Los resultados del sondeo muestran que entre más bajo el estrato socioeconómico, mayor es la percepción de que existe una crisis en las instituciones. Y la evaluación de la confianza en las instituciones de nuestro país siguen a la baja. El decano de la Escuela de Gobierno de la UDD asegura que solo algunos van a poder recuperar la confianza y que ‘de allí la importancia de liderazgos para enfrentar muchas de estas situaciones’. En tanto, Andrés Velasco, Agustín Squella y Ernesto Silva abordan los riesgos, causas y soluciones para enfrentar esta situación.
‘Las instituciones influyen en el comportamiento y los incentivos en la vida real, forjan el éxito o el fracaso de los países’, así explicaban en 2012 los autores del libro ‘Por qué fracasan los países’ -Daron Acemoglu y James A. Robinson- la relevancia de las instituciones para el desarrollo de una nación. En los últimos años, hemos visto a las principales instituciones de nuestro país involucradas en escándalos de probidad y transparencia.
En 2017, a fines del último gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, comenzó la denominada ‘Operación Huracán’ que llevó a cabo Carabineros y que detuvo a ocho comuneros mapuches. Luego fue el turno de las Fuerzas Armadas por el mal uso en la compra de pasajes que terminó con la salida de más de 20 generales del alto mando del ejército. Ocho ministros de la Corte Suprema señalaron que tres jueces de la Corte de Apelaciones debían ser removidos por presunto tráfico de influencia e irregularidades en la tramitación de causas. Y en las últimas semanas, el Ministerio Público ha estado en el centro de la polémica por las denuncias cruzadas de los fiscales Sergio Moya y Emiliano Arias. Por su parte, los casos de abusos de poder y sexuales en la Iglesia tienen investigaciones en el Vaticano y en la Fiscalía.
Un panorama que abordó el destacado cientista político Francis Fukuyama -autor de ‘El fin de la Historia y el último hombre’- en La Moneda. Allí, el Presidente Sebastián Piñera señaló que era necesario fortalecer las instituciones del país, algunas hoy fuertemente cuestionadas.
‘Cuando uno ve lo que estamos viendo hoy, el Poder Judicial, la Fiscalía, las FA.AA., el Congreso; todas las fuerzas morales, la Iglesia, todas nuestras instituciones se están debilitando. Cuando uno ve la calidad de la política, yo recuerdo con nostalgia los años 90, cuando me tocó ser senador y había un sentido de compromiso, de lealtad, con la causa noble y última de la política. La calidad de la política yo siento que también se está deteriorando’.
Iglesias y Fiscalía, las peor evaluadas
La Universidad del Desarrollo evaluó dos tipos de percepciones. En primer lugar, preguntó a las personas si creen que existe una crisis en las instituciones de Chile. Un 81% respondió que sí, un 10% que no y un 9% señaló que no estaba seguro. En el sector socioeconómico ABC1 un 73% contestó afirmativo; en el C2, el porcentaje fue similar. Sin embargo, en el estrato C3 el número aumentó a un 84%, igual que en el grupo socioeconómico D-E. La otra medición que hizo la casa de estudio fue el nivel de confianza en las instituciones, fijando las respuestas cuando 1 es ninguna y 7, total confianza en los años 2008, 2018 y 2019. Los resultados dan cuenta de que el promedio de nota desde 2008 ha bajado considerablemente. Ese año la nota fue de un 4,2 mientras que 10 años después dicho promedio disminuyó a 3,6 y este año llegó a 3,4. Para el decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, estos ‘bajos niveles de confianza dificultan el compromiso de los ciudadanos con el cumplimiento de normas, pues los ‘modelos’, es decir, quienes debieran ser sujetos de imitación, no son percibidos como tales. A modo de ejemplo, la baja participación electoral podría explicarse en razón de esto’. Además, Guzmán señala que muchas personas que antes calificaban a las distintas instituciones como confiables hoy no lo hacen.
El académico añade que ‘ciertamente el que un 81% de los encuestados señale que sí cree que existe una crisis de las instituciones en Chile es alarmante, y viene a refrendar lo que han mostrado diversos estudios semejantes. Así, por ejemplo, en octubre de 2017 el PEW Research Center publicó un reporte acerca del grado de satisfacción con la democracia (Richard Wike, Katie Simmons, Bruce Stokes and Janell Fetterolf), en que un 78% de los encuestados en Chile señalaba que no estaban satisfechos. Si bien satisfacción con la democracia no es lo mismo que crisis de las instituciones, lo concreto es que si la base de nuestro sistema político social se sostiene en ella, y casi un 80% no se encuentra satisfecho con ella, no debiera sorprendernos que las personas tengan una evaluación pesimista de las instituciones. La buena noticia es que las percepciones son susceptibles de ser cambiadas, pero ello requiere de esfuerzo y compromiso. Pero lo mas importante es que cuando las personas declaran que algo está en crisis o que no funciona bien no significa que no lo quieren, sino que demandan que se mejore’. En Canadá el 30% no está satisfecho con el desempeño de la democracia, en Estados Unidos el 50%, en Italia el 67%, España el 74%, Rusia el 36%, México el 93%, Perú un 73% y Brasil un 67%, entre otros. La media global es de un 52%.
Guzmán advierte que si las personas tienen bajos niveles de confianza en una institución u organización a la que acuden para resolver un problema, buscarán otros medios para resolverlos. ‘Sus expectativas y esfuerzos se dirigirán a otros mecanismos de solución, por ejemplo el compadrazgo, o lo que comúnmente llamamos ‘pituto’’, señala.
A esto agrega: ‘Es altamente probable que los escándalos surgidos en el último tiempo sean la principal explicación de las caídas y que por lo tanto se trate de un ciclo, después del cual algunas de las instituciones afectadas se recuperen. Sin embargo, en algunos casos la recuperación puede tomar décadas y otros, no llegar nunca. De allí la importancia de liderazgos para enfrentar muchas de estas situaciones’.
Bomberos y profesores alcanzan la mayor confianza
Los bomberos, sin duda, sobresalen con creces del promedio. La institución obtuvo este año la nota 6,4, subiendo siete décimas respecto al año pasado. Los buenos niveles de confianza, pero en menor medida, también los reciben los profesores de colegios y universitarios. Los primeros tienen nota 5,1, mientras que los académicos alcanzaron el 5,0.
Siguiendo con las profesiones, estas estuvieron por sobre el promedio. Los médicos alcanzaron un 4,9; los ecologistas, un 4,5 y los abogados, un 3,5.