En esta segunda etapa de la investigación aplicada, se propone realizar una versión multiplataforma del videojuego que permite medir las disposiciones de cooperación de estudiantes en cursos de enseñanza básica.  Esta medición seguirá utilizando como base la teoría de juegos para detectar las redes de cooperación en los cursos – y así detectar posibles fenómenos de bullying- pero será disponibilizada vía web para permitir que los establecimientos educacionales puedan implementarla de manera autónoma, lo que a su vez incrementará significativamente el número de cursos que participen de esta nueva etapa.

El proyecto, liderado por el investigador Carlos Rodríguez-Sickert co-director del Centro de Investigación en Complejidad Social y miembro de la Facultad de Gobierno de nuestra universidad, contará también con la colaboración de la Facultad de Ingeniería, la Corporación Educacional de San Bernardo y el grupo Macro Conections Media Lab del MIT, y será ejecutado en un plazo de 20 meses.

Su adecuada ejecución permitirá caracterizar las capacidades cooperativas individuales y colectivas de grupos curso pertenecientes al primer ciclo de educación básica; entregar a los establecimientos participantes una herramienta para el monitoreo y gestión de la convivencia escolar, y enriquecer la información disponible para la investigación académica en el ámbito de la sociabilidad escolar.

El equipo además de estar liderado por Carlos Rodríguez-Sickert y Camilo Rodríguez Beltrán, está compuesto por Jorge Fábrega, Pablo Billeke, Josefina Larraín, Tomás Pacheco, Cecilia Monge y José de la Cruz Garrido.