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«Cosismo» de Lavín se adapta a nueva crisis con tono oficialista – La Segunda

A diferencia de otros alcaldes que tomaron medidas más osadas para enfrentar al coronavirus, él optó por la cautela y seguir al Gobierno.

Una veintena de medidas para combatir el coronavirus en su comuna ha anunciado el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín (UDI).

Algunas acciones las hizo públicas en una rueda de prensa el viernes pasado, otras las mencionó en su cuenta de Twitter: Desinfección de paraderos y de juegos infantiles, atención de consultas a vecinos por videollamadas, entrega de mascarillas en los buses, cierre de parques y espacios culturales para evitar aglomeraciones.

También compartió un video de una profesora enseñando a hacer ejercicios físicos para lidiar con el encierro.

Sin embargo, a diferencia de otros jefes comunales, con todas estas acciones ha tratado de jugar en línea con las disposiciones del Gobierno. Incluso, cuando sugirió una cuarenta preventiva a sus vecinos sospechosos de tener el virus, se cuidó de no contradecir a La Moneda.

Al parecer, tras a resistir a la crisis social, el «cosismo» de Lavín —concepto que él dice tomarlo como “piropo”, pues definiría una capacidad de “solucionar problemas”— comenzó a mostrar una faceta más oficialista.

Si bien las medidas del alcalde no siempre implican soluciones de fondo —por ejemplo, cuando propuso una brigada infantil encubierta para fiscalizar la venta de alcohol a menores—, las cifras de las encuestas hasta el momento lo acompañan. Es la figura que mejor resistió el castigo a la clase política, después del estallido del 18 de octubre.

Resistió a estallido social

En las mediciones de Cadem figura como el segundo con mayor conocimiento (91%) detrás de Michelle Bachelet (98%). También es el político mejor evaluado (61% de aprobación) y lidera la intención de voto (7%), seguido por el alcalde PC Daniel Jadue (4%).

En la medición de Activa Research de marzo, también lidera con un 13,8% la pregunta de “quién preferiría que fuera el próximo Presidente”, seguido a distancia por Franco Parisi, con un 7,9%. Además, aparece con 15,5% ante la consulta de “quién cree” que será el mandatario.

A juicio del académico de la UDD Rodrigo Arellano, “a todos los presidenciables les pegó igual el estallido”, pero la “cuenta corriente” de Lavín “era tan amplia antes de la crisis que le permitió no irse a la quiebra como a los demás”.

Según el analista, ese capital le posibilitó al alcalde, incluso, enfrentarse con su partido (la UDI) y ponerse en la vereda del frente, al anunciar que votaría por el «Apruebo», al igual que varios rostros que aspiran a ser la renovación de la derecha.

Mayor cautela

Aunque su presencia en redes sociales y su periódica participación como panelista en el programa Bienvenidos, de Canal 13, sigue siendo su principal estrategia, en las últimas semanas adoptó una postura más cauta ante la emergencia del coronavirus. Por ejemplo, no quiso enemistarse con el Gobierno como Evelyn Matthei (Providencia) o Rodolfo Carter (La Florida) por el cierre de centros comerciales o colegios.

Tampoco ha sorprendido con medidas fuera del margen municipal, como Jadue, quien inició los trámites legales para distribuir un medicamento cubano, que eventualmente ayudaría a controlar mejor la enfermedad.

Muestra de ello, el miércoles pasado, en el matinal de C13, él rehusó responder directamente si es que estaba a favor o en contra de cerrar los malls.

Aparentemente, su nueva postura es jugar sin correr riesgos, pero sin abandonar el «cosismo».

Flores de un día, ya no

Según Eugenio Guzmán, columnista y también académico de la Udel Desarrollo, el alcalde de Las Condes “está en una etapa táctica”.

“Estando en frecuencia presidencial, tiene que ser muy cuidadoso. Si va a hacer propuestas, no pueden ser flor de un día. Tienen que ser bastante efectivas y replicables. La distancia que tiene que haber entre la acción y el resultado debe ser pequeña. Lavín tiene la experiencia de proponer cosas sin obtener el resultado esperado, como el hacer llover”.

Guzmán cree que “sorteó el estallido, porque la demanda social no era una demanda local: tenía que ver con temas constitucionales, pensiones, igualdad… y en ese escenario él podía tomar palco”.

Además, al haber expresado su apoyo al cambio constitucional, “de alguna manera quedó blindado”.

Explica que en esos momentos “el principal foco de críticas era el Gobierno y particularmente el Presidente, y él estaba alejado del foco”.

Pragmatismo a prueba

Pamela Figueroa, cientista política PPD y académica de la Usach, cree que Joaquín Lavín “se ha mantenido más bien distante, porque esta crisis global está tensionando y deshaciendo muchos liderazgos”.

Señala que este escenario obligará a “los líderes” a mostrar “posiciones más de fondo sobre cómo abordar una crisis”.

Figueroa agrega que una “crisis de salud pública en el sistema chileno” puede dejar “muy en evidencia la precariedad y los privilegios de ciertos grupos económicos y sociales”.

Por eso, sostiene que este escenario puede ser incluso “más difícil” para Lavín.

“Su pragmatismo tiene un límite. En el fondo, tiene que tomar posición sobre el rol del Estado respecto a soluciones más de fondo, donde no te sirve la respuesta simple, rápida y empática”, advierte.