“Ministro, ¿ha pensado renunciar?”, fue la primera pregunta de la conferencia de prensa convocada de manera extraordinaria esta mañana por parte del titular de Salud, Emilio Santelices. La autoridad respondió con una sonrisa y un “no”.
Ayer en la tarde la Contraloría le había propinado un golpe al determinar que el protocolo del Ministerio de Salud —que señalaba que las clínicas privadas podían invocar objeción de conciencia para no realizar abortos y mantener financiamiento fiscal— no se ajusta a derecho.
Sin embargo, a pesar de que el dictamen del contralor Jorge Bermúdez también ponía en jaque la aplicación de la disposición legal sobre objeción de conciencia institucional (ver secundaria), el ministro sólo señaló que el Ejecutivo está estudiando un nuevo protocolo que se ajuste a la ley y a las disposiciones de la entidad fiscalizadora.
“A la luz de esta nueva consideración de la Contraloría, claramente las cosas las podríamos haber hecho diferente”, dijo Santelices, quien dijo que sacarán “lecciones” de este episodio.
El tono humilde del secretario de Estado se ajustaba a la decisión del Presidente Sebastián Piñera de bajar la beligerancia y evitar que el tema siguiera escalando. “El Presidente ha sido muy claro y eso quedó en las declaraciones que se dieron ayer, que nosotros respetamos el Estado de Derecho y me ha instruido para que los equipos trabajen en el menor tiempo posible por resolver las situaciones que ha indicado el contralor”, añadió.
“Gobierno entre dos realidades”
El problema del dictamen, sin embargo, es que nuevamente un conflicto de ministerios sectoriales, alteraba el plan del Gobierno de mantener un clima de unidad nacional y construir una agenda legislativa acordada previamente con la oposición.
De hecho, para hoy en la tarde, la Presidencia había convocado a la primera reunión de la mesa de trabajo prelegislativo para buscar consensos en materia de Salud.nPero, en vista de la polémica, el diputado RD, Miguel Crispi, adelantó que no asistiría mientras en la mesa estuviera Santelices, quien a su juicio, carecía de legitimidad.
Para el ex jefe de la Secretaría de Comunicaciones en el primer gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010), Juan Carvajal, el actual panorama en Palacio tiene que ver con que “el Gobierno está dividido en dos realidades: Una es la agenda Presidencial y del comité político y la otra es la que se está generando por la actuación de algunos ministros”.
Para revertirlo, dice, tendría que establecerse una forma de conducción centralizada. A su juicio, la actual administración se instaló “con un diseño comunicacional, político y de gestión preelaborado que se le escapó de las manos. Los actores del Segundo Piso (asesores presidenciales) y el comité político (los ministros) están preocupados de establecer líneas, pero ha habido incapacidad para implementarlas y lograr que tanto el elenco de ministros como el conjunto de la coalición actúe en concordancia”.
Para el vicedecano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Rodrigo Arellano, crucial es que el Gobierno salga “rápidamente a enmendar y no caer en una discusión o confrontación con el contralor” si es que espera despercudir la agenda sectorial de este traspié.“El ministro Santelices había salido bien parado de la interpelación, por lo tanto, deberán actuar rápidamente y enmendar el protocolo según lo dictado por la Contraloría”, agrega Arellano.
De todas formas, anticipando el escenario de una eventual acusación constitucional, dice el académico de la UDD que si es presentada “no debiese entorpecer la agenda”, por lo que es clave “cómo se reacciona y la rapidez”.
En tanto, como un “autogol innecesario” calificó la cientista política Bárbara Briceño el traspié con el protocolo de la Ley de aborto en tres causales. Cree que los impasses de la cartera se pueden solucionar con mayor coordinación. “En materias relevantes los ministerios no pueden ser tan independientes. Quizás tienen la sensación de una mayor autonomía de la que deberían tener”, opina.
Al igual que Carvajal, Briceño sostiene que debe haber un rol más activo de Presidencia: “No puede haber una acción, que puede generar problema, que no pase por el visto bueno de Presidencia (…) Quizás no están bien definidos los límites respecto de qué es lo que pueden hacer los ministros de forma autónoma y qué no. Las que tendrán revuelo público debieran sí o sí pasar por el visto bueno de Presidencia”.
Según la cientista política, el gobierno debe “dar vuelta la página”, poner nuevamente los temas de salud en el tapete y procurar no tener nuevos reveses político-técnicos. “El nuevo reglamento debe tener sí o sí el visto bueno de Presidencia. No se pueden equivocar dos veces en lo mismo”, plantea Briceño.
“Considero que el gobierno debiese acatar el fallo de la Contraloría, asumir que la modificación del reglamento fue un error e implementar la ley. El único modo de recuperar agenda es asumiendo el error y colocar otros temas de salud pública en debate”, añadió Claudio Fuentes.
Respaldo oficialista
En tanto, a nivel político, desde la oposición crecieron las chances de acusar constitucionalmente a Santelices (ver página siguiente), mientras que desde Chile Vamos salieron voces de respaldo.
“Creo que lo ha hecho bien”, recalcó hoy en T13 Radio, la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.
“Siempre las cosas se pueden haber hecho mejor, acatamos el dictamen. RN respalda la gestión del ministro y ha solicitado formalmente al Presidente que se mantenga en funciones”, señaló el presidente de RN y diputado, Mario Desbordes.
“Al ministro Santelices ‘se lo quieren cargar’. Hace tiempo que lo andan buscando a ver si se lo pueden cargar. Cargar significa, en un lenguaje más popular, a ver si lo logran complicar en su existencia”, añadió el ex ministro de Justicia del primer mandato de Sebastián Piñera, Teodoro Ribera (RN), esta mañana en Radio Cooperativa.