Para el decano de la facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, la posición política de Chile Vamos «responde a una estrategia frente al control de la agenda que ejerce el Ejecutivo».
«Participar en un proceso del que no se tiene ningún tipo de control ni influencia es validarlo. Se trata de cabildos cuyos temas, agenda y miembros son contrarios a los programas de los partidos de oposición. Por eso que estar en la vereda del frente parece ser una mejor alternativa para vigilar los procedimientos», explicó a este diario.
«¿Qué pasa si de verdad los cabildos son reflexivos? Uno, se tomarán en cuenta los temas que provengan de quienes participen en ellos, lo que para sus críticos sería una mala señal política para el país. Y dos, como efecto de lo anterior, quedarán temas que son diferentes a los que esperan en la oposición», insistió.
Para terminar, el académico expresó que «así como a la Concertación se le cuestionó un estilo de gobierno neoliberal y lejano a la izquierda, hoy los sectores de derecha critican a la misma derecha si validan la participación en un proceso constituyente que podría tener ciertos vicios de legitimidad».
Para ver nota completa publicada por Siglo21 el 31/03/2016