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Puestos de trabajo para adultos mayores caen 4,4% en un año

Estudio realizado por el Programa de Conocimiento e Investigación en Personas Mayores (CIPEM)

La pandemia ha jugado un papel transformador desde todos los puntos de vista. Mientras algunos sectores se han visto favorecidos o han logrado adaptarse a la nueva forma de concebir la realidad, otros mercados han sido duramente golpeados, como el laboral y sobre todo el empleo. Y particularmente en Chile, el segmento de las personas mayores de 60 años.

Durante los últimos 12 meses, la fuerza de trabajo de adultos mayores disminuyó en un 3,5%, de acuerdo con el reciente informe «Personas Mayores y Mercado del Trabajo», del Cipem (Programa de Conocimiento e Investigación en Personas Mayores) de la Universidad del Desarrollo y Caja Los Héroes, elaborado sobre la base de cifras del INE correspondiente al trimestre móvil febrero-abril 2021 e igual lapso de 2020.

Asimismo, hay aproximadamente 43 mil séniors menos que se encuentran empleados, al observar el mismo período, lo que implica una caída de 4,4% anual de puestos de trabajo para este grupo.

El estudio también revela que 566 mil personas de 60 años y más tenían un empleo formal en 2020. Luego de un año, esa cantidad disminuyó en dos mil personas.

El impacto de las restricciones

Mauricio Apablaza, director de Investigación de la Facultad de Gobierno UDD e investigador Cipem, indica que incluso comparado con el mismo trimestre de 2019 (pre crisis social y sanitaria), los seniors experimentan la mayor reducción en la fuerza de trabajo y ocupación, seguidos de cerca por los de entre 15 y 29 años. Y es que en 2019 había alrededor de 1,13 millones de adultos mayores ocupados y en 2021, hay 927 mil. ‘La pandemia redujo la fuerza de trabajo especialmente de este segmento, debido a las restricciones para el desplazamiento y las normas de autocuidado de este subgrupo’, explica, y agrega también que comparativamente con el peor trimestre de la pandemia, la recuperación del empleo ha sido tardía para este grupo etario, debido al lento crecimiento de la fuerza laboral.

Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la UDP, coincide con Apablaza y confirma que este ha sido uno de los segmentos más afectados por los coletazos de la epidemia. ‘Por el lado de la oferta, muchos se han retirado de la fuerza laboral por razones asociadas al covid-19. Es decir, no han buscado empleo o no están disponibles para trabajar de inmediato por la pandemia, lo que reduce la oferta’, dice. Por otra parte, desde el lado de la demanda por trabajo, para los empleadores es más riesgoso contratar a esta población porque tiene mayor riesgo de enfermarse gravemente en caso de contagio, en comparación con las personas menores. ‘Todo ello influirá en que la recuperación del empleo sénior tardará bastante tiempo en recuperar sus niveles prepandemia’, afirma Bravo.

Por cuenta propia entre los más afectados

Al observar los datos, las caídas absolutas más fuertes se evidenciaron en los trabajos por cuenta propia y los asalariados del sector privado, que en conjunto representan más del 70% de la reducción de empleos de este subgrupo. Por actividad, Apablaza señala que en términos proporcionales, el personal de servicio doméstico cayó a la mitad entre 2019 y 2021.

De hecho, Bravo acota que si se analiza el peor momento de la pandemia (mayo-julio 2020) y se le compara con la situación prepandemia (diciembre 2019-febrero 2020), las mayores caídas de empleo para el segmento sénior se observan en el ítem ‘Hogares como empleadores’ (-52,1%), debido principalmente a la destrucción del empleo de servicio doméstico.

Otra de las actividades que se ha visto muy golpeada es el comercio, con aproximadamente 55 mil empleados mayores menos en el sector, ‘y con una variación de -25,4%, pasando de, aproximadamente, 218 mil personas en 2019 a 162 mil en 2021’, dice Apablaza.

Brecha regional: crece empleo senior en Antofagasta

Según el estudio del Cipem, en todas las regiones del país disminuyó la ocupación de los adultos mayores con excepción de Antofagasta, donde creció en 1,4 puntos porcentuales, pasando de 29,5% en febrero-abril de 2020 a 30,9% en el mismo período de 2021.

Para Juan Pedro Eberhard, investigador del Centro de Economía y Políticas Regional de la UAI, esto puede deberse a varias razones, siendo la más probable la relativamente mayor recuperación del empleo general en diversos sectores en esa zona, como construcción, alojamiento y servicios de comidas, agricultura, ganadería y pesca, y transportes y comunicaciones.

Por otro lado, existe una enorme brecha interregional en cuanto a una mejora de la ocupación: ‘La Araucanía, Ñuble y Valparaíso son las regiones con mayor rezago en la recuperación de empleos para el segmento mayor de 60 años, todos bajo el umbral del 70% de lo que tenían precovid’.

Todo lo anterior, explica, puede deberse a que tanto la gente que está recién entrando al mercado laboral (los más jóvenes) como los que tienen pocas posibilidades de ajustarse a las nuevas condiciones (los de mayor edad), son los que menos han logrado restablecer los niveles de ocupación previos a la crisis sanitaria.

‘Adicionalmente, las diferencias entre regiones indican que la composición sectorial puede estar jugando un rol en cómo se ha dado la recuperación. Y como los mayores de 60 también tienden a concentrarse en ciertas actividades, la diferencia entre los sectores también puede ser una variable de importancia’, opina Eberhard.

Reactivación laboral ¿cómo y cuándo viene?

En el ámbito laboral, hay personas y grupos etarios que tienen mayor resiliencia que otros ante situaciones adversas y complejas, como ha sido la pandemia del coronavirus. Ante esto, Felipe Berger, economista de LyD, dice que es de esperar que las personas con mayor grado de productividad en la economía no hayan perdido sus puestos de trabajo: ‘Esto implica que el grupo sénior, al igual que para los otros segmentos etarios, en la medida que son trabajos que agregan productividad, probablemente se recuperarán paulatinamente durante el presente año, a medida que se vayan eliminando las restricciones de movilidad’.

Eberhard, en tanto, comenta que es posible que los trabajadores intenten cambiarse hacia sectores que ofrezcan oportunidades laborales, pero ‘lamentablemente, para la gente de mayor edad esta adaptación puede ser compleja, ya que algunos sectores involucran habilidades que no poseen y que pueden ser difíciles de obtener, por ejemplo, el manejo tecnológico para los trabajos remotos’.

Otra opción es migrar a regiones, donde el mercado laboral es más amigable. ‘Esto también puede ser más difícil para los de mayor edad, ya que muchos de ellos ya están enraizados en la región donde habitan’, dice.

Con todo, Apablaza sostiene que la situación del adulto mayor ha mejorado paulatinamente, observándose una tendencia positiva en el crecimiento del empleo: ‘Se espera que esta tendencia continúe; sin embargo, la mejora en las condiciones sanitarias posiblemente generará un aumento de la población que participa del mercado del trabajo (fuerza de trabajo)’. Por eso, en la medida en que el crecimiento del empleo sea menor al alza de la fuerza de trabajo, se observará un incremento del desempleo.

‘Si la tendencia se mantiene, el mercado laboral del adulto mayor aumentará su precariedad debido al crecimiento de la informalidad. Es aquí donde las políticas públicas tienen un rol clave en el proceso de recuperación’, concluye Apablaza.