Hero Image

Noticias

Expertos electorales recomiendan a la derecha votar en la primaria de su pacto y no intervenir en la de Apruebo Dignidad

Joaquín Lavín (UDI) puso el tema sobre la mesa. En el debate electoral del lunes 12 de julio el exalcalde de Las Condes dijo en voz alta lo que circula en las redes. La idea de que algunos electores de la centroderecha voten por el frenteamplista Gabriel Boric para evitar el triunfo del candidato comunista Daniel Jadue. Sin embargo, expertos coinciden en que es una opción poco viable y que el sector debe concentrarse en convocar a sus electores.

“Votar por Boric para que no salga Jadue es el primer error que he escuchado, garrafal, propuesto por algunas personas. Va a ser un boomerang al final del día”, dijo en ocasión del debate el abanderado de Renovación Nacional Mario Desbordes sumándose así a la inquietud planteada por Lavín. 

Las elecciones primarias definirán al candidato presidencial de Chile Vamos y de Apruebo Dignidad. A pesar de que no son los únicos que competirán por el sillón de La Moneda en noviembre, quienes sean vencedores representarán al bloque político de la centroderecha y de la izquierda. En los comicios, quienes no sean militantes de un partido político obtendrán la papeleta con los seis candidatos y tendrán la libertad de votar por cualquiera de ellos. Ahí la preocupación de que un elector de la centroderecha cambie su voto. 

La opción incomoda a la coalición. Consideran que al otorgar más votos a la primaria de la izquierda, el hecho podría influir en la percepción de los electores en la primera vuelta presidencial. 

Especulación sin fundamento

Según cuatro analistas políticos, la iniciativa que comenzó a difundirse entre algunos partidarios de la centroderecha no es consistente. Explican que la fórmula ya se ha aplicado en elecciones primarias pasadas sin mayor éxito, ni repercusión en los resultados. Además, advierten que el triunfo de Boric podría ser más perjudicial para el sector ya que podría convocar a la centroizquierda, espacio que no se daría con el Partido Comunista en la primera vuelta presidencial.

Para el analista político Tomás Duval, que algunos electores hayan pensado en votar por Boric “refleja la profundidad de la crisis por la que pasa la derecha, en el sentido de que pareciera no importarle la definición de su sector sino que, en un intento mágico, decidirá quién es el candidato de Apruebo Dignidad, cuando es evidente que no comparte ni 99% de sus propuestas. Solo es una especulación teórica, pero muy difícil de traducir en la realidad”.

“Las primarias son una forma para resolver las candidaturas de cada sector político y la sola pretensión de creer que la derecha va a definir las primarias de una coalición que ideológicamente está tan lejana, me parece una idea estrafalaria”, agrega Duval.

Coincide el académico de la Universidad de Talca Mauricio Morales, quien opina que una estrategia de este tipo no beneficia a la centroderecha. Asegura que al sector le conviene más que compita Jadue en primera vuelta y no Boric: “La razón es muy sencilla. Mientras más polarizada esté la elección y más vacío se encuentre el centro, mayores posibilidades tendrá Lavín para imponerse en una eventual segunda vuelta, precisamente por su mayor capacidad para conquistar electores de centro, remarcando el peligro que implicaría un gobierno del PC. En cambio, si avanza Boric, la situación es más difícil, pues Boric incluso podría cosechar apoyos desde partidos moderados y también avanzar hacia votantes de centro”.

Plantea Morales que “la derecha está tan desmejorada electoralmente, que no se puede dar el lujo de perder votantes para intervenir en una primaria ajena. Incluso, si el propósito fuera votar por Boric para evitar que salga Jadue, es la estrategia equivocada. El mejor rival para Lavín es Jadue, no Boric”.

El director de la Facultad de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno, se remonta a las experiencias políticas anteriores, para explicar por qué a los votantes de centroderecha no le conviene intervenir en la otra primaria. “No tenemos casos en la historia de las primarias chilenas de que eso opere, ni siquiera en una primaria que fue competitiva como la del año 1999, cuando compitió Ricardo Lagos con Andrés Zaldívar. Lagos tenía la posibilidad de ser candidato presidencial y se planteó, por parte de la derecha en ese entonces, ir a votar por Zaldívar para que Lagos no ganara la nominación de la Concertación. No resultó, Lagos ganó. No hay evidencia de que eso tenga algún tipo de efectividad. No está respaldado por datos, no ha ocurrido en las primarias que tenemos en Chile. En ese tiempo las primarias eran convencionales, no legales como las que tenemos hoy día”. 

En la misma línea, Moreno afirma que le es difícil pensar que un elector de derecha se levante el domingo para ir a votar por Boric. “No lo veo factible desde el punto de vista cultural, de la cultura política. No me parece que sea razonablemente posible”.

Mientras, el sociólogo y decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo (UDD), Eugenio Guzmán, asevera que de darse el caso de que haya votantes de derecha que marquen por un candidato de Apruebo Dignidad sería un grupo reducido: “Aún cuando hay personas de derecha que quieren ir a votar a esa primaria, yo creo que es poca. Por varios motivos, pero el principal es porque no creo que sean muchas las que tengan esas características, que hagan ese cálculo, es decir, personas de derecha que  vayan a la otra primaria dejando de ir a votar a una primaria donde hay candidatos de su sector. Distinto es el caso de personas de centroizquierda que hoy día se quedaron sin una primaria y que piensen que es importante votar por el candidato más cercano”. 

El termómetro para noviembre

La participación y movilización de electores es otro de los factores a considerar en las primarias. Raúl García, director del Servel, admitió el jueves que las estadísticas de participación en estos procesos “no son muy auspiciosas”. Por ejemplo, en las primarias de 2013 votó cerca del 22% del padrón y en las de 2017 entre 13% y 14%.

El padrón electoral total para los comicios es de 14.627.497 dentro de Chile y 65.936 en el extranjero, cifras inferiores al padrón del mes de mayo porque se deben descontar los electores que no pueden votar por ser militantes de partidos distintos a los que participan en las primarias.

En la elección de los convencionales constituyentes, realizada los días 15 y 16 de mayo, de los 14,9 millones de inscritos asistió a sufragar solo un 43,4% del padrón. Mientras que en el proceso más reciente, que fue la segunda vuelta para elegir a los gobernadores regionales, 13 millones de personas estaban habilitadas para votar, pero el 13 de junio solo acudió un 19,6% de electores. Es por ello que para los expertos, una de las mediciones de estos comicios será la capacidad de convocar. Asimismo, podrán redefinir las relaciones entre los pactos y el apoyo a los candidatos.

“La primaria en la derecha tiene impacto, primero, para saber su capacidad de movilización porque hasta el minuto viene de muy malas elecciones y con una tendencia a la baja en las votaciones, por lo tanto, hay algunas ideas que dicen que va a votar cerca de un millón de personas en la primaria de derecha. Yo diría que ojalá porque en la elección de constituyentes votó un millón 100, o sea están diciendo que va a ir la misma gente de los constituyentes a la primaria lo que es bien difícil. Lo primero es que van a definir a un candidato, lo segundo es que van a mostrar su capacidad de movilización frente a un competidor”, dice Tomás Duval sobre el reto que enfrenta la derecha en esta elección.  

Dentro del análisis, el académico Marco Moreno considera que las primarias tienen dos efectos que están más o menos estudiados. El primero se conoce como efecto divisivo, es decir, que a veces las primarias pueden generar divisiones en los pactos que son difíciles de recuperar.  “Lo que estamos viendo hoy día entre Boric y Jadue, donde Jadue está siendo especialmente duro y hay una sensación de guerra sucia, de campaña sucia como la ha llamado Jackson, podría ser que genere una división en ese pacto y el lunes no sea tan fácil recomponer las heridas y los apoyos dependiendo del que gane. Se produce este efecto divisivo en algunas elecciones de primarias”. 

El otro efecto se conoce como “el bono de primarias”. “Tiene que ver con que si hay una importante participación de gente que vaya a las primarias y el candidato que gane lo haga con un amplio porcentaje en cualquiera de los dos pactos, eso normalmente se expresa en un porcentaje que está garantizado para una primera vuelta. Podría tener un buen piso electoral, se estima un 5% de piso electoral si es que hay una buena participación y si es que el que gana lo hace de manera contundente“, concluye Moreno.

Versión original AQUÍ