A solas estuvo reunida la ministra del Deporte, Pauline Kantor, el miércoles pasado, con el Presidente Sebastián Piñera, el mismo día en que se le pidió la renuncia al subsecretario, Kael Becerra (RN), debido a roces con ella.
La salida de Becerra había sido resistida por parlamentarios de RN, como Andrés Celis y Erika Olivera, quienes mantienen una mirada crítica de la gestión de Kantor, la ministra con el nivel más bajo de conocimiento (un 24%), según la encuesta Cadem. De hecho, dado el bajo porcentaje de personas que la conocen, la encuestadora no publica su aprobación.
Diputados de la Comisión de Deportes y Recreación le reprochan responsabilidad por el atraso en la creación de la Corporación de los Juegos Panamericanos de Chile 2023, fundamental para que el país sea sede de ese evento deportivo.
En una columna publicada en La Tercera el viernes pasado por el periodista deportivo Juan Cristóbal Guarello, éste planteó que “hasta el momento no se ha hecho nada. Peor todavía, se retrocedió”, en cuanto al comité organizador.
Guarello agregó que “no hay sitio para la Villa Panamericana” de dicho evento, y que además se ha recortado el presupuesto para el laboratorio antidopaje de la Universidad de Chile, el cual es “obligatorio para los Panamericanos 2023”.
En los nueve meses que lleva Kantor, casi duplicó el presupuesto de su antecesor, Pablo Squella; desestimó el anteproyecto de Villa Panamericana; dejó sin recursos al Laboratorio Antidopaje de la U.de Chile y ha habido demora en elaborar los estatutos para anunciar la Corporación Santiago 2023, pese a las tres prórrogas dadas por PanamSports, que preside el chileno Neven Ilic.
Ilic ya dijo la semana pasada en El Mercurio que “el plazo para conformar la corporación era el 30 de noviembre y no se ha entregado nada. Es importante que se cumplan estas fechas, porque ya se había pospuesto dos veces antes. Vamos a mandar una carta al Ministerio para recordarle el incumplimiento. Lógicamente, me preocupa que no se haga lo comprometido”.
Mientras, el presidente del COCh, Miguel Ángel Mujica, en tanto, dijo a ese mismo medio que “ha pasado más de un año desde que nos dieron la sede (4 de noviembre de 2017), y si bien hubo un cambio de gobierno, ella se comprometió ante la asamblea de PanamSports que hubo en Lima en septiembre, a tenerlo listo en noviembre. Los compromisos son del Estado chileno, no de un gobierno”.
La ministra, en tanto, ha dicho que “los estatutos para Santiago 2023 están listos, el directorio de la Corporación estará compuesto por nueve miembros, entre los cuales estarán los representantes del COCh, Comité Paralímpico, un deportista y los representantes del IND”.
Casi fue interpelada
Las tensiones son conocidas en La Moneda. La misma Olivera se quejó de la gestión de Kantor con la vocera Cecilia Pérez, en un almuerzo de la bancada de RN, el 4 de septiembre pasado. “Le falta cercanía. Su gestión ha sido mediana. En el alto rendimiento es donde nos falta dar un paso con más fuerza. Estamos en deuda todavía”, comenta Olivera, integrante de la Comisión de Deportes de la Cámara.
“Ha tenido poca relación con los parlamentarios. No ha sido uno de los ministerios más activos”, dice otro diputado de la comisión, Ricardo Celis (PPD).
Un poco menos severo es Jaime Mulet (FREVS), también miembro de la instancia. “Al principio hubo algunas desprolijidades, daba la impresión de que no tomaba en serio a la Cámara. Pero en el último tiempo la he visto bien preocupada”.
Uno de los últimos episodios, ocurrió el martes 16 de octubre. Ese día fue citada a la Comisión de Deportes para hablar del presupuesto 2019, pero en medio de las preguntas, la ministra interrumpió la sesión, se paró y se fue, argumentando falta de tiempo.
Debido a esto, Mulet dijo que se evaluó una interpelación en su contra. Pero también hay quienes valoran su gestión, como Marcos Ilabaca (PS), Matías Walker (DC) y Sebastián Keitel (Evópoli). “La ministra ha realizado un muy buen trabajo, cada vez mejor”, dice Keitel.
La llegada de Kantor al Gobierno no era promovida por los partidos. Al igual que el ex ministro de Educación Gerardo Varela, ella pertenece al círculo de amigos de Piñera que fueron nombrados en roles de primera línea.
Ella y Varela, antes de ser designados en enero, estuvieron con el Presidente en Cachagua, donde fueron vistos jugando tenis. Según el académico de la UDD, Eugenio Guzmán, ser una “outsider” de la política y ser parte de “otro círculo, con otras características”, la convierten en “una apuesta del propio Piñera”.
La cercanía de la ministra con el Presidente es un legado de su padre, Juan Carlos Kantor Edelstein, quien le vendió la casa donde vive el Presidente. La secretaria de Estado, además, tiene una amistad con la primera dama, Cecilia Morel, con quien trabajó en el primer gobierno en el plan Elige Vivir Sano. Y su hijo Benjamín Salas Kantor es asesor de relaciones exteriores en la Presidencia.
Bajo conocimiento.
En marzo, Kantor —periodista y ex socia de la agencia de comunicaciones Factor C— partió la encuesta Cadem como la ministra más desconocida, con un 21% de conocimiento.
El lugar en la tabla lo mantiene y, hasta la fecha, sólo ha subido tres puntos porcentuales. Kantor cuenta con un equipo de comunicaciones compuesto por 4 profesionales (una directora de comunicaciones, un jefe de prensa, un periodista y un encargado de redes sociales).
Desde marzo, ha sido acompañada en cuatro eventos por el Presidente: el Día del Deporte, el lanzamiento del programa “Adulto Mejor”, un partido de fútbol calle en La Moneda y un duelo de tenis junto a Fernando González y Nicolás Massú. Pese a la visibilidad que han tenido sus actividades, algunas con cobertura de matinales de TV, comparativamente su conocimiento es más bajo que la ministra del Deporte de Bachelet, Natalia Riffo, quien en diciembre de 2014 tenía un 41% de conocimiento y 66% de aprobación, según Adimark (Cadem no medía ese tema entonces).
Riffo a esa altura era la cuarta secretaria de Estado mejor evaluada. En diciembre de 2013, según Adimark, el anterior ministro, Gabriel Ruiz-Tagle, debutó en el cargo con un 60% de conocimiento y un 60% de aprobación. A su favor, sin embargo, contaba que había sido presidente de Colo Colo. Y aunque la renuncia de Marcelo Bielsa en 2015 le significó un golpe de popularidad, terminó el gobierno como el séptimo mejor evaluado en Adimark con 54% de aprobación.