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9 factores que el Gobierno debe considerar para las «peores» semanas – La Segunda

Intentar evitar el alza de decesos, con una barrera de contención en la atención primaria, y dar confianza ante eventuales escenarios de pánico, entre los llamados de los expertos.

Pese al complejo escenario que obligó a cerrar la Región Metropolitana, analistas consultados por La Segunda llaman al Gobierno a prepararse para peores semanas entre junio y julio, previendo un sistema de salud aún más saturado y el desempleo sintiéndose fuertemente.

Retos multidisciplinarios, con impacto político, son descritos por Soledad Barría, exministra de Salud; José Joaquín Brunner, exministro portavoz; Gonzalo Bacigalupe, académico de la U. de Massachusetts e integrante del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales; Eugenio Guzmán, decano de la Escuela de Gobierno; Carlos Correa, ex integrante de la Secretaría de Comunicaciones durante la administración Bachelet; y Ramón Cavieres, director ejecutivo de Activa Research.

Uno de los factores, la presión por la cuarentena del Gran Santiago, ya se concretó, como advertía Brunner a este medio antes de la adopción de una medida que se tornaba “más popular, quizás irresistible”. Pero, a su juicio, “con esto se prolongará la parálisis de la economía y crecerá el desempleo y la asfixia de los ingresos”. Y “luego vendrán las presiones contrarias: abrir las puertas a un gradual retorno”.

En el trayecto, hay urgencias.

Soledad Barría plantea que “intentar evitar el alza de las muertes se basa en tratar de evitar que lleguen tantas personas a los hospitales”. Y para eso, “se necesita en forma urgente trabajar la atención primaria como un sistema organizado”, que “hemos utilizado poco” y puede ser una verdadera “barrera de contención”. Es urgente, dice, dar recursos, especialmente en test y elementos de protección personal, y hacer un trabajo en los consultorios. “Son ellos los que pueden frenar los contagios en origen si pueden detectarlos y llevarlos a residencias, enfatiza.

Barría remarca que “si la gente no tiene qué comer, no se va a quedar en la casa (…) Las cuarentenas no se respetan si hay que salir a buscar comida. En Chile hay gente que vive al día, pero a muchos les cuesta creer eso”.

Por ello, Ramón Cavieres, señala que “se deben dar mayores certezas” y que el desafío es un equilibrio que “creo que el Gobierno tiene claro: lo primero es asegurar la salud de la población, pero también la calidad de vida de ella”.

Cavieres destaca como elemento clave generar “confianza en la población”, pues con ella se “alinea a la población”. Menciona dos elementos: transmitir que la información que se da es correcta, “no se pueden generar dudas respecto a la cantidad de contagiados o de muertes”; y marcar “un rumbo definido” hacia el mediano plazo, algo que “no es fácil porque es una crisis inédita en el mundo. Pero hay que dar señales más claras: qué va a pasar con el tema educacional, con los empleados públicos, el comercio”. Por lo mismo, dice, “hacer anuncios que después no se aplican es fatal”.

Bacigalupe comenta que “hasta ahora todavía había cierta confianza en que las autoridades estuvieran tomando algunas medidas que hacían sentido, pero con las cifras de hoy (miércoles) y lo que se planteó, se comprueba de que hay un experimento social y no tenían toda la evidencia”. Por ello, señala que “el desafío es que le creamos al Gobierno y podamos confiar en que las medidas hagan sentido”, lo cual pasa también por apoyar a las personas en confinamiento y “pensar en una cuarentena que va a ser más larga que la que se había pensado inicialmente”.

El psicólogo agrega esta confianza es fundamental si “uno de los grandes problemas a contener es que alguna vez se produzca pánico”, ante lo cual se requerirá un discurso en el que la gente vea que esto “en algún momento va a terminar”.

Cavieres afirma que “las comunicaciones son el flanco más débil que debiese cubrir el Gobierno. Poner todo en el ministro Jaime Mañalich no me parece correcto; él ha pasado a ser vocero, ministro del Interior. Debe haber una vocería más uniforme, más coherente, sin tropiezos”.

Bacigalupe señala que hay que abandonar la metáfora de “la batalla” de Santiago, porque “aquí no hay enemigos; todos debiéramos poder estar juntos”.

Correa, académico UDP, advierte que hay “una bomba de tiempo” y se sitúa en las comunas más populares de la RM; con problemas en la capacidad hospitalaria, hacinamientos, problemas de ingresos y necesidad de salir a trabajar. “Si en ese mundo el Gobierno no toma medidas pronto, de asegurar rápidamente los ingresos y dar certezas de camas disponibles, tiene una bomba social peligrosa”, señala.

Guzmán remarca que frente a una situación que no sabemos cuánto dura, por “cualquier cosa que ocurra, políticamente se le va a culpar a Piñera, a pesar de que lo propio va a ser que aumente el número de personas contagiadas”. Por todas las aristas que involucra la crisis, sostiene que “el Gobierno debería tener una decisión muy clara y coordinarse con los demás partidos”.

Correa remarca que es momento de “buscar aliados”, principalmente en dos sectores: los alcaldes y la oposición más responsable. Con los primeros, dice que los conflictos se han ido morigerando, probablemente por el rol del Subdere, Claudio Alvarado, pero que falta alguien en el Minsal que se coordine con ellos.

Cavieres señala que “dentro de lo mala que es para Piñera, la aprobación ha ido mejorando un poco, la gente ha empezado a tomar posiciones de apoyo frente a un tema más complejo. Si él logra manejar bien sobre todo el colapso del sistema de salud, podría salir muy fortalecido. Pero tiene que lograrlo primero”.

Correa advierte que la popularidad del Presidente aumentó pero “entre los suyos”. Y que alguna acción podría unir a la ciudadanía, “si esto es mostrado como una causa nacional, donde el Gobierno convoca a todos, llega acuerdos sostenibles con la oposición moderada, y si se preocupa de las personas por encima de su imagen”. Pero que “el Presidente tiene que bajar su tono de campeón mundial. El no es don Francisco; que deje que lo sean Ignacio Briones y Gonzalo Blumel. La gente los va a escuchar si explican bien”.

“Como estamos en un ambiente de tanta sospecha, la política no está funcionando bien y el Gobierno no va a entrar de nuevo en la polémica de si va a haber o no plebiscito. Pero no hay político que no se esté haciendo la pregunta”, dice Guzmán.

“Hay que enviar un mensaje explícito de que la cuarentena es lo más central en los siguientes 30 días”, dice Bacigalupe. “De alguna manera eso es para evitar que suceda otro peak en junio o en julio. El de fines de mayo es inevitable”.

“No creo ni en peaks ni en mesetas; solo en oscilaciones que apenas podemos predecir a medias”, dice Brunner.