SEÑOR DIRECTOR
Se ha dicho mucho de la reunión entre los líderes de la península coreana. Ha habido un análisis simbólico, se ha interpretado el nerviosismo de uno y otro actor, se ha ensalzado a los dos líderes y todo aquello es correctísimo.
Pero hay actores que aún no vemos y que son los que más tienen que decir frente a esta reunión. China probablemente dejará constancia de la no aceptación de la unificación, para que no se acerque EE.UU. a su frontera. Ese es probablemente un tema que no haya que tocar; EE.UU. hablará de la desnuclearización y las medidas para tener certezas de ello negociando la cantidad de efectivos militares estadounidenses en Corea del Sur. Y finalmente, será necesario contribuir y ayudar a Corea del Norte en el desarrollo de su economía, con el objeto de evitar las hambrunas y necesidades urgentes que detonan estas escaladas de crisis que no son nuevas, pero que van moviendo los límites a extremos peligrosos.
No exijamos condiciones especiales; EE.UU. ganó esta pulseada pero Corea del Norte puede sacar grandes dividendos si juega bien sus cartas, y Kim Jong- un ha demostrado que sabe jugar.
Esperemos hasta que se reúna Trump con Kim para empezar a atar cabos en la situación que se vive en esa zona, y que incumbe, además de los nombrados, a Japón y a algunos de los dragones asiáticos. Aún falta que corra agua bajo el puente, pero esto ha sido un gran inicio.
Jorge Sanz Jofré
Académico Facultad de Gobierno
Universidad del Desarrollo