Medio: La Tercera
«Soy una persona de carne y hueso», dijo el presidente electo tras ser proclamado por el Tricel. Luego de sus llamados a «no idealizar» a nadie, en la última semana también ha remarcado que su plan de reformas se ceñirá a criterios de gradualidad, responsabilidad, diálogo y respeto institucional. En el equipo del mandatario electo están conscientes que después de los 4,6 millones de votos que obtuvo en el balotaje -lo que le dio una explosiva aura de popularidad-, las expectativas podrían convertirse en un “boomberang”.
El decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, cree que el «gran problema» es que las crisis se originan en el exceso de expectativas.
“Hay que tener mucho cuidado, en el mundo moderno es muy frágil la destrucción de imagen y de expectativas. El riesgo de eso es la frustración. El electorado contemporáneo es muy inmediatista, quiere soluciones ahora y rápido”.