Orrego a la cabeza con ventaja, Parot en la definición final y Maltés al alza. Así está el incierto escenario que el Panel Ciudadano UDD midió a tres semanas de la inédita elección de gobernadores.
Ocho candidatos son los que anhelan convertirse en el gobernador debutante en la Región Metropolitana, competencia que hasta ahora ha pasado inadvertida, pero que —según varios analistas— será una pieza clave para armar el puzle electoral de los próximos meses, sobre todo en lo referente a las presidenciales.
Quien resulte vencedor de esta batalla se consagrará como la persona más votada a nivel nacional después del Presidente de la República. Una responsabilidad no menor, que implica liderar una región con más de siete millones de habitantes.
Bajo este contexto, a tres semanas de los comicios, un sondeo realizado por el Panel Ciudadano UDD proyecta el posible desenlace que tendrá esta carrera.
“Los resultados muestran que existe una alta probabilidad de que ocurra una segunda vuelta entre Orrego y Parot”, señala el decano de la Facultad de Gobierno UDD, Eugenio Guzmán.
Según la medición, si la elección de gobernador fuese este domingo, el exintendente y candidato de la DC, Claudio Orrego, encabezaría las preferencias de voto probable con 30,5%, es decir, cerca de diez puntos porcentuales más arriba de la postulante de Chile Vamos, Catalina Parot, quien le sigue con 20,2%.
Detrás, aunque cerca de la carta de Evópoli, viene el militante del Partido Humanista y pareja de la diputada Pamela Jiles, Pablo Maltés (16,5%); la politóloga y candidata del Frente Amplio, Karina Oliva (14,2%), y el exdiputado y miembro del Partido Republicano, Rojo Edwards (8,4%).
Aún más abajo están la ecologista Nathalie Joignant (6,4%); el militante del FRVS Ricardo Martínez (2%), y la integrante de Unión Patriótica Fresia Quildrán (1,8%).
En cuanto a los resultados totales de la encuesta, las posiciones se mantienen, pero las cifras disminuyen: Orrego (15,2%); Parot (9,8%); Maltés (8,2%); Oliva (6,0%); Edwards (4,0%); Joignant (3,6%); Martínez (1,2%), y Quilodrán (0,9%). Esto, considerando que el 51,1% no tiene decidido por quién votar o no pretende concurrir a las urnas.
Y ante una eventual segunda vuelta, Eugenio Guzmán advierte: “Todavía estamos en un escenario muy prematuro para estimar los resultados (…) es muy probable que encontremos un electorado cansado que no esté dispuesto a ir por segunda vez a las urnas”.
En cuanto a las diferencias por edad, se observan perfiles diversos. Así, por ejemplo, la mayor concentración de votos en Orrego y Parot se encuentra entre los mayores de 60 años: 20,2% y 15,3%, respectivamente. Por su parte, Oliva y Joignant tienen mayores preferencias entre los menores de 30 años (8,1% y 6,3% respectivamente), y Maltés, en el grupo de 41-50 años (11,4%). Mientras, el resto de los candidatos no presenta una concentración en grupos específicos de edad.
Por nivel socioeconómico, se observa que tanto Parot como Edwards tienen mayor concentración de votos en sectores socioeconómicos altos y medio altos: 29,4% versus 12,5%. Si bien Orrego presenta un patrón semejante, lo es en mucho menor medida (19,6%). Por su parte, Maltés destaca en sectores medios bajos (C3) y populares (D y E), y Oliva presenta mayor concentración en sectores medios C2.
Los resultados no arrojan diferencias importantes por sexo, con la excepción de Orrego y los que eligen la opción “ninguno”. En el caso del candidato DC, el porcentaje de hombres (16,9) que lo prefieren es mayor que el de las mujeres (13,7). En tanto, en el resto de los aspirantes la cifra es cercana al 1%. Por otro lado, las mujeres en mayor medida que los hombres eligen la opción “ninguno”: 56,6% versus 45,2%.
Estos porcentajes, dice Eugenio Guzmán, “no necesariamente estiman lo que finalmente irá a las urnas, pues en algunos casos existe sobre declaración en la intención de votar”.
“Desde finales de 2020 se han realizado distintas mediciones que muestran que el candidato que exhibe una tendencia creciente es Pablo Maltés”, dice Eugenio Guzmán. El postulante humanista, agrega Guzmán, “pasa de 4% a 8,2%, es decir, duplica su votación, lo que no sucede con ningún otro candidato”. Y concluye: “El fenómeno que ha ocurrido con Maltés es que ha ido creciendo en segmentos que no tenían la intención de votar, pero también atrayendo a votantes de otros candidatos, principalmente los de Karina Oliva”.
