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Cuatro de cada diez personas no están dispuestas a vacunarse contra el covid o lo harían solo si las obligaran

Mientras los gobiernos del mundo entero aguardan por la llegada de una vacuna, las autoridades también han comenzado a observar un fenómeno que toma fuerza. Y es que distintas encuestas a nivel global han mostrado que existe una parte de la población que asegura no estar dispuesta a inocularse en el caso de que se apruebe una fórmula.

Con dicho contexto, la U. del Desarrollo llevó a cabo una encuesta para ahondar en la percepción a nivel local. Así, en primer lugar, se consultó sobre “qué harían si el Ministerio de Salud autoriza la vacuna del covid-19 y está disponible gratis”. Si bien el 39% señala que se “vacunaría lo antes que se pueda”, un 21,6% asegura que lo haría “solo si es obligatoria”, mientras que el 20,2% dice que no se vacunaría y el 19,5% señala que no sabe. Así, cuatro de cada diez personas no muestran voluntad inicial.

El sondeo, realizado entre el 10 y 11 de noviembre, tuvo una tasa de respuesta de 932 casos, con un 2,5% de margen de error. Contempló a mayores de 18 años, de 255 comunas.

Fenómeno inquieta

Según el ministro de Salud, Enrique Paris, “es preocupante que todavía haya gente que piensa que no se va a vacunar. La única manera de evitar la diseminación del virus finalmente va a ser la vacuna. Para controlar la pandemia están todas las medidas básicas de uso mascarilla, distanciamiento, pero la vacuna es lo único que crea anticuerpos seguros”.

Además, agrega que para que la dosis tenga un efecto en la contención del virus, “lo ideal es vacunar al 80% o 90% de la población susceptible”.

María Luz Endeiza, jefa del vacunatorio de la Clínica U. de los Andes, asegura que “en Chile la confianza a las vacunas es alta, pero con el tema de la vacuna del coronavirus hay más desconfianza y desinformación”.

De hecho, cuando se les preguntó a los encuestados si el país de origen de la vacuna tenía importancia, el 51% dice que le interesa de dónde provenga. Inglaterra es el que más confianza les da, seguido por EE.UU., Rusia, Francia y en último lugar, China (ver infografía).

Para Eugenio Guzmán, decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, en el alto porcentaje de personas no dispuestas a vacunarse puede influir que “los anuncios de avances en vacunas son muy recientes; además, se han conocido complicaciones con algunas, que hacen dudar a la gente. Además, creo que no se ha hecho una campaña para informar, aunque la razón también es lógica: no se puede embarcar en una campaña de algo en lo que no tenemos certeza».

El infectólogo del Hospital Barros Luco y académico de la U. de Santiago, Ignacio Silva, recalca que “todavía hay poca experiencia o datos publicados sobre las vacunas para el covid-19 y eso genera suspicacia o dudas en las personas, que son bastante esperables. Ese porcentaje es significativo, pero irá disminuyendo en la manera que aparezcan más datos científicos y se entreguen mensajes más tranquilizadores (…) Estamos a tiempo de generar más evidencia”.

Labor comunicacional

Pese a la alta negativa por vacunarse que registra la encuesta, Paris reitera que la vacuna sería obligatoria solo para grupos de riesgo como el personal de salud, Gendarmería, personas privadas de libertad y las FF.AA.

Esto a pesar de que el Código Sanitario permite que, bajo recomendación del Minsal, el Presidente de la República declare el uso de alguna vacuna como obligatorio, siempre y cuando existan procedimiento eficaces de inmunización asociados a su uso.

Al respecto, Paris dice que “tenemos que esperar a tener todas las evidencia científicas y las aprobaciones de las agencias acreditadoras de vacunas antes de tomar ese tipo de determinaciones”.

Endeiza añade que “más que hacer hincapié en que sea obligatoria es hacer una campaña para que la gente entienda la importancia de vacunarse, las ventajas que tiene y que es un beneficio que el ministerio le da a cada persona. Si se ve así, la gente se la pondrá más a gusto. La gente debe entender que es necesario”.

Según Álvaro Lladser, vicepresidente de la Asociación Chilena de Inmunología, “es importante destacar que la seguridad o inocuidad de las vacunas es cuidadosamente evaluada en cada una de las fases de los ensayos clínicos que son requeridos para autorizar su uso en la población por las agencias sanitarias”.