Pese a que ni en las primarias ni en la primera vuelta al ex Presidente Sebastián Piñera se le vio hacer «volanteo» con automovilistas, esta mañana en Viña del Mar encabezó por segunda vez en una semana una actividad de este tipo.
Precisamente esta forma de hacer campaña es una de las medidas que ha adoptado el comando piñerista, luego de una primera vuelta en que el ex Mandatario consiguió un resultado de 36,6% y despertó la preocupación en el sector.
A juicio del analista político Max Colodro, «Piñera recibió un golpe anímico fuerte. Fue un resultado inesperado que golpeó el ánimo y la confianza tanto de la gente que trabaja por el ex Presidente como de sus votantes».
Y agrega: «Los estados de ánimo y la confianza son variables muy importantes para poder sumar votaciones en los momentos decisivos».
Colodro enfatiza también que «hay un deterioro de confianza en la centroderecha que, de alguna manera, se explica por el excesivo triunfalismo y por la idea de que Piñera tenía la elección asegurada».
—¿Esto se podría traducir en «desesperación», como afirman Alejandro Guillier y el presidente del PS, Alvaro Elizalde?
—Sin duda. En la medida en que hay temor a la derrota, hay mayor riesgo de cometer errores y de hacer cosas de manera poco meditada. Al final, esas cosas pueden terminar jugando en contra.
SHOCK DE PREOCUPACIÓN
A juicio del decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, existe «un shock de preocupación» en el comando piñerista.
«Eso debería traducirse en mucho más trabajo en terreno como la definición de estrategias. Muchas de las expectativas eran que la diferencia iba a ser mayor y que Beatriz Sánchez no iba a tener una votación tan alta», señala Guzmán.
El decano agrega que «hay una necesidad imperiosa de aunar todos los esfuerzos para la campaña».
La presidenta del PRI, Alejandra Bravo, dice: «Esperábamos superar el 40% en la primera vuelta. Sin embargo, la votación está muy por sobre la del candidato oficialista. Ahora bien, el resultado de la primera vuelta nos sirvió también para fortalecer los contenidos».
La historiadora Valentina Verbal, de Evópoli, dice que en la candidatura «no hay desesperación en el sentido de pesimismo. Lo que sí hay es incertidumbre, o no certeza plena de que la elección se va a ganar. Hay una actitud preocupada. Pero no veo lo que históricamente se ha llamado el miedo de la derecha».
