SANTIAGO.- La reunión de un grupo de diputados del PH y Partido Poder con la cuestionada ex Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, abrió un nuevo flanco de diferencias en el Frente Amplio (FA), el cual se sumó a las discrepancias que tuvieron sobre la demanda marítima boliviana y el llamado a los acuerdos realizado por el Gobierno.
De hecho, el diputado de Revolución Democrática, Pablo Vidal, aseguró que el resto del bloque desconocía la realización del encuentro con la ex líder trasandina y recordó que «nosotros como Frente Amplio tenemos el deber de demostrar que no queremos corrupción, y con quien nos juntamos también habla de eso a nivel nacional e internacional».
La misma tensión se vio luego de que el diputado del Partido Liberal, Vlado Mirosevic, en conjunto con RD, expresaran su respaldo hacia la política de Estado de Chile frente a la aspiración de Bolivia, mientras que su par de Poder, Claudia Mix, se tomó fotos con el Presidente Evo Morales y los parlamentarios del PH respaldaran abiertamente al país vecino.
Ante ello, la diputada de Izquierda Libertaria, Gael Yeomans, reconoció a Emol que «es innegable que al interior del Frente Amplio existen diferencias, es normal». Sin embargo, recalcó que «son muchos más los acuerdos, como terminar con el sistema de AFP o avanzar en derechos para las mujeres en cuanto a igualdad salarial y en materia de aborto».
En medio de ese debate, surge la interrogante de cómo va a actuar la coalición para lidiar con estas dos «almas». Al respecto, el Director del Magíster en Comunicación Política en la U. Adolfo Ibañez, Max Colodro, señaló a este medio que «el gran problema que cruza al FA es que hay una diversidad política e ideológica muy grande».
«Dentro del bloque hay sectores que miran el proceso político chileno con mucha distancia y que miran la institucionalidad con muchos cuestionamientos a su legitimidad. Y hay sectores que de alguna manera se sienten más cómodos insertos en la institucionalidad y tratando de hacer modificaciones y cambios desde dentro», añadió.
En esa línea, el sociólogo aseguró que «esas dos visiones al final van a hacer muy difícil que el Frente Amplio logre ir consolidándose como una alternativa política consistente, unitaria y que tenga de algún modo al final un proyecto político común».
En la misma línea, el director del Programa de Opinión Pública de la UDD, Gonzalo Müller, opinó que «más que dos almas, hay un problema de conducción política. El FA hoy no tiene la capacidad de tener una posición frente a distintos temas, son varios los episodios en los que tienen múltiples opiniones y no hay ninguna coordinación política entre ellos».
«Sin duda que dentro del FA coexisten grupos más de izquierda tradicionales y otros que de una u otra manera tienen una cercanía con lo que fue en algún minuto la Nueva Mayoría o la Concertación. Esa tensión se manifiesta, son posiciones muy distintas, son tipos de electores distintos también y por tanto no es una tensión fácil de resolver», enfatizó.
En tanto, la Directora Ejecutiva de la Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente, evitó señalar la existencia de esas «dos almas». «Yo no dramatizaría, las coaliciones amplias en general tienen diferencias entre si, lo importante es cómo se procesan esas diferencias más que hacer de ellas un tema en si mismo».
«No haría esa diferencia, no me la jugaría por eso, porque depende también de la identidad. Yo creo que todavía es una coalición y son partidos que están en búsqueda de su propia identidad y habrá que ver en el camino cómo eso finalmente se expresa», recalcó.
Asimismo, subrayó que «una coalición emergente como esta tiene que generar algún mecanismo de entendimiento y procesar diferencias, es súper clave. Lo digo pensando en la experiencia del FA uruguayo, en donde conviven una serie de movimientos en base a un estatuto que establece procedimientos cuando tienen algún tipo de diferencias», agregó.
De perseverar en estas diferencias, los analistas advierten que el FA puede seguir el mismo camino de la extinta Nueva Mayoría. «Sin duda, están siguiendo el mismo derrotero, en el sentido de que al final la heterogeneidad de visiones y las diferencias políticas e ideológicas impiden que pueda configurarse un proyecto político común», dijo Colodro.
«Yo creo que inevitablemente los va a perjudicar y lo está perjudicando ya, es muy evidente que las diferencias al interior del FA son muy de fondo y que ya con la experiencia de lo que fue la Nueva Mayoría, hay un precedente de que al final cuando hay una heterogeneidad y visiones internas tan distintas, al final eso termina por pasar la cuenta», añadió.
A juicio de Müller, «le pasó a la NM con el PC y la DC, que terminó quebrándose y fracasando como referente político. Ese es un peligro que tiene que tener a la vista el FA, porque finalmente la diversidad es buena, pero cuando no hay una unidad de propósitos finalmente esa tensión hace ineficiente el trabajo político de la coalición».
«La institucionalidad que se ha dado el FA es débil y no les permite tomar resoluciones en términos de tener una postura única y finalmente, el estar siempre abierto a que haya posturas y acciones distintas obviamente debilita su capacidad política», enfatizó.
Mientras, De la Fuente reconoce que «todas las coaliciones pueden pasar ese tipo de crisis, pero depende de ellos. Yo creo que todavía tienen una especie de luna de miel, porque todavía es una coalición en formación y que requiere mucha conversación, mucho diálogo y entendimiento interno para generar estos mecanismos para superar las diferencias».
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