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Parlamento para negociar – Cambio 21

El partido más votado pone la música, señalan en el mundo político de cara a la segunda vuelta. La misión para la centroizquierda es que las demás fuerzas puedan escribir la letra sin que esto desafine a la orquesta. Hay muchos que se creen cantantes eso sí…

Con la primera vuelta prácticamente decidida a favor del candidato presidencial de la derecha, Sebastián Piñera, todos los ojos están puestos en lo que sería la segunda vuelta -o balotaje-que se disputará a mediados de diciembre, donde el exmandatario y el postulante que resulte ganador(a) de la Nueva Mayoría (Alejandro Guillier o Carolina Goic), el Frente Amplio (Beatriz Sánchez) o el PRO (Marco Enríquez-Ominami) tendrán una disputa que se anticipa voto a voto. Sin embargo, el elemento de competitividad que debe asegurar este dividido segmento denominado centroizquierda para impedir la victoria de Chile Vamos, tiene que ver con una propuesta programática que logre poner de acuerdo a la gran cantidad de ideologías que van a sentarse a negociar el día después de la elección. Por lo mismo, más allá de las ideas que cada sector querrá imponer, existe un factor de peso que debiera desnivelar la balanza a favor de unos y en contra de otros: la cantidad de congresistas que cada partido obtendrá este domingo 19 de noviembre.

En este ámbito, y por un asunto estrictamente matemático tras el aumento de cupos a elegir en el nuevo sistema proporcional que reemplazó al binominal (de 120 a 155 diputados y de 38 a 50 senadores), la representación parlamentaria de cada una de las colectividades bajará, sobre todo de las más tradicionales tras el refichaje de militantes que impuso la Ley de Partidos Políticos. Por contrapartida, las entidades recientemen te constituidas obtendrían los escaños suficientes como para matricularse con al menos un comité conjunto. Todos lanzan sus pronósticos y proyecciones, favorables por cierto y usando como barómetro las elecciones parlamentarias de 2013 y las municipales de 2016, aunque se sabe que tanto el voto cruzado del elector (presidenciable de un color y legislador del bando rival) como la alta abstención que se vaticina, de alrededor del 60%, hace imposible entablar certezas. Conclusión: solo queda esperar lo que diga la libre expresión ciudadana luego de una campaña que fue casi invisible en las calles y tapizada de promesas, ofertas y múltiples vendidas de pomada. Desde ya una premisa: nadie perderá y todos explicarán. Sin duda, el ABC de la política.

«Pelotera constituyente»

«Naturalmente el partido más votado pondrá la música», anticipa Mauricio Morales, director del centro de estudios de la Universidad de Talca, «aunque aquellas colectividades que no forman parte de original del pacto ‘Fuerza de Mayoría’ y que serán invitados a la coalición escribirán la letra, porque eventualmente les podrían dar el triunfo a su candidato presidencial».

«En ese sentido, si es que Guillier llega a dar una sorpresa y queda a 10 puntos de Piñera, entonces la Democracia Cristiana se torna en un actor clave para poder pelear esa segunda vuelta en mejores condiciones. Ahora, si el senador -como dicen las encuestas- obtiene en torno al 24 o 25%, el apoyo de la DC pasaría a ser irrelevante, porque el balotaje de todas maneras se pierde», señaló a Cambio21. Consultado por este medio, Eugenio Guzmán, director de la facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, auguró que en la DC «el porcentaje de votos de la parlamentaria será mayor al de la presidencial» y que «un alto número de incumbentes será reelegido, los que tendrán una labor fundamental».

De cara al balotaje, en Alameda 1460 tienen claro que no da lo mismo que los electos en la senatorial sean Andrés Zaldívar, Ignacio Walker, Fuad Chahín y Paz Foitzich, rostros del sector más de centro de la falange, en vez de Yasna Provoste, Ximena Rincón y Aldo Cornejo, quienes optaron por girar hacia el color rojo de la Nueva Mayoría. Según el analista de la Universidad de Santiago Bernardo Navarrete, si ganan estos últimos «habrá una primacía más hacia la izquierda».

Por ende, «todos los sectores que han apoyado a Carolina Goic se verían bastante más debilitados». A nivel de diputados, se da por descontado el descenso de la bancada. De los 19 en ejercicio, se estima que podrían terminar entre 12 y 15. «Lo que hay detrás de todo el escenario de la segunda vuelta es que el gran adversario a vencer es Piñera», dice Mario Venegas, legislador por la región de La Araucanía. «Por lo mismo -nos comentó-, para algunos de nosotros era necesario tener -conversaciones previas, porque si comenzamos con el diálogo programático el día después de la elección se nos va el mes completo discutiendo».

«Esto responde a un orden mucho más práctico. La pregunta es qué vamos a hacer: ¿por acción u omisión querrás que Piñera gane la elección? Yo no estoy disponible para eso», recalcó.

«La cosa está compleja», advierte Pedro García, candidato a diputado por Santiago-Ñuñoa-Macul. «Para la Demdcracia Cristiana no es una situación sencilla estar dando explicaciones por cosas en las cuales nuestro electorado, idiosincrasia y valores no siempre concuerdan. Yo no me siento cómodo con Piñera, obvio, pero tampoco con Guillier en este instante, porque tiene muchos flancos abiertos», nos contesta de entrada. El otrora ministro de Ricardo Lagos entregó dos ejemplos: «que por razones ideológicas se posterguen elementos esenciales y necesarios para un mejor servicio y atención de salud (concesiones hospitalarias), que es lo que propone Carolina Goic», y «lo que plantea el senador Felipe Harboe (PPD), qu dice que no se siente interpretado en u llamado a reevaluar la Constitución p r un mecanismo que no da certeza institucional, como lo es la asamblea constituyente».

«No es lo mismo que Vote el 70% de la población que el 30%. Por eso que si vota mucha gente, ahí se verá quién pesa más. Ahora, si vota muy poca gente y Piñera saca el 40%, muchos podrán decir que fue no votaron tantos, por o que yo no me siento interpretado porque mis cercanos no validaron la elección. Por ende, quiero asamblea constituyente hora, con lo que se arma una pelotera mayúscula», explicó.

Retroexcavadora firme

Mientras sigue el misterio por los votos DC, los expertos a guran el alza de tres fuerzas. Mauricio orales cree que el PS tendrá la bancada «mas grande» (manteniendo los escaños que posee hasta ahora), y Axel Callís, de la fundación Chi-le21, asegura que entre el PPD y la UDI se dividirán las cifras en el Senado. Respecto a la entidad liderada por Álvaro Elizalde, el sociólo o Ernesto Águila tildó de «difícil, pero no imposible» el éxito de candidatos que se medirán ante cartas regionales fuert s del PPD, como el propio el exvocero e Bachelet, que compite ante el diputa. o Jorge Tarud en el Maule; Isabel Allende. frente a Ricardo Lagos Weber en Valparaíso, y José Miguel Insulza versus Salvador Urrutia en Arica. Más allá de la respo sabilidad política que recaerá en Elizalde si la colectividad no logra tres senador; , si Piñera gana la presidencia, Águila afirmó que es un hecho que el PS «va a quedar debilitado como para generar un liderazgo a futuro», siendo lo más próximo a segunda vuelta. Acá la bajada de Ricard.

Lagos Escobar y la suspensión de la primaria interna del partido (donde se habían inscrito Insulza y el abogado Fernando Atria) serán usadas como fuerte argumentación. Por de pronto, el nombre de Camilo Escalona entra a escena. Si el histórico dirigente accede al Senado (por Aysén) se producirán dos noticias: su retorno a la testera socialista en reemplazo de Elizalde y su perfil «concertacionista» chocará con la línea «girardista» que buscará la continuidad de la «retroexcavadora» que impulsó Jaime Quintana -sin éxito- en su período como timonel del PPD. Para esto último, «pepedeísmo» espera contar con nueve senadores, el mencionado Quintana, Marco Antonio Núñez y Ximena Órdenes, rival de Escalona, quien de ser derrotado en el sur no tendría ningún peso para liderar las conversaciones con el Frente Amplio, la DC y el bando guillierista que agrupa al desde el PR al PC.

Dos tesis y ningún camino

¿Derrotar a Piñera o priorizar el proyecto político? Ambas tesis son válidas dentro del Frente Amplio, pero bajo la consigna de que debe elegir una. Sebastián Depolo, jefe de la campaña presidencial de Beatriz Sánchez, reiteró que aún no existe ningún mecanismo definido ante el caso de que Guillier tenga que enfrentar a Piñera.

«Debería tener definiciones mucho más claras para conquistar a nuestros votantes», criticó en El Mercurio. «Nosotros entendemos que la gente se va a movilizar contra Piñera. La pregunta es si nosotros políticamente también nos vamos a movilizar con eso. Y hoy senti mos que no hay claridad para hacer ese gesto político», alertó. En opinión de Eugenio Guzmán, «no sabemos si Beatriz Sánchez será capaz de tener la fuerza sobre los partidos que componen esta coalición para apoyar a Guillier, más si esta obtiene una suficiente cantidad de diputados».

«No veo a los humanistas respondiendo automáticamente al llamado. Son bastante autónomos. Por ahí puede haber fuga de votos. Si es derrotada viene un cuestionamiento a su liderazgo. No es lo mismo que logre el 13% a que rasmille el 19%. Además, no se tiene claro si el FA querrá mantenerla y esperarla como una especie de ME-O para relanzarla nuevamente en 2021. Resulta que ahí están Gabriel Boric (MA) Y Giorgio Jackson (RD), que aspiran a la reelección y que van a mostrar interés en ser candidatos. Ya estarán en edad y piensan distinto», expresó. Javiera Arce, investigadora de la Universidad de Valparaíso, añade como elemento extra que algunos de los nuevos diputados que sumará el «frenteamplismo» tiene una «fuerte animadversión hacia la Nueva Mayoría, lo que se ha visto en la relación que Revolución Democrática estableció con ellos». «

Yo no estaría tan esperanzada de la nueva configuración de fuerzas. Además que la derecha se verá fuerte en algunos distritos, como Santiago, donde podrían sacar cuatro diputados. Y eso es producto de la ampliación de la oferta hacia grupos más liberales como Evópoli. Como yapa está el fantasma de la abstención. Están enredadas las variables», destacó. No hablamos de pesimismo, pero casi, ante lo cual el diputado radical Carlos Abel juega a las ironías: «las utopías mezclan la ilusión con el realismo» y «seamos realistas pidamos lo imposible».

El problema es que entre la centroizquierda y los estudiantes franceses de la Revolución de Mayo del 68 hay algunas diferencias.

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