“Al final los movimientos se transforman también en grupos de personas que se protegen mutuamente”.
Las secuelas del «Caso Rojas Vade» en la Convención Constitucional aún no terminan de visualizarse. A la crisis de credibilidad que ha provocado en la opinión pública, se suman ahora los efectos políticos al interior del organismo, cuya primera manifestación es la distancia que han tomado la presidenta de la Convención, Elisa Loncon, y el vicepresidente del organismo, Jaime Bassa.
Dos momentos, en las últimas 24 horas, lo dejan en evidencia:
1.- Luego que el convencional reconociera públicamente que no tenía cáncer (en una entrevista publicada ese domingo por La Tercera), la mesa de la Convención emitió a eso de las 17 horas una tibia declaración en la que lamentaba la situación, aceptaba la renuncia del convencional a la vicepresidencia adjunta y empatizaba “con el dolor ocasionado”.
2.- Ayer, temprano en la mañana, la presidenta Loncon dijo en entrevista en radio ADN que lo ocurrido era “de exclusiva responsabilidad personal, no de la Convención” y que la vicepresidencia vacante sería ocupada por Tania Madariaga (de la Lista del Pueblo). También planteó que el cargo de convencional no era renunciable y que el caso sería resuelto en la interna del organismo: “La convención va a saber salir de los problemas que tenemos”, dijo.
Rodrigo Arellano, Vicedecano de la Facultad de Gobierno UDD
Eugenio Guzmán, Decano de la Facultad de Gobierno UDD