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Ciclo: «Quiero ser Constituyente» – distrito 11

El próximo 10 y 11 de abril serán las elecciones de constituyentes, gobernadores regionales, alcaldes y concejales. Elegir a las 155 personas que escribirán la Nueva Constitución es fundamental y, a pocas semanas de este proceso, conocer las visiones de los candidatos es clave para un voto informado.

Para esto, la Facultad de Gobierno organizó la actividad “Conversaciones con impacto: Quiero ser Constituyente – Distrito 11” junto a Patricio Fernández, escritor, periodista y fundador de The Clinic (Lista del Apruebo); Constanza Hube, abogada de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Vamos por Chile); Hernán Larraín, abogado y ex presidente de Evópoli (Vamos por Chile); y Elisa Walker, abogada y ex asesora del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet (Lista del Apruebo).

En la oportunidad presentaron sus razones a ser constituyentes por el Distrito 11. En primer lugar, Constanza Hube aseguró que siempre ha tenido una profunda vocación pública y, además, al ser profesora de Derecho Constitucional desde hace 10 años, piensa que es necesaria una renovación de la política con ideas nuevas y una apertura a la discusión. 

Segundo, Patricio Fernández afirmó que participó porque uno de sus grandes intereses – desde que fundó The Clinic en 1998- es “recabar voces nuevas, escuchar los tiempos que van cambiando y ponerle una especie de atención desprejuiciada a la instancia”.

En tercer lugar, Hernán Larraín, además de creer que será una elección muy competitiva, opinó: “Creo que Chile está en un momento complejo. La democracia está en jaque, pues institucionalmente la situación es frágil”. Contó que se involucró a tiempo completo para asegurar que esta Constitución construya confianza, legitimidad, inclusión de los pueblos originarios y paridad.

Finalmente, Elisa Walker confesó que su motivación es darle una causa institucional a la crisis. También le interesan los contenidos que tendrá, considerando como núcleo el “legítimo reclamo por la desigualdad, el rol del Estado proveedor del desarrollo de las personas y el valor de la diversidad”.

En cuanto a la participación de los ciudadanos, Fernández cree que durante la realización del proceso constituyente es necesaria una “colaboración activa, más cotidiana de la comunidad en determinadas consideraciones, (…) a través de audiencias públicas, de encuentros auto convocados, entre otras, pues si la gente se siente lejana, la solución puede flaquear”.

En respuesta, Larraín afirmó que el proceso es participativo desde su origen, tras la obtención del 80% de apruebo a una Nueva Constitución. A esto se suma la elección de los 155 representantes y la votación del plebiscito de salida.  

Ante incorporar el derecho a la buena administración pública, explicó que las causas sociales son un anhelo. “Queremos cambiar radicalmente el Estado a uno con servicio civil autónomo, meritocrático y profesional como es en los países que admiramos”, añadió. 

Al preguntarle por las carencias de la actual Constitución, Walker piensa que hay dos: el principio de subsidiaridad neoliberal y la falta de diversidad. “Para solucionar esto, por ejemplo, se podría establecer que el Estado de Chile sea plurinacional, una Corte Suprema paritaria, e ingresar una definición de familia a la comunidad LGBTI+”.

Como reflexión final, Hernández concluyó que la palabra “dignidad” es nuevo concepto que sustituye la confrontación del siglo XX entre libertad e igualdad. A su juicio, sin ideología, pues personas de derecha e izquierda dicen algo al respecto.

“Hay que tratar de buscar puntos comunes, pareciera que nos nubla esta sensación de polarización. Me parece que este dialogo es lo que espero en una convención”, explicó Hube aludiendo al conversatorio.

Para Walker entender que el bienestar de todos depende de cómo nos relacionamos es clave. “Necesitamos un Estado fuerte, que pueda participar e intervenir. Un sistema que permita proporcionalidad en la representación”.

Finalmente, Larraín está convencido que “es necesario que las personas se informen (…) hay que escuchar y ser capaces de llegar a acuerdos. Más importante que tener una fórmula, consensuemos el diagnóstico”, asegurando que la política se transformó en conflicto sin pensar en las necesidades de las personas.

Revisa el conversatorio completo