El viernes 20 de noviembre, el fiscal adjunto de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, Marcelo Carrasco, ordenó al laboratorio de criminalística de la PDI y al comisario Danic Maldonado, de la Brigada Investigadora del Cibercrimen, concurrir ayer a las 10 AM a las oficinas de Entel, ubicadas en Amunátegui 20. El objetivo era concretar una acción buscada hace meses: retirar los correos electrónicos del exministro Jaime Mañalich, su exjefa de gabinete, Itziar Linazasoro y la subsecretaria Paula Daza. Todo esto en el marco de la investigación por las muertes en pandemia.
La diligencia comenzó ayer, con la entrega de discos duros por parte de la Fiscalía, y culminó hoy. Desde Entel confirmaron a La Segunda que “hoy finalizó la ejecución de la orden judicial emanada desde el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago y las respectivas resoluciones de la Excma. Corte Suprema, para la incautación de correos institucionales de un grupo específico de usuarios para el período comprendido entre el 1 de febrero de 2020 hasta la fecha en que se materializó la diligencia, alojados en servidores de Entel que prestan servicio al ministerio de Salud”.
Así se concretó la acción autorizada en septiembre por el Séptimo Juzgado de Garantía, a la que inicialmente el Minsal se opuso, lo que llevó al Ministerio Público a acudir a la Corte Suprema. Luego de que el máximo tribunal autorizara la incautación de los correos –cifrados en unos 49 mil por el Minsal- Entel pidió 14 días para recopilar las comunicaciones electrónicas requeridas, plazo que expiraba esta semana.
La Fiscalía Centro Norte declinó referirse al tema. Ahora, la Fiscalía entregará copia al Minsal, que tiene tres días para excluir aquellos que considere vulneren la seguridad nacional. Solo ese material filtrado podrá ser analizado por el Ministerio Público.
“Los correos no deberían tener un correlato muy distinto a lo que declaró el exministro, que fue una declaración solicitada por la defensa (…) Resultaría muy torpe pensar que va a declarar en contra de lo que hay en los correos, habiendo renunciado a su derecho de guardar silencio”, opina la abogada penalista Catherine Lathrop. A su juicio, “resulta muy difícil imputarle responsabilidad penal” al exministro. Lo mismo considera el también penalista Marcelo Hadwa: “Realmente es muy difícil demostrar que hubo un cuasidelito, porque es muy difícil establecer esos elementos”.
Y aunque la defensa de las autoridades y exautoridades involucradas en el proceso confían en que la Fiscalía no tiene antecedentes suficientes para formalizar y avanzar en un juicio oral, de todas formas ven que avanzar en esa dirección ayudaría a limitar los tiempos de investigación, que hoy no tiene plazo. Por eso esperan que tras la liberación de los correos electrónicos el Ministerio Público tome decisiones rápido.
El abogado querellante por el senador Alejandro Navarro, Roberto Santa Cruz, lamenta que en las tres jornadas de interrogación a Mañalich “este no ha dado respuesta a casi nada de lo relevante. Ha hablado lo que ha querido y su defensa ha obstaculizado y dilatado sus declaraciones acotando las preguntas a lo que él quiere decir, no dando respuesta a cuáles fueron los criterios en que se basan las decisiones que se tomaron en pandemia”. Fueron tres días, dice, en que las preguntas que se hicieron no fueron contestadas.
Si bien la defensa del exministro confía en que no habrá grandes sorpresas en los correos, por el momento Mañalich descarta pensar en un futuro en el ámbito público. “Desde luego, no tomaré ningún compromiso político”, comenta a este medio vía Whatsapp. Y aunque elude hablar de compromisos laborales con alguna clínica, acota que es “un período en que hay que trabajar en silencio”.
“Salvo que el proceso penal tenga alguna sorpresa, veo el futuro de Mañalich bastante abierto. Una vez que la acusación constitucional en su contra fracasó, eso despeja la inhabilidad de cualquier cargo de elección popular en cinco años. Ahí se abrió una franja para que a futuro tenga la posibilidad de ocupar los espacios que estime necesario”, dice Rodrigo Arellano, vicedecano de la Facultad de Gobierno UDD. Agrega que a la luz de los números Chile ha tenido “un manejo razonable de la pandemia”, lo que para un sector de la derecha “puede capitalizar el sentimiento de que su salida y el juicio político responden a una persecución”.
Al contrario, Germán Silva, director del centro de estudios y análisis de comunicación estratégica de la U. Mayor, no le ve futuro en lo público. “Quedó con la pintura muy rayada”. Bajo su análisis, dejó “mal parado al gobierno” porque “en sus declaraciones parecía más testigo que imputado. Con muy poco compromiso de la responsabilidad que tuvo como ministro (…) El negó tener un conteo paralelo pero reconoció que usaba una especia de planilla de excel donde llevaba un conteo más simple. Eludió su responsabilidad”.
