«No tengo el estándar de Mandela para pedir que bajen las armas», dijo este domingo, la presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon, descartando de ese modo cumplir un rol en la solución del conflicto abierto en la macrozona sur, recalcando que su primer objetivo es conducir el camino hacia una nueva Constitución.
En una entrevista con El Mercurio, la autoridad señaló que «el Ministerio Público tiene que investigar, el Gobierno tiene que dar señales de participación», apuntando a la responsabilidad que tiene el Estado en este tema, lo cual a juicio de los expertos políticos consultados por Emol va en la línea correcta.
Por ejemplo, la socióloga y académica de la Universidad de Santiago, Lucia Dammert, comentó que “en la entrevista, Loncon lo que dice es que para los temas del sur existe por un lado el Ministerio Público, que significa que para los hechos criminales hay una investigación y existe una institucionalidad del Estado a cargo de eso”.
«Pero también deja en claro que el Gobierno tiene que aportar en la búsqueda de la paz social con menos militarización y una presencia ostensible de las policías y militares, que terminan generando ansiedad miedo eh la población. Me parece que es una respuesta bastante coherente con lo que ella puede decir», indicó.
Asimismo, sostuvo que «por otro lado, creo que llevar a que la presidenta de la Convención, que ha sido elegida como convencional para que ayude a la definición de la nueva Constitución, tenga opinión sobre casi todos y casi todos los temas y sea una opinión institucional me parece un error».
«Tengo la impresión de que la presidenta además estableciendo sus opiniones hablando como presidenta puede generar más ruido que certeza. En ese sentido, ella no se juega con una posición, más bien lo que dice es exactamente lo correcto, que el Estado de Chile tiene mecanismos para lidiar con ello», recalcó.
Una visión similar planteó el cientista político y profesor de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, quien recalcó que «en realidad, su rol es encabezar la Convención Constitucional más que intervenir en asuntos contingentes. Sin embargo, resulta inevitable que ella se refiera a este asunto».
«Probablemente, aún le falte cultivar un liderazgo nacional para ser escuchada con mayor fuerza, representando una autoridad no sólo a nivel de la Convención, sino que también con posibilidad de incidir en la resolución del conflicto en la Araucanía”, añadió.
En ese contexto, Morales apuntó que «la gran incógnita pasa por el real respeto que genera en comunidades renuentes a llegar a un acuerdo, incluyendo los grupos más violentos. Una cosa es que Loncon sea una autoridad reconocida, y otra muy distinta es su capacidad para congeniar posturas con los grupos más radicalizados».
«Si su afán es contribuir a resolver el conflicto, debe participar en calidad de mediadora, pero el gran obstáculo es que su mandato político es muy distinto. Ella es presidenta de la Convención, y esa es su labor central. Cualquier otra actividad deberá ser realizada al margen de esta función”, subrayó.
No obstante, reconoció que «aunque claro está que, al momento de discutir los asuntos constitucionales ligados a pueblos originarios, su rol podría ser clave. Puede que por ahí su incidencia sea mayor».
Mientras, el cientista político y docente de la Universidad del Desarrollo, Miguel Ángel Fernández, sostuvo que «un escenario en el cual Loncon tuviese un liderazgo para encontrar caminos de solución de la crisis en la zona macro sur es complejo por tres ámbitos».
«Primero, la organización política del pueblo mapuche no tiene una estructura que permita a un solo actor reclamar legitimidad. Segundo, su liderazgo viene desde su rol en la Convención lo cual, paradójicamente, no la pone en una posición de poder con los pueblos originarios sino más bien con la realidad nacional», advirtió.
Por último, mencionó que «por los discursos e intervenciones que ha dado la presidenta de la Convención es poco probable que estuviese realmente disponible para liderar un nuevo acuerdo sin que este conlleve una refundación, tal como ha declarado».
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