Tras la muerte de Camilo Catrillanca y semanas marcadas por casos de corrupción en Carabineros y en el Ejército, el Gobierno decidió a última hora cancelar la firma de Chile en el Pacto Global de Migración de la ONU, que será suscrito entre hoy y mañana en Marruecos.
Desde la oposición surgieron críticas a la medida no sólo por considerar que la migración hoy tiene categoría de “derecho humano”, sino también por la improvisación que llevó incluso a que los jefes de partidos de Chile Vamos se enteraran por la prensa de la decisión, y a reconocer —como el timonel de RN Mario Desbordes esta mañana en T13 radio— que Cancillería era partidaria de firmar, mientras que Interior no.
Pero de todas formas se cuadraron con la administración Piñera. Sin embargo, para el decano de la Facultad de Gobierno de la UDD —casa de estudios que realiza encuestas semanales para La Moneda—, la medida, aunque arriesgada, puede permitirle a La Moneda retomar el control de la agenda y a bajo costo.
De hecho, según la encuesta de Cadem de la primera semana de noviembre, 82% de la población apoya el cambio hacia una política restrictiva de inmigración. Y controlar la agenda le ha sido difícil al gobierno: La renuncia del Intendente de La Araucanía Luis Mayol el 21 de noviembre no aplacó los ruidos por el tema indígena; el mayor cambio del Alto Mando del Ejército tampoco cerró el flanco abierto por el caso viajes, pues el 23 de noviembre se filtró la arenga del comandante en Jefe del Ejército, Ricardo Martínez, lo que reflotó los problemas.
Y luego el Presidente ha intentado reposicionar los avances en temas económicos, por ejemplo, a través de una visita suya al nuevo centro logístico de Falabella y la recepción en La Moneda de los dueños de la minera Quebrada Blanca la semana pasada, tras aprobarse una inversión de US$5 mil millones.
El efecto control Planificado o no, no firmar el pacto de migración le permite al gobierno salir a recuperar la agenda, que estaba absorbida en temáticas altamente complejas.
Ahora, ¿cómo sigue? Dependerá del cálculo de la oposición si la temática le reditúa algo, porque el concepto que metió el Gobierno de ‘migración ordenada’ tiene bastante asidero en el electorado y en la población general”, sentencia Eugenio Guzmán. “Existe una tensión entre aceptar al inmigrante y los prejuicios que tienen elementos verdaderos y falsos, lo que inquieta al elector medio.
Entonces al gobierno le permite mantener agenda en un tema en el que ha sido más activo que cualquier otro gobierno.
De todas formas creo que el gobierno no había analizado el tema más en profundidad, porque no estaba en la agenda y tomó una decisión de prudencia”, concluye. Aunque hoy Piñera evitó referirse a la decisión de no firmar el pacto, al encabezar la ceremonia en la Plaza de la Constitución de conmemoración de los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos destacó que “las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos” y que la Declaración no hace “ninguna distinción por raza, sexo, nacionalidad…” “Queda hipotecada una política exterior de Estado” Hoy la oposición reaccionó a la decisión del Gobierno.
El senador PS José Miguel Insulza afirmó a que “ha quedado hipotecada la idea del Presidente de tener una política exterior de Estado que trascienda al gobierno de turno.
El rol de conductor de la política exterior no es una carta blanca para que el Presidente haga lo que le dé la gana. Si quiere hacerlo, tendrá nuestra oposición como en todas las otras materias”.
Y en Twitter el ex Presidente Lagos dijo que “la migración es un asunto global y ningún país lo puede resolver con políticas domésticas”. Por otra parte, el senador RN Manuel José Ossandón respaldó la decisión del Gobierno y aclaró que estuvo estos días en Marruecos, pero no firmó la declaración migratoria, como se informó en distintos medios.