El expresidente de la UDI dice que “fue un buen primer año, el gobierno tomó control y puso orden. El 2019 es el de liderar los cambios”.
Su estadía de casi un año fuera de Chile le ha permitido al nuevo vicerrector de Postgrado, Educación Continua y Extensión de la Universidad del Desarrollo, Ernesto Silva Méndez, asumir una postura más optimista que muchos de los que estando en el país vieron transcurrir el 2018 preocupados porque no se hicieran realidad las expectativas generadas antes de que Sebastián Piñera volviera a La Moneda.
El exdiputado y expresidente de la UDI cree que haber tomado distancia le ha permitido “ver los enormes progresos y avances que ha construido Chile en las últimas décadas y tener una mirada positiva de nuestro país respecto de sus oportunidades de futuro y de los desafíos que tenemos”.
Y lo cierto es que ya instalado en su oficina, contento con sus nuevas responsabilidades y una envidiable vista de Santiago a los pies de la universidad, Silva -por lo general no muy expresivo- destila optimismo y aclara que si bien no ha pensado volver a la política, sí quiere aportar desde el pensamiento.
Desde ese plano es que conversa con Diario Financiero, analizando el primer año del segundo gobierno de Sebastián Piñera.
– Seguro que la distancia contribuye al optimismo, porque acá…
– Noto que existe una ola mayoritaria de pesimismo. Sin embargo, creo que los progresos que está mostrando Chile son señales de que tenemos oportunidad de seguir mejorando.
– ¿Ese es el desafío del gobierno?
– Si uno mira Chile desde las cosas más básicas tiene progresos muy grandes, pero el esfuerzo que le permitió dar este salto ya rindió sus principales frutos y el tipo de salto que hay que dar hacia adelante requiere mayor productividad, mejorar el capital humano, sumarnos con más fuerza a una economía del conocimiento, de la innovación, con un Estado socio de esa estrategia.
-¿Es el próximo paso de Chile?
-Mi impresión es que Chile no puede seguir a velocidad crucero, tiene que avanzar más rápido y para eso es el momento de hacer cambios.
– ¿No es un error avanzar en tantas reformas a la vez en un solo periodo, igual que Bachelet?
– El gobierno del presidente Piñera fue elegido por dos razones principales: para recuperar la dinámica de seguridad que dan el crecimiento y el empleo; y por una disminución en los niveles de delincuencia. Para sostener eso y que se proyecte en el tiempo se requieren reformas.
– ¿En qué contribuyen concretamente?
– El primer año de gobierno marcó un crecimiento de 4%, dado principalmente por un ambiente de confianza y expectativas de que se iba a enmendar el camino; pero la confianza y las expectativas ya cumplieron su rol.
Para dar el nuevo salto se requiere ir por más, este es el año en que el gobierno tiene que subir su ambición y seguir con fuerza su agenda de reformas para que Chile siga creciendo.
– ¿Cómo pueden contribuir a eso las reformas?
– En las reformas está la arquitectura central de cambios que permiten darle sostenibilidad y solidez al progreso y crecimiento futuros.
– ¿El gobierno habrá fracasado si no las aprueba?
– Hay dos caminos para aprobarlas: aprobar lo aprobable o tratar de jugarse por algo que el gobierno está convencido que es importante para Chile.
Difundirlo, explicarlo y confiar en que la opinión pública cumplirá un rol en la discusión, para que movilice a la oposición que en una primera reacción quiera rechazar. Soy partidario de tomar el segundo camino.
– ¿Cómo lo hace Marcela Cubillos con Admisión Justa?
– Eso pasó en Aula Segura y puede darse en proyectos como Admisión Justa, pero también en otros temas. El gobierno debe tener la ambición de sacar reformas que produzcan cambios. Llevado a la reforma tributaria, por qué descartar de plano bajar los impuestos si el gobierno tiene la convicción de que es fundamental para el crecimiento y el progreso.
– ¿Cómo convence a la gente de que bajarle el impuesto a las empresas es positivo y, a la vez, que la indemnización a todo evento es buena, cuando para los empresarios encarece el trabajo?
– En la tendencia de los países que han dado un impulso a su crecimiento en los últimos años hay una corriente relevante que ha bajado los impuestos corporativos, como una forma de estimular la inversión y generar más dinamismo. Con la indemnización y flexibilidad laboral se busca que más personas tengan trabajo, contrato de trabajo y mayor movilidad laboral.
Hay una oportunidad para dar un estímulo al empleo formal de calidad y estoy convencido que si el gobierno se despliega para explicar sus convicciones en estos temas, tiene una buena posibilidad de generar una mayoría ciudadana que dé soporte y apoyo a estos cambios.
Que, de hecho, fueron apoyados en el programa de gobierno.
Al gobierno le va bien cuando se juega por sus convicciones y eso debe ser un eje en el debate de las reformas.- Sin embargo, el economista Igal Magendzo dice exactamente lo contrario que usted respecto de bajarle el impuesto a las empresas, que no ha tenido efectos positivos como política pública.- Los sistemas nunca dependen de un solo instrumento.
Lo relevante es que Chile requiere simplificar y aliviar la carga tributaria para estimular el crecimiento, modernizar su mercado laboral y un Estado más inteligente.
En eso la agenda planteada en el programa de gobierno es sólida y coherente, este es el año para desplegarla y traducirla en leyes.
– Asumo que tiene una evaluación positiva de este primer año de Piñera.
– Fue un buen primer año, el gobierno logró tomar control y poner orden, el 2019 es el año de liderar los cambios.
– ¿Cuál fue el rol del oficialismo en este primer año?
– ChileVamos cumplió un rol importante para darle gobernabilidad a esta administración. Ahora, su desafío es no dejar de hacer lo mismo a futuro, es decir, ser gobierno no tiene que ser una excusa para que no siga reflexionando y construyendo su propuesta.
– ¿Cómo ve a la UDI y su futuro?, considerando que el actual gobierno tiene altas posibilidades de prolongarse al menos otros cuatro años.
– La experiencia muestra que reelegirse es una tarea muy difícil, no suscribo el diagnóstico de muchos de que es tan fácil y va a requerir hacer muchas cosas bien, tanto la reflexión de ChileVamos sobre el futuro como la gestión del gobierno y las decisiones programáticas y electorales que se tomen. Porque por muy desarticulada que esté la oposición va a ser una tarea difícil.
– ¿Sería un fracaso para Piñera si no le entregara la banda a alguien de su sector?
– Creo que esa es responsabilidad de ChileVamos. ChileVamos no puede darse el lujo de no hacer todo lo necesario para proyectarse en un nuevo gobierno.
– ¿Y qué responsabilidad tiene Piñera en esto?
– El Presidente tiene que liderar un muy buen gobierno y, hasta ahora, lo ha hecho. Pero para eso lo relevante son las reformas este año.
-¿Cuál es su diagnóstico de la oposición?
-El principal problema que le veo a la izquierda hoy día es que no tiene una propuesta para el futuro de Chile, porque sus ideas hoy no funcionan.