(…) Uno de los principales damnificados de la primera vuelta fueron las encuestas.
Con la excepción de la realizada por la Universidad del Desarrollo (UDD para «El Mercurio») y Criteria Research, el resto de los pronósticos estuvieron lejos de los resultados finales.
Incluso, varios de los representantes de las otras encuestas pidieron excusas públicas por los errados pronósticos.
«Nosotros somos los primeros en reconocer con humildad que se produjeron estas diferencias y que vamos a trabajar arduamente en hacer que la encuesta sea lo más rigurosa posible en sus métodos», dijo el coordinador de Opinión Pública del CEP, Rodrigo González. Para el senador UDI Hernán Larraín, la incertidumbre radica en que «fue tal la diferencia de votos obtenidos por los candidatos respecto de los pronósticos de las encuestas, que hoy nadie cree en ellas y ni siquiera se hacen públicas.
Eso nos deja ante una pieza oscura».