“Tengo la decisión de asumir nuevos desafíos y ser parte activa en los debates que vienen. Son definiciones que obviamente van a afectar nuestro futuro y el de nuestros hijos”, fueron parte de las palabras con que Marcela Cubillos dio a conocer ayer cerca de las dos de la tarde que dejaba su cargo como ministra de Educación.

En una vocería en La Moneda, la exsecretaria de Estado dijo que fue una decisión que venía hablando con el Presidente Sebastián Piñera “hace meses”. Sin embargo, evitó responder si acaso su nuevo rol será integrar el comando de Chile Vamos por el rechazo a una nueva Constitución, que se votará en el plebiscito nacional del 26 de abril.

Esto último fue confirmado más tarde por la presidenta de la UDI, la senadora Jacqueline van Rysselberghe en su cuenta de Twitter. (ver recuadro)

La renuncia de Cubillos al gobierno ya se venía especulando esta semana. De hecho este jueves en El Mostrador la exdiputada desmintió haber renunciado.

Futuro constitucional

En su calidad de ministra, Cubillos no podía manifestar su adhesión al rechazo a una nueva Constitución, ya que el martes La Moneda envió un instructivo de prescindencia, por el cual se les exigía a los colaboradores más cercanos del Presidente no emitir su opinión.

Y la exministra ya se había inclinado por el rechazo: El 30 de noviembre había asistido a un seminario por el “No” y el 2 de febrero en entrevista con La Tercera dijo que “no soy neutral frente a los desafíos que vienen” y que “no es fácil” seguir la prescindencia. Además, Cubillos fue profesora de Derecho Constitucional, por lo que siempre le ha interesado el tema. Además, su marido, el senador Andrés Allamand (RN), también ha sido uno de los rostros del rechazo.

“Ella quiere tener más flexibilidad para tener un rol más activo en el rechazo. En la UDI se tomó una decisión, la que limita a aquellos que están en el gobierno y que quieren tener una participación más activa en el rechazo”, dice el decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán.

Mientras que el cientista político Kenneth Búnker cree que “este gobierno pasó de ser un proactivo a uno de transición. Para la clase de políticos a la cual pertenece Cubillos, que son más ofensivos, es un gobierno poco atractivo. No hay mucho que hacer. No es un gobierno donde existan desafíos”.

Otra factor que la habría impulsado podría ser la complicación de mantenerse en una cartera tan controvertida como Educación, área en la que sentía la desaprobación por parte de muchos actores relevantes como los profesores, las universidades y los estudiantes. Búnker dice que ese ministerio es “una papa caliente. Cubillos se salvó jabonada. Todas las carteras sectoriales son parte directa de las demandas de los grupos de oposición que lograron que se hiciera este plebiscito. Cubillos hizo este cruce de datos, la comparación entre estar ahí y recibir fuego, el balance es positivo estando fuera del gobierno”.

De hecho, según la encuesta Cadem del 24 de febrero en un año (de enero del 2018 a enero del 2019) pasó de tener una aprobación de un 53% a un 18%.

Guzmán añade otro factor: Que una salida de Cubillos además permitiría que su marido ingresara en algún ministerio (como Interior o Segpres), al no estar su esposa en el mismo gabinete no podrían haber críticas por nepotismo.

Esta idea también fue reforzada por el decano de la Facultad de Gobierno de la U. Central, Marco Moreno, quien afirmó que la “salida de Cubillos abre opción de cambios en el equipo político de La Moneda”.

Oposición en su contra

Cercanos a la exministra afirman que el tema lo estaba analizando desde la última semana de diciembre, hablándolo muchas veces con Piñera. El Presidente no quería que ella se fuera y le pidió más tiempo, pero ésta le habría afirmado que no podía esperar hasta marzo.

Nada más conocerse la renuncia, la oposición salió en masa a criticarla por Twitter y también a través de medios de prensa.

Desde el Frente Amplio el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, afirmó que “la renuncia de Cubillos al Ministerio de Educación no sólo es clara señal de la rearticulación del pinochetismo en torno al rechazo, sino que demuestra una vez más que la derecha no tiene idea de educación pública. En dos gobiernos de Piñera han pasado siete ministros hasta ahora”.

Desde la ex Nueva Mayoría, la diputada Karol Cariola (PC), afirmó que Cubillos fue “una de las personas que más daño le ha hecho a la convivencia educativa en el país. Su gestión se caracterizó por ser incapaz de abordar ningún desafío educativo. Fue más un gendarme que ministra”.

Sin embargo la propia ministra realizó un positivo balance de su gestión (ver recuadro).

Desde el oficialismo parlamentarios como Diego Schalper (RN), Jaime Bellolio (UDI) y María José Hoffmann (UDI) salieron a respaldarla.

Esta última, integrante de la comisión de Educación, afirmó que Cubillos “enfrentó con coraje los desafíos en educación, no se intimidó jamás con los ataques de la izquierda y enfrentó la violencia en los establecimientos educacionales. El ministerio queda en las mejores manos a cargo de Raúl Figueroa”, mientras que Bellolio destacó que Cubillos promovió “el valor del mérito y la justicia”.