El Mineduc analiza el tema con apoderados, a través de cabildos y una consulta online . En marzo se presentarían propuestas que podrían incluir reformas legales.
Sorteos, orden de llegada y pruebas eran algunos de los principales métodos para acceder a un cupo en un colegio, hasta hace no muchos años. Todo cambió con la llegada del Sistema de Admisión Escolar (SAE), creado con la Ley de Inclusión y que desde 2016 introdujo un mecanismo centralizado para asignar las vacantes a los alumnos.
El sistema virtual, que opera desde 2016, canaliza las postulaciones de los apoderados. Cuando un colegio tiene más solicitudes que cupos, las vacantes son asignadas mediante un algoritmo que realiza un ordenamiento aleatorio de los postulantes, pero con criterios de priorización. Por ejemplo, un factor que se considera es si el niño tiene otros hermanos en el mismo establecimiento.
Una encuesta realizada por el Panel Ciudadano de la U. del Desarrollo —aplicada este mes en la Región Metropolitana, vía online y con una tasa de respuesta de 867 casos— detectó que el 65% de los encuestados preferiría postular en la forma en que se hacía antes.
Entre quienes participaron del sondeo, 16% declaró haber utilizado el SAE. Este año es, eso sí, el primero del sistema en la capital y solo se aplicó para el ingreso a prekínder, kínder, 1º y 7º básico, y 1º medio.
“En muchos temas hay parlamentarios que hablan y votan atribuyéndose lo que la gente quiere, sin siquiera escucharla en los debates. Eso ocurrió con la Ley de Inclusión”, comenta la ministra de Educación, Marcela Cubillos, frente al resultado de la encuesta. “(Los apoderados) son los usuarios del sistema de admisión, por tanto, parece razonable que puedan elegir qué sistema les parece mejor”, añade.
El estudio también detectó que, frente a una situación de mayor demanda que vacantes disponibles, en un colegio de alta exigencia, 72% consideró que los cupos podrían asignarse a través de criterios que tomen en cuenta el rendimiento académico de los postulantes.
El Ejecutivo trató de incorporar este elemento al SAE mediante uno de los proyectos de Admisión Justa. Sin embargo, fue rechazado en el Parlamento.
Ante el contraste entre la suerte que corrió la iniciativa en el Congreso y la postura ciudadana que muestra la encuesta, Cubillos afirma que los padres no fueron escuchados. “El tema del reconocimiento del mérito y esfuerzo en la clase media y sectores más vulnerables es un tema que la izquierda no solo rechaza, sino que además le incomoda su debate. Los padres entienden que solo se puede cambiar por ley, y si la izquierda en el Congreso mantiene el bloqueo en este tema, me imagino que será importante para ellos al momento de decidir a quién eligen para que los represente en la próxima elección parlamentaria”, señala.
Preguntas
El ministerio está realizando cabildos con apoderados y una consulta online sobre el SAE. Han participado unas 12 mil personas, y en marzo se darían a conocer propuestas en base a esto. Se propondrán, según Cubillos, “políticas públicas al respecto que pueden, por supuesto, incluir reformas legales”.
Gonzalo Muñoz, académico de la U. Diego Portales, señala que la encuesta “confirma lo que ya sabemos hace un tiempo. Lo interesante será conocer qué ocurre en el futuro con estas percepciones, dado que los resultados objetivos del SAE están siendo muy favorables para la gran mayoría de las familias”.
La coordinadora del Programa Social de Libertad y Desarrollo, María Paz Arzola, considera que los datos muestran que “la gente no estaba tan disconforme o molesta con los procesos antiguos”. En ese sentido, apunta que durante la discusión legislativa “se instaló un diagnóstico respecto de que los procesos (de admisión) eran altamente selectivos y discriminatorios (…). Si uno vuelve a ese momento, la verdad es que no había evidencia concluyente que dijera, efectivamente, que esto ocurría de manera masiva”.
Clases y clima escolar
Panel Ciudadano también indagó en las prioridades de los padres a la hora de elegir un colegio. La mayoría se mostró más propenso a priorizar un establecimiento sin paros o tomas, incluso si estaba más lejos del hogar. Según Arzola, esto prueba que las decisiones familiares se toman en base a múltiples factores y que, por lo tanto, es conveniente que el sistema de admisión incorpore la mayor cantidad de criterios posibles.