El nuevo mapa tras la irrupción de Joaquín Lavín para competir por Santiago en Chile Vamos, y el primer test electoral para el Gobierno marcarán las elecciones de octubre próximo.
Pese a que las elecciones municipales son el próximo 23 de octubre, el desarrollo de las primarias y la poca concurrencia ciudadana a las urnas tras meses complejos para la clase política, hacen que desde ya las dirigencias de los partidos políticos muevan con atención sus piezas de cara a dichas elecciones.
Además, en las colectividades saben que las municipales son el primer apronte de las parlamentarias y presidenciales del próximo año, en momentos que ni Chile Vamos ni la Nueva Mayoría superan el 30% de adhesión en los sondeos.
“Las dos grandes coaliciones están muy deterioradas”, explica Alberto Mayol, sociólogo y académico de la Usach.
El experto de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, en cambio, anticipa los costos que el poco favorable escenario actual de la política podría tener para los principales bloques políticos.
“En el caso de la Nueva Mayoría, el apoyo a Michelle Bachelet es un factor que pesa en contra”, asegura. Y respecto de la oposición, afirma que “en el caso de la derecha, es muy probable que el desgaste sufrido en términos de reputación también incida”.
No obstante, para Guzmán hay un factor que los une: lo clave que será la capacidad de convocatoria que tengan en esos comicios, con especial acento en las comunas emblemáticas que la Nueva Mayoría, por ese entonces Concertación, arrebató a la derecha en 2012.
Lo que sí cree es que por ser la primera medición de fuerza tras meses tan revueltos en lo político, ninguna de las dos coaliciones mostrará sus cartas en materia presidencial y parlamentaria antes de tener sobre la mesa los resultados de octubre.
En los bloques, las estrategias y preocupaciones son distintas.
En la Nueva Mayoría saben que cargarán con el peso de que la votación del sector se ligue al desempeño del Gobierno, y en la oposición saben que precisamente en la agenda de La Moneda puede servirles para contraponer ideas, “visión país”, aseguran, de cara a las elecciones.
El presidente de la Cámara de Diputados y ex timonel del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, se hace cargo de ello, proyectando incluso un posible rol del ministro del Interior, Mario Fernández.
“Tengo una aspiración y un temor. La aspiración es avanzar en los compromisos programáticos de la Presidenta que están pendientes, con particular intensidad en educación. Mi preocupación es que en periodos electorales a veces se exageran las identidades, y que pueda ser ese un factor que complejice la tramitación de los proyectos”, profundiza, y añade que “tensiones van a existir, pero hay que encontrar el método para resolverlas, y creo que en ese sentido la tarea del ministro puede ser muy relevante”. Su par del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD), comparte el diagnóstico, pero además proyecta en un buen desempeño del sector la posibilidad de que “dé energía, que permita un mejor fiato” al interior de la Nueva Mayoría.
Claudio Fuentes, director del Instituto de Investigación de Ciencias Sociales de la UDP, también cree que la discusión en educación superior marcará la previa de las elecciones.
Este diagnóstico es compartido por el diputado UDI y potencial carta de recambio para la presidencia del partido en noviembre próximo, Jaime Bellolio, quien asegura que dicha reforma será una “palanca ideológica presidencial” y que el Proceso Constituyente será un gancho del Gobierno de cara a la municipal.
Mirando a la presidencial Fuentes afirma que “en el caso de la Nueva Mayoría vamos a ver presiones para anticipar las elecciones presidenciales, de modo de salir con Isabel Allende o con (Ricardo) Lagos en el PPD o con Carolina Goic en la DC”. Caso distinto a Chile Vamos, donde desde ya las miradas apuntan a la figura del ex Presidente Sebastián Piñera.
De hecho, a su juicio, la UDI salió fortalecida del proceso de primarias al apelar a su base militante, por lo que su poder de negociación para un futuro Gobierno de Piñera podría crecer. “La UDI está mucho más dispuesta a aceptar la candidatura de Piñera, negociar rápidamente y el problema lo tiene hoy RN y su disputa interna con (Manuel José) Ossandón, (Andrés) Allamand, (Alberto) Espina y Piñera”, afirma el académico de la UDP.
Así las cosas, en la centroderecha, dos ejes corren de forma paralela.
Pese a que el ex mandatario aún mantiene el misterio sobre su posible repostulación presidencial, desde Avanza Chile se encuentra midiendo y tanteando candidatos, con especial foco en las comunas emblemáticas. No es secreto, ni siquiera en RN, el activo rol que jugó para que Joaquín Lavín entrara a la pelea por arrebatarle la comuna de Santiago a la Nueva Mayoría.
Asimismo, los partidos -con un enfoque mucho mayor en la UDI- ven en la municipal una posibilidad de dejar atrás meses complejos marcados por casos de financiamiento irregular de la política. Los buenos resultados frente a RN (ganaron capitales regionales) animaron a la mesa UDI y la interna del partido de recuperar municipios como Santiago, Concepción y Providencia, perdidos cuatro años atrás.
“La UDI se juega el liderazgo local, que es la antesala de la presidencial”, explica el diputado Jaime Bellolio y dice que en este entendido, su partido “debe comenzar una propuesta política presidencial que tiene que encabezar un candidato de la UDI a una primaria”.
Las municipales, a su juicio, serán una medición respecto a la capacidad de convocatoria del partido. “Si a la UDI le va relativamente bien en la municipal significa que tiene un campo más verde para renovarse e impulsar los cambios, y si le va mal, es más urgente hacerlo”.
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