de la evolución y el desarrollo de una organización rítmica y multimodal de la información sensoriomotora, los que respaldan el control motor volitivo del tracto vocal superior y la integración audiovisual de voces y caras, proponiendo que la imitación humana se basa en asociaciones cruzadas de información sensoriomotora (es decir, asociaciones visuomotoras para la imitación facial y asociaciones audiomotoras para la imitación vocal), que se desarrollan junto con las interacciones sociales y la experiencia sensoriomotora durante la infancia y la niñez.

Bajo este contexto, el estudio desarrollado por Zamorano propone que una evolución convergente similar puede haber ocurrido en los cetáceos dentados. Su capacidad de imitación multimodal posiblemente se basa en asociaciones cruzadas de información sensoriomotora, es decir, asociaciones audiomotoras para la imitación vocal o asociaciones visuomotoras y visuoespaciales para la postura corporal y la imitación motora. “Dos capacidades podrían ser responsables de la aparición y/o mejora de estas asociaciones multimodales en los cetáceos, tanto en la evolución filogenética como en el desarrollo ontogenético: la ecolocación y la sincronía del comportamiento”, afirma el investigador del CICS.

“Por un lado, la ecolocación, al ser ella misma un sistema perceptual multimodal, facilitaría y mejoraría la transformación activa de la información acústica en representación visuoespacial. Y por otro lado, la experiencia vocal y sensoriomotora sincrónica durante los primeros años de las interacciones entre madre y cría y la sincronía vocal y motora en interacciones sociales afiliativas y cooperativas a lo largo de sus vidas facilitarían y mejorarían las habilidades imitativas tanto en los dominios acústico como cinestésico”, concluye.  

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