Desde que adquirió el rango de ministerio en junio de 2016, el de la Mujer y la Equidad de Género “se visibilizó”, dice la ex subdirectora del organismo María Luisa España (DC).Si bien su presupuesto para este año alcanza los $52 mil 845 millones (el 11% de las platas de la Subdere), la ministra de la Mujer habitualmente está entre las figuras mejor evaluadas del gabinete.
Según la última Cadem, después de Heraldo Muñoz, Claudia Pascual es considerada la segunda “mejor” ministra(o) de Bachelet.
A eso se suma la agenda valórica que, según el sociólogo Max Colodro, es clave y está ligada a esta cartera (ver recuadro).De ahí el interés de los partidos de Chile Vamos que, hasta ahora, promueven en total ocho nombres: las UDI Andrea Molina, Viviana Paredes (quien ya fue subsecretaria en esta área) e Isabel Plá; la Evópoli Lorena Recabarren; la PRI Alejandra Bravo y las RN Cecilia Pérez, Mireya Chocair y Luz Granier.
Los aprontes“Si el Ministerio de la Mujer demanda poca presencia pública y una agenda más bien acotada, Andrea Molina podría ser.
En el caso de Cecilia Pérez ella tiene alta trayectoria, bastante experiencia”, cree el decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán.
Pero agrega que quizás, “en un cargo como ése”, Pérez termine desperdiciándose, “en el sentido de que está mucho más preparada para funciones como la vocería”.
Alejandro Fernández, director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad, reconoce haber escuchado varios de esos nombres.
Pero dice que quien asuma “debe tener un perfil más bien liberal.
Es complejo poner en el Ministerio de la Mujer un perfil más conservador, porque eso genera mucho anticuerpo y a Andrea Molina uno la podría asociar a un mundo más conservador”, e indica que “Cecilia Pérez es un buen nombre”.
A su juicio, este ministerio, “es una buena plataforma política, porque cualquiera de ellas puede después ser candidata al Senado, dado que las últimas ministras del Sernam han tenido súper buena aprobación en las encuestas”.
Para el decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la U.
Central, Marco Moreno, “por ser una cartera más vinculada a la discusión de los temas de la agenda de libertades públicas se requerirá un nombre con más cercanía a dicha agenda”.
Y en este escenario, asegura, “la UDI con una impronta más conservadora tendría más difícil la interlocución”.
En cambio, dice, “Recabarren, que viene de Evópoli y tiene un perfil más liberal, podría sintonizar mejor con la agenda que debe impulsar dicha cartera”.
De paso, añade Moreno, “descomprime la demanda de Evópoli y los ubica en ministerios más sectoriales que políticos y promueve el necesario recambio de liderazgos”.
Para la ex Sernam de Sebastián Piñera, Loreto Seguel (Evópoli), el próximo Ministerio de la Mujer debería enfocarse en políticas como el postnatal, el programa 4 a 7 (que contribuye a la inserción y permanencia laboral de mujeres responsables del cuidado de niños) y la disminución de la brecha de género en el salario.
“Se tiene que retomar la senda que venía del gobierno anterior, que fue una preocupación importante por el tema del trabajo y del emprendimiento”, concluye.
En la misma línea, Viviana Paredes (UDI) —ex subdirectora del Sernam y una de las cartas que se proponen— indica que espera “que el nuevo ministerio retome el camino de fortalecer a las mujeres y trabajar el tema de la violencia”.
Para María Luisa España, la gran diferencia que implicó el cambio de rango es que “pasó de ser un servicio que ejecuta a un ministerio que diseña políticas de igualdad y de equidad de género que efectivamente pueden disminuir la brecha”.
Plantea que “si Piñera, como Presidente, quiere de verdad escuchar a la ciudadanía” debe poner en este ministerio a alguien preparado en políticas públicas, pero además “quien sea ministra debería ser del ala más moderna de la derecha”.