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Las barreras que enfrenta Longueira para retomar la conducción de la UDI

Una imagen compuesta por dos fotografías, del expresidente de la UDI Pablo Longueira y del exministro del Interior Víctor Pérez, circuló en grupos de WhatsApp del gremialismo, luego de que el segundo renunciara a su cargo tras aprobarse la acusación constitucional en su contra en la Cámara de Diputados.

Lo anterior fue visto con suspicacias, en medio del clima de competencia interna —con miras a la elección programada para el 12 de diciembre— que hay, hasta el momento, entre la jefa de bancada de los diputados, María José Hoffmann, y el ex timonel, quien a fines de agosto lanzó su triple proclama por el Apruebo, ser constituyente y conducir la UDI.

“En el mundo más moderado, tenemos la esperanza de que se llegue a un acuerdo para una lista de unidad. Pero los plazos están cada día más cerca y no ha existido una formalidad para explorar el consenso. El dato duro hoy es la competencia”, comenta una fuente del Senado.

Mientras que un diputado partidario de Hoffmann afirma que Longueira habría dado señales el fin de semana pasado de bajarse de la contienda. Algo que cercanos al exministro desmintieron.

El motivo de esos rumores estaría en que, pese a haber sido una figura emblemática del gremialismo, hoy Longueira enfrenta una serie de barreras para hacerse de la conducción, aunque no tiene la partida perdida.

Reclamo de la nueva generación

Carentes de diferencias ideológicas, incluso aunque los líderes en competencia estuvieron en veredas opuestas en el plebiscito (Hoffmann por el Rechazo y Longueira por el Apruebo), la votación de diciembre —que podría ser postergada si así lo decide el Tribunal Supremo— apunta más a una contienda de estilos entre la vieja guardia y la camada de nuevos dirigentes, aglutinados con Hoffmann, que sienten que les ha llegado el turno de estar a la cabeza de la colectividad y que no han podido lograrlo con fallidas candidaturas a la presidencia de Jaime Bellolio y Javier Macaya. Un tema de “personalismos”, dicen sus opositores.

La diputada contaría con el apoyo de los legisladores más jóvenes de la bancada; a Longueira lo respaldarían los de mayor edad, como Iván Norambuena, Celso Morales o Sergio Bobadilla, y dirigentes como Jorge Manzano y Alfredo Galdames.

Y aunque todos los días hay conversaciones para lograr una sola lista, cuentan que ambos sectores han ofrecido a sus contendores ocupar un puesto de menor relevancia en la mesa, como una vicepresidencia.

Otros opinan que se le podría ofrecer a Longueira estar a cargo de reclutar a los candidatos a constituyentes; a sus partidarios eso no les convencería.

En este contexto, uno de los principales articuladores de los acercamientos ha sido el diputado Guillermo Ramírez, quien da garantías a ambas facciones. El parlamentario —convertido en un “casco azul”— tiene hasta el 27 de noviembre (cuando vence el plazo de inscripción) para lograr un acuerdo.

Por el momento, cada postulante está en la conformación de sus propias listas.

Una nueva UDI

La UDI que quiere encabezar Longueira ya no es el mismo partido que él lideró en los 90; ha perdido terreno y mirando la actuación de los legisladores, está expuesta a un «discolaje» que era impensado en los tiempos del exsenador.

Pero en este desafío, sus cercanos encuentran más bien una motivación. El hijo homónimo del mártir Simón Yévenes comenta: “Esa UDI tenía más calle, más relato y una coherencia y consecuencia mayor que la actual. Debemos recuperar esa mística y esa fuerza de antaño que nos llevó a conquistar cientos de comunas del mundo popular”.

Pero, ante el mismo reto, Rodrigo Arellano, vicedecano de la Facultad de Gobierno de la UDD, piensa que “la lista de Hoffmann corre con ventaja”.

“La próxima elección de la UDI va a tener como eje volver a recuperar la identidad que tenía: un partido protagonista, con sello popular, con mirada de futuro, el partido mayoritario del oficialismo. Esos ejes se quedaron estancados y hoy RN ha ocupado algunos de los espacios que tenía la UDI sobre todo en el mundo popular. Tengo la impresión de que se requiere mucha energía para canalizar estas demandas y mirar el nuevo Chile; y que corre con ventaja una lista que tenga mayor presencia municipal, parlamentaria, mayor presencia dirigencial activa. Hasta el momento los nombres que he visto de la lista de Longueira, quien ha estado además muy alejado del día a día de la política, son personas que tampoco tienen una lectura tan activa”, dice Arellano.

Al respecto, Longueira anunció que llevará dos mujeres como vicepresidentas, la ex alcaldesa Sol Letelier y la core Paula Gárate.

Arellano continúa: “Veo que la lista de Hoffmann tiene mucha más conexión con el minuto actual y las demandas que se requieren para enfrentar los nuevos desafíos. Tiene una ventaja comparativa con la de Longueira, porque tiene más afinidad y cercanía con esas demandas”. A ello, se suma que la disidencia pueda identificar a la lista de Longueira con la actual timonel.

“Me hubiese gustado que hubiese habido un acuerdo, pero quedan días para inscribir las listas si es que no se posterga y si hay que elegir, yo tengo opinión política y, por lo tanto, voy a elegir”, dijo ayer la senadora Jacqueline Van Rysselberghe en Radio Pauta, sin ahondar sobre quién elegiría. Aunque el paso al costado de Felipe Salaberry, su secretario general, fue tomado como un apoyo de la parlamentaria a Longueira. Y se comenta que el exdiputado podría asumir el mismo cargo, junto al exsenador.

Víctor Muñoz, autor de «Historia de la UDI. Generaciones y cultura política», comenta que “su propuesta es la que levanta las banderas de la autocrítica, el pragmatismo y el sentido político de ser mayoría recuperando influencia en los sectores populares. En ese sentido es renovada”. Pero advierte: “Llega luego de una larga ausencia, cargando con una acusación de fiscalía por cohecho que lo seguirá complicando”. Este es el punto más complejo.

La sombra de SQM

Cuando Longueira anunció el 30 de agosto en El Mercurio que quería presidir la UDI, las aguas se movieron y no solo por su opción en el plebiscito, contraria a la decisión institucional, sino por la proximidad del juicio oral del caso SQM, en el que el exsenador está formalizado por cohecho. Algo que rechaza, acusando persecución de parte de la Fiscalía.

La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei —hoy precandidata a La Moneda— señaló entonces que Longueira “no está en condiciones” de encabezar el gremialismo. “Creo que no, no puede presidir la UDI, lo digo con respeto, él primero tiene que solucionar eso”.

El tema escaló a La Moneda, cuando Pérez, en Interior, lo defendió. Y el portavoz, Jaime Bellolio, declaró: “Al Gobierno no le corresponde decir si una persona es inocente o no”. Pero entonces, la actual presidenta comentó: “Pablo es ciudadano, militante del partido, e inocente hasta que no se demuestre lo contrario, por tanto podría competir sin problemas”.

Para una alta fuente del gremialismo, “si él llega a la elección va a ganar lejos. Pero hay un riesgo que pueda marcar a todo el partido en una cuestión no deseada”. Sin embargo, añadió: “Ese razonamiento está instalado en la élite del partido. A la base le da lo mismo”.

El tema pesa, especialmente por todo lo que vivió la UDI con el caso Penta. Y porque el caso SQM convivirá con una eventual presidencia de Longueira, ya que el desenlace se espera recién para fines del año 2021 o principios de 2022; hoy ni siquiera está claro cuándo se iniciará la etapa de preparación del juicio oral que, además de Longueira, involucra a otras siete personas, y se está a la de que la Corte de Apelaciones de Santiago resuelva un tema jurisdiccional para comenzar.

Entonces, una eventual condena no impediría a Longueira competir, pero la sentencia se conocería en el ejercicio sus cargos si es que resulta electo tanto como timonel, como de constituyente.

En todo este contexto, es que surgió la idea de que Pérez sea un candidato de consenso; aunque es cercano a la timonel, podría recibir apoyos de ambos sectores, al reafirmar sentido de unidad, tras «una acusación injusta». En cambio, un cercano dice que donde menos está su cabeza hoy es en esta elección. Lo describe con ganas de estar con su familia y definir más adelante su futuro político.