A tres semanas del plebiscito del 25 de octubre para decidir si se aprueba o no la creación de una nueva Constitución, los desafíos técnicos y sanitarios en el marco de la pandemia del COVID-19 han levantado dudas en la población frente a su viabilidad, quiénes podrán votar y de qué forma se ha preparado el Gobierno y el Servicio Electoral de Chile (Servel) para enfrentar esta instancia.

La Facultad de Gobierno junto a Transparencia Electoral realizaron de forma online el conversatorio “Plebiscito 2020: desafíos logísticos y sanitarios”. Los invitados en esta ocasión fueron: Alfredo Joignant, Investigador principal del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) y consejero del Servel; Catterina Ferreccio, Integrante del Consejo Asesor COVID-19 del Minsal; y Leandro Querido, Director Ejecutivo de Transparencia Electoral. Además, contó con la exposición de un estudio sobre ubicación de locales de votación realizado por Hugo Contreras, investigador del Centro de Políticas Públicas UDD. El encargado de moderar fue Gonzalo Müller, director del mismo centro.

Con respecto al estudio titulado “Eficiencia y Justicia Espacial en la Asignación de Locales de Votación en Chile”, Contreras expuso un análisis para responder en qué medida las políticas públicas han reducido las desigualdades territoriales. Esta investigación concluye que la asignación de locales de votación -al no hacerse con respecto al domicilio del elector- es ineficiente, acrecentando así la desigualdad social.

En relación al panorama internacional de elecciones en pandemia, Leandro Querido enfatizó en que los gobiernos trabajan en una clara situación de estrés a raíz del coronavirus y sus implicancias, por ende, han tenido que priorizar la bioseguridad sanitaria en los procesos electorales a nivel mundial.

El director ejecutivo de Transparencia Electoral también agregó que otros países como Venezuela y Bolivia han presentado problemas respecto a la incertidumbre de sus próximos procesos electorales y las medidas que tomarán.

En relación a este tema, Ferreccio se refirió al panorama nacional, asegurando que “nos pilla mejor que en abril, por ende, fue buena idea postergarlo”. Además, reconoce que las elecciones son menos problemáticas que los traslados en fiestas patrias, los cuales tampoco tuvieron un impacto muy grande en los casos de COVID-19 positivo.

“Nos encontramos frente al evento electoral más difícil de la historia, incluso tanto como el de 1988”, confesó Joignant. Dijo que estarán habilitados 2.700 locales de votación, 500 más que lo que se pensaba en abril, para poder garantizar una buena gestión del aforo.

En cuanto a los enfermos de coronavirus y si podrán ejercer o no su voto, Querido explicó que en países como Corea del Sur se implementaron mesas específicas para los contagiados, por lo que América Latina “tiene el desafío de revisar las elecciones e incorporar tecnología”.

En Chile -hasta la fecha- los contagiados de COVID-19 no pueden salir de sus casas, ya que se enfrentan a altas multas. Ante esto, Ferreccio opinó que el Servel no estuvo a la altura. «Fueron poco creativos para dar una solución aquellos que están en cuarentena”.

Joignant discrepó con la experta, asegurando que hay asuntos legales de por medio y que si alguien con COVID-19 va a votar y es descubierto, prima el derecho a voto. “No hay un sistema, en el corto período de tiempo, que solucionara esto, pues se debía probar y no se alcanzó”, agregó.

Finalmente, el consejero del Servel explicó que no se tomará la temperatura en los locales, se deberá votar con un lápiz pasta azul, habrá un horario preferencial establecido para los adultos mayores entre 14 y 17 hrs., y se formará una fila de ingreso al recinto para garantizar el distanciamiento entre los votantes.

La charla fue transmitida en paralelo por UDDTV y YouTube Live.

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