En el inicio del Congreso del PCCh, el Presidente chino dio un discurso triunfalista y se puso como meta el año 2050 para convertir a su país en la mayor potencia.
En un intento por simbolizar la unidad del régimen por encima de posibles rencillas entre grupos de poder, el Presidente de China y secretario general del Partido Comunista (PCCh), Xi Jinping, llegó flanqueado por sus dos predecesores en el cargo, Jiang Zemin y Hu Jintao, a la sesión inaugural del XIX Congreso Nacional de la colectividad, celebrada ayer en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing.
En un discurso triunfalista de tres horas y media, Xi proclamó la llegada de “una nueva era” para el socialismo chino, asegurando que el país “se erguirá entre todas las naciones del mundo” en 2050. Si bien en lo económico señaló que el gigante asiático “no cerrará sus puertas al mundo”, en lo político no dejó entrever ninguna es- peranza de liberalización del régimen.
“Mediante un largo período de trabajo duro, el socialismo con características chinas ha entrado en una nueva era, esta es una nueva dirección histórica en el desarrollo de nuestro país”, dijo el mandatario, quien utilizó 36 veces la frase “nueva era”, en la primera jornada del decisivo cónclave de una semana en el que se vaticina que será ratificado en su cargo hasta 2022.
Dirigiéndose al resto del mundo, Xi prometió, en lo que probablemente fue una referencia indirecta a la política de “EE.UU. primero” del Presidente Donald Trump, que China estaría plenamente comprometida con el mundo y reiteró sus promesas de hacer frente al cambio climático. “Ningún país puede abordar por sí solo los muchos desafíos que enfrenta la humanidad. Ningún país puede permitirse el lujo de retirarse al autoaislamiento”, afirmó el mandatario ante los cerca de 2.300 delegados del PCCh.
“Es hora de que tomemos el centro del escenario mundial y hagamos una mayor contribución a la humanidad”, expresó Xi en su discurso, en el que también se animó a vaticinar que China va camino a consolidarse como una “potencia mundial líder” en lo político, económico y militar. El objetivo es que en 2050 el país se convierta en “una gran nación socialista moderna”.
Para lograr aquello, Xi insistió en su lucha contra la corrupción, flagelo al que calificó como “la mayor amenaza” que afronta el PCCh. “Tenemos que mantenernos firmes como una roca en nuestra determinación de garantizar el logro de una victoria aplastante”, animó.
También dijo estar determinado a continuar con la modernización militar para “hacer del Ejército popular un Ejército de primer orden” para 2050.
En materia política, sin embargo, Xi dejó en claro que no hay planes para una reforma. “No podemos trasplantar mecánicamente las modalidades de los sistemas políticos extranjeros”, dijo. “Debemos apoyar y mejorar firmemente el liderazgo del partido y hacer que el partido sea aún más fuerte”, agregó.
Asimismo, el mandatario aprovechó la oportunidad para recordarle a Taiwán que Beijing “tiene los medios para vencer las tentativas separatistas a favor de la independencia taiwanesa”. Respecto a Hong Kong, dijo que el principio de “un país, dos sistemas” no será cambiado o distorsionado.
Reformas económicas
En el área económica, el Presidente anunció que relajarán el acceso de la inversión extranjera al mercado financiero, una ampliación de la entrada de actores foráneos al sector servicios y que profundizarán las reformas de los mercados cambiario y financiero.
En cuanto a la mayor apertura en el sector servicios, la industria financiera chilena podría verse beneficiada con esta medida, según Yun-Tso Lee, director del Centro de Estudios de Relaciones Internacionales de la Universidad del Desarrollo (UDD).
“Hay una gran oportunidad para las empresas del área financiera”, como aseguradoras y corredoras de bolsa, comentó. Sin embargo, cree que las mejores posicionadas para aprovechar este nuevo escenario son las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
La población china está viviendo un proceso de envejecimiento y el gobierno está buscando la mejor forma de enfrentar esta realidad. Lee detalló que, en los últimos 10 años, diversas autoridades y ejecutivos chinos han venido a Chile a conocer en primera persona el sistema de pensiones nacional, modelo que les ha gustado.
Por esto mismo, el especialista de la UDD cree que “las AFP pueden encontrar un gran, gran nicho allá en China”.
Empresas estatales
Si bien Xi se mostró dispuesto a abrir más la segunda economía del mundo, hay un elemento que no cambiará en los próximos años: las compañías estatales seguirán siendo actores dominantes. De hecho, el líder chino llamó a fortalecer a estas em presas, lo que no fue bien recibido por los analistas. Con todo, el mandatario enfatizó la meta de alcanzar una “sociedad moderadamente próspera” hacia 2020, lo que ha impulsado la política económica en los últimos cinco años.
Si bien el PIB en 2016 registró su ritmo más lento desde 1990, la actividad ha exhibido señales de reactivación en lo que va del año, lo que ha provocado un repunte considerable en el precio de las materias primas, especialmente en el cobre. El salto en los últimos meses hizo que Cochilco revise al alza las estimaciones para el valor promedio del principal producto de exportación de Chile.