Dentro de la vorágine presidencial existe un espacio fundamental que no puede sucumbir al frenesí de la disputa, que debe permanecer frío e impávido, pero capaz de dar respuestas certeras cuando enfrenta toda la presión. Un punto vertebral del equipo de campaña: el área de comunicaciones y la contención y manejo de crisis.
Esta área y sus movimientos en el equipo de Sebastián Piñera, sirven de “manual” de cualquier clase de comunicación política, aseguran los analistas. Cada vez que el ex Mandatario se ha visto enfrentado a un momento de crisis por alguna información que surge en los medios y golpea directamente el flanco “más débil” de su campaña –la relación entre dinero y política–, un verdadero batallón de “voceros” y actores políticos, desde dentro de su candidatura, se lanzan a los medios y levantan una estrategia de poner paños fríos al conflicto y evitar que “el candidato caiga en polémicas”, señala el analista comunicacional Carlos Correa.
Cada vez que estalla algún caso como el de Exalmar o su incompleta declaración de impuestos, los miembros de su círculo de hierro, Cecilia Pérez y Andrés Chadwick, saltan al abordaje del tema, ocupando cada espacio en los medios para evitar que el ex Jefe de Estado se vea enfrentado directamente a las dudas de los periodistas.
Un despliegue táctico que vendría directamente desde el seno estratégico de su equipo de campaña, que se concentra en la fundación Avanza Chile, dirigida por Chadwick, secundado por Cecilia Pérez. Pero que, además, cuenta con la acción del ingeniero y cercano a Evópoli, Gonzalo Blumel, quien se ha convertido en uno de los estrategas “indispensables para Piñera”, según fuentes de Chile Vamos.
Para Laureano Checa, académico del Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, no es seguro que exista “una estrategia como tal de todos estos defensores”, sino que puede que sea un accionar movido por “un criterio de lealtad con Piñera”. Pero explica que tradicionalmente en las campañas “los candidatos van montando, dentro de sus comandos, referentes que contribuyen como voceros que intentan impulsar temas en agenda”.
Para el académico es claro que hoy el comando de Piñera está ocupando el lugar “vacío” que ha dejado la oposición, y se ha convertido en el “interlocutor validado por el Gobierno para discutir los temas país”.
El dúo dinámico: Chadwick y Pérez
Ese bloque que intenta blindar al ex Presidente está liderado por dos ex ministros del Gobierno de Sebastián Piñera. “Andrés Chadwick y Cecilia Pérez son los más evidentes”, indica Gonzalo Müller, director del programa de Opinión Pública de la UDD. Los miembros del núcleo duro de Piñera y directores de la Fundación Avanza Chile son descritos, al interior de oposición, como “la punta de lanza” cada vez que el equipo del ex Mandatario trata de instalar una línea en la agenda pública o levantar tácticas para anular o aminorar los efectos de casos complejos.
Según Checa, el rol que cumplen estos dos “voceros” es “una suerte de defensa y ataque”, ya que en algunos momentos “salen a defender la obra del ex Presidente y en otros momentos hay un ataque frontal, en algunos momentos dicen que el Gobierno lo está haciendo mal y que frenó el progreso del Gobierno de Piñera y, otras veces, están poniendo en tela de juicio lo que hace el actual Gobierno”.
Para Correa, el rol de ambos ex ministros es clave, son “sus dos voceros políticos”. Ellos “actúan de una manera parecida a lo que hacían Javiera Blanco y Elizalde con Bachelet”, y esto se daría por la cercanía personal y política con el ex gobernante. El especialista asegura que en comunicación política es fundamental mantener al candidato alejado de la polémica, por lo que Chadwick y Pérez “son los que despejan la guerra, los que se queman”, a diferencia de lo que ocurre con la campaña de Guillier, que –según el especialista– carecería de este círculo de hierro que lo proteja y se ha visto enfrentado directamente a las polémicas.
Cabe recordar que Chadwick, ex ministro del Interior y de la Segegob de Piñera, conoció bien el sistema de medios y su funcionamiento durante su paso por La Moneda. “El mismo rol de vocería que jugaba en el Gobierno de Piñera, es el que juega ahora”, sostienen cercanos a la campaña del abanderado de Chile Vamos.
Y es que durante el pasado gobierno le tocó enfrentar las principales crisis desatadas en el año 2011. Desde su rol de vocero no escatimó en cultivar un estilo “entre duro, controlador y pragmático”. Cuando el movimiento estudiantil estaba en sus grados de mayor algidez, señaló que “los sectores más extremos se han apoderado del movimiento estudiantil” y, acto seguido, anunció una serie de medidas programáticas para ponerles freno a las movilizaciones, entre ellas, la “gratuidad para el 40% de los estudiantes más vulnerables” y la rebaja al 2% del interés del Crédito con Aval del Estado, intentando cortar el conflicto y darle una salida. Tampoco tuvo problemas en criticar los homenajes a Pinochet, a 40 años del Golpe Militar, y en reconocer la violación constante a los derechos humanos durante dicho periodo.
Ese estilo que ha proyectado el primo de Sebastián Piñera y presidente de la Fundación Avanza Chile, ha continuado luego de que terminara el Gobierno pasado. Ha sido invitado a distintos programas como presidente del Consejo Político del comando de Piñera, pero también porque “cada vez que hay que dar explicaciones sobre el primer periodo de Sebastián, todos sabemos que Andrés es el más indicado para responder”, manifiesta un diputado del sector. De esta forma, se ha constituido como uno de sus principales defensores públicos, un espadachín, que conforma la primera línea de defensa, pero también de ataque, de la campaña del ex Mandatario.
A principios del segundo Gobierno de Bachelet, sus peleas con el ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, eran pan de cada día en la prensa. Hasta llegó a decir que el entonces secretario de Estado estaba “mal informado” y que tenía una “intención politiquera”, cada vez que le atribuía responsabilidad al Gobierno anterior. Durante los últimos años, Chadwick criticó fuertemente cada reforma de la Nueva Mayoría y hasta adelantó, en el año 2014, que “no está en los planes” de Piñera ir a la reelección, camino que claramente cambió con posterioridad. Pero desde que se oficializó la candidatura por un nuevo periodo, a Chadwick se le ha visto más como “un contenedor de crisis”, ya que las propuestas programáticas son anunciadas por el ex Presidente directamente.
Desde que empezó a tomar fuerza la línea crítica de la relación entre el dinero y la carrera política de Piñera, Chadwick ha salido directamente a respaldar al ex Mandatario, dándoles una salida a los cuestionamientos. Tildó de “canallesca” la información de los vínculos entre la empresa en el extranjero del ex Jefe de Estado, Bancard, y la naviera peruana Exalmar, en medio del litigio marítimo entre Chile y Perú. También respondió ante las querellas presentadas por el diputado Hugo Gutiérrez y señaló que “ellos (Nueva Mayoría) solo pueden exhibir fracasos”. Agregó que se levantaría “un intento permanente de desprestigiar a Piñera, porque ven con terror perder el poder y necesitan evadir los temas de fondo”. Hasta respondió el emplazamiento de la SVS, que señaló que su fideicomiso ciego no era válido, por contradecir las leyes que estaban vigentes. El ex gobernante fue “más allá de toda exigencia legal, en forma completamente voluntaria”, contraatacó Chadwick
Una de las últimas muestras de defensa de la campaña consistió incluso en corregir a Sebastián Piñera, quien tras una entrevista en Mega señaló, respecto a la Ley de Adopción, que “no vamos a discriminar ni por sexo, ni por edad, ni por orientación sexual”. Ante esto, Chadwick apuntó que “no hay una apertura, porque aquí no es que se establezca un derecho especial para determinadas personas, no. El interés superior del niño, que es como está hoy día establecido. No hay una modificación en ese sentido”.
Por otra parte, Cecilia Pérez se ha especializado en el ámbito de las comunicaciones. Dirigió durante diez años el Departamento de Comunicaciones del municipio de Puente Alto y, tras su salida del Gobierno, en 2014, se ha dedicado a mantener una constante permanencia en medios de comunicación. Fue panelista del programa ‘Estado Nacional’ de TVN y es conductora de “Las cosas por su nombre” de Radio Agricultura. Su cercanía y confianza con el ex Mandatario la hacen ser parte del “círculo de hierro” de él. Hasta la ha llevado a asumir la vicepresidencia del directorio de Avanza Chile y, al igual que Chadwick, es parte del Consejo Político de su comando.
“Aguda y crítica”, son los principales calificativos que ha recibido la ex ministra, quien al tener un espacio frecuente de exposición en ‘Estado Nacional’, logró mantener vigente esta especie de rol de “vocera permanente” de Piñera, aunque entre las filas de Chile Vamos precisan que su forma de despliegue en los medios es “distinta a la de Chadwick”, ya que ella habría logrado construir un “personaje por sí misma, más allá de la figura de Sebastián Piñera”. Comenzando el último periodo de Bachelet, una de sus frases incesantes en la prensa era “Chile va por un mal camino”, línea que intentó posicionar en cada una de sus intervenciones, junto con denunciar una “obsesión” y “una estrategia de demolición” en contra del ex Mandatario por las constantes críticas del actual oficialismo.
Cada vez que el ex Mandatario se ha visto enfrentado a un momento de crisis por alguna información que surge en los medios y golpea directamente el flanco “más débil” de su campaña –la relación entre dinero y política–, un verdadero batallón de “voceros” y actores políticos, desde dentro de su candidatura, se lanzan a los medios y levantan una estrategia de poner paños fríos al conflicto y evitar que “el candidato caiga en polémicas”, señala el analista comunicacional Carlos Correa.
Pérez también ha sido una de las primeras que sale a responder cada vez que alguna información irrumpe en la carrera presidencial de Piñera. Pero, a diferencia de Chadwick, “ha logrado fortalecer su propia figura”, aseguran desde Chile Vamos. Esto, debido a que no solo se ha dedicado a hablar en defensa del ex Jefe de Estado, sino que también se ha visto involucrada en polémicas futbolísticas y asimismo con el actor Daniel Alcaíno y su personaje, Yerko Puchento. El actor comparó a la ex ministra con “La Monga”. Pérez puso una demanda en el CNTV y aseguró sentirse “profundamente violentada”, al tiempo que agregó que no acepta que “nadie venga a hacer burla de mi condición física y menos de mi condición de mujer”.
Según el círculo íntimo de Piñera, este conflicto con Alcaíno fue “innecesario”, porque “le quita protagonismo a lo central, que es la campaña presidencial. Ese es su rol: el de vocera”.
Según Correa, además de Chadwick y Pérez, hay dos actores más que cumplen un rol fundamental y que están dentro del grupo de “voceros” más selectos”. Este es el caso del candidato presidencial de Evópoli, Felipe Kast, que –de acuerdo al analista– “sin ninguna posibilidad electoral se embarca en la carrera presidencial (…) he visto que cumple el rol de pegarle a Ossandón una y otra vez”. Un rol que sería “funcional en la primaria, pareciera que se inscribió solo para defender a Piñera y así evita que él pelee directamente con Ossandón”.
Otro actor fundamental, a juicio de Correa, es la ex Primera Dama, Cecilia Morel, quien también blinda al ex Mandatario, pero “desde una vocería menos política y aterrizada”, ya que “sale más bien a plantear temas desde la empatía y el sentido común”.
El staff de presidentes
También dentro desde dentro del Consejo Político del comando de Piñera surgen los nombres de los presidentes de partido, Jacqueline Van Rysselberghe (UDI), Cristián Monckeberg (RN) y Alejandra Bravo (PRI). Esta última es la “más ferviente admiradora del gobierno de Sebastián”, aseguran en los pasillos de la oposición.
Con un estilo mucho más “ácido y sin mucho filtro” ha defendido al ex mandatario en innumerables ocasiones, pero también ha complicado las definiciones de campaña, cuando señaló su posición contraria al matrimonio igualitario y dijo: “¿Por qué nosotros tenemos que ceder en entregarles todo, por qué tendría que convertirse la sociedad en homosexual y dejar de ser heterosexual si nosotros ganamos el espacio?”, frase que habría complicado al equipo más íntimo del presidenciable
Pero a pesar de este episodio, la ex militante DC ligada a la facción del fallecido Adolfo Zaldívar, ha logrado cultivar un perfil más bien irónico, y activo en las redes sociales, le mandó un mensaje a la Presidenta Bachelet vía Twitter, y aseguró que “no llore tanto, mejor pídale a su hijo que devuelva el dinero”, y en medio de la crisis de los incendios que afectaron la zona centro-sur del país, aseguró que era un castigo de Dios por avanzar en la aprobación del proyecto de ley de aborto en tres causales, junto con ello, publicó un montaje fotográfico en el que se veía a Sebastián Piñera piloteando el avión SuperTanker.
Una de sus últimas defensas en redes sociales la hizo a mediados de mayo. En su cuenta @alebravoh escribió: “Rebuscadas tendenciosas expresiones de @ciper sobre #PiñeraPresidente son consecuencia del impacto profundo x ilícitas prácticas lucra d #PS”, luego de que el sitio de investigación publicara una nota que ahondaba en las sociedades que dan origen a la fortuna del exmandatario.
Rebuscadas tendenciosas expresiones de @ciper sobre #PiñeraPresidente son consecuencia del impacto profundo x ilícitas prácticas lucra d #PS pic.twitter.com/97WaY99LWM
— Alejandra Bravo (@alebravoh) 16 de mayo de 2017
También está el caso de la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, quien ha denunciado una “campaña sucia” en contra de Piñera. “Esto es una forma de tratar de buscar empañar una campaña que está avanzando en las encuestas”, consignó tras el estallido de Bancard. En dicha ocasión, la senadora agregó que “a mí la verdad es que no me pilla en lo absoluto con sorpresa el que haya una serie de acusaciones en este sentido, pero yo creo que finalmente no van a tener ningún sustento”.
Desde el gremialismo aseguran que la defensa de Van Rysselberghe “es distinta” a la de los otros voceros, ya que respondería más que nada a una defensa institucional, “obligada” por su rol de presidenta de la UDI.
A pesar de esto, la senadora ha logrado articular a algunos parlamentarios de oposición con el fin de presentar un bloque en el Congreso que pueda ser parte de la estrategia de defensa de Piñera. En una conferencia de prensa con parte de las bancadas de la UDI y RN aseguró que la información de los tratos entre Bancard y Exalmar respondían a “una guerra sucia de la izquierda frente al único candidato que tiene posibilidades de ganar el próximo gobierno. Esto a la izquierda la aterra, y por eso están empezando una guerra sucia para sacar ventaja de sus candidatos que no logran encumbrarse en ninguna encuesta”.
Quien también cumple un rol prácticamente “institucional” de defensa a Piñera es el presidente de RN Cristián Monckeberg. A pesar de ser parte del comando de ex mandatario ha señalado en la prensa que está abierto a asistir a actividades de otros candidatos, como Kast y Ossandón. Pero aun así ha tenido que salir a blindar al exmandatario, con un tono que ha sido definido como “más suave y menos protagonista” ha señalado que “evidentemente van a haber flancos y denuncias -en su campaña-, pero lo veo sólido”.
Los escuderos Espina y Desbordes
Una estrategia distinta es la que han tenido el senador Alberto Espina (RN) y el secretario general del mismo partido, Mario Desbordes. Ambos, a pesar de que no son parte del núcleo más cercano al presidenciable no han escatimado en esfuerzos por levantar un bloque que resguarde la candidatura de Piñera, esto con el fin de “conseguir mayor piso político” para el próximo gobierno, aseguran desde la bancada de oposición en la Cámara Baja.
La estrategia de ambos ha sido apuntar directamente al “mensajero”. “La señora (Mónica) González de Ciper, los señores de El Mostrador, de la prensa de izquierda en general, los periodistas que están trabajando para que Piñera no sea Presidente, lo vamos a seguir escuchando toda la campaña. Da lo mismo lo que haga Piñera, exactamente lo mismo”, denunció Desbordes, luego de que el Ciper publicara una investigación que informó de la existencia de una tercera sociedad de propiedad del ex Presidente en Islas Vírgenes.
“Yo puedo demostrar que por ejemplo que Ciper muchas veces hace investigaciones que tienen un sesgo y que buscan un efecto político”, agregó en “Lo que queda del día”, de Radio Cooperativa. Pero los dardos no pararon allí, Desbordes siguió con su arremetida y aseguró que “lo mismo pasa con el diario electrónico El Mostrador. Eso es legítimo en la medida que tú no pretendas ser un medio completamente imparcial. Que el diario El Siglo sea de trinchera es legítimo y está bien, que existan varios medios que busquen favorecer determinadas posturas es legítimo, pero que Ciper se plantee como independiente yo no lo creo. En buena parte de los artículos de Ciper se busca algo más (…) No hay control ético, porque si lo hubiera…”, concluyó.
Por su parte, el senador Espina defendió al ex mandatario y aseguró que decir que Piñera puso sus intereses personales por sobre los del país, es una imputación “injuriosa, cobarde y tendenciosa”.
El parlamentario ha apuntado directamente a una maquinación de la Nueva Mayoría. Aclaró que “los medios de comunicación tienen pleno derecho a hacer las investigaciones que quiera y eso es sano para la democracia”, pero aseguró que “quienes han hecho una operación política es la Nueva Mayoría, porque vista esa información en vez de esperar la respuesta o aclarar los hechos, anuncian una comisión investigadora y hacen una imputación injuriosa contra el ex Presidente Piñera”, línea que ha profundizado en otras ocasiones.
El académico Laureano Checa recuerda que esta es una estrategia convencional, que “ya Longueira decía que todos los periodistas somos de izquierda”. Explica que “es bien oblicuo ese argumento”, debido a que “la mayoría de los medios son vinculados a la derecha económica”, por lo tanto “es poco realista pensar que hay una prensa de izquierda que está maniobrando esta estrategia”.
“El deber de la prensa es escudriñar y dejar en evidencia las contradicciones (…) yo no lo veo como un ataque particular contra un candidato en específico”.
Una última defensora que pulula en los círculos más incondicionales del expresidente es la panelista de la nueva versión de “Tolerancia 0”, Catalina Parot. La abogada llegó hasta el espacio de Chilevisión en su calidad de “politóloga”, pero también para generar un balance en el staff que está compuesto por los periodistas Mónica Rincón y Daniel Matamala, Fernando Villegas y Fernando Paulsen. Parot ya había sido parte de otros espacios televisivos en los cuales había cumplido el rol de miembro de Chile Vamos.
Parot fue ministra de Bienes Nacionales en el gobierno de Piñera, militante de RN hasta que renunció y se inscribió en las filas de Evópoli, espacio que dejó en abril de este año para alistarse en el comando de Piñera, dejando atrás su afiliación con Felipe Kast. Es así, como un mes después arribó hasta CHV, para ser panelista de un programa que vuelve a las pistas en medio de la discusión presidencial. Ante las críticas por su cercanía con la campaña de la oposición, aseguró a La Tercera, que “yo no soy vocera de nadie. Me retiré del comando de Piñera para entrar con la debida independencia, pero desde una visión e historia que no voy a renegar. No es fácil encontrar el rol, porque es un escenario en el que hay mucho periodista”.
A pesar de la aclaración dada por Parot, sus intervenciones han estado en concordancia con las defensas al expresidente. En el primer capítulo del programa aseguró que “Sebastián Piñera va más allá de la ley y no sólo establece un fideicomiso ciego para sus platas en el extranjero, sino para su señora en Chile y en extranjero”.
En cuanto a la inclusión de sus hijos en varias de sus sociedades, se preguntó: “¿Quién en Chile no trabaja para que la renta y el fruto de su trabajo quede para sus hijos? ¿Qué malo, qué de ilegítimo tiene eso?”.
Cercanos al comando de Piñera aseguran que el rol de Parot es fundamental para la campaña y “estratégico”, pero aclaran que ella “no está vinculada formalmente con el equipo”.