En un modelo donde los Estados figuran como los principales actores, el actuar de Israel ha conllevado a un debilitamiento día a día de su imagen. En este sentido, el deterioro de la imagen de Israel, podría afectar sus propias relaciones bilaterales con el resto de la comunidad
A poco de cumplirse 50 años de la llamada Guerra de los Seis Días y un año de la ofensiva militar Margen Protector, la imagen de Israel se ha visto profundamente deteriorada en el ámbito internacional. En este sentido, resalta la crítica de la comunidad internacional hacia Israel con respecto a su actuar desmesurado en contra de la población palestina. Esto además de la expectación generada por el informe preparado por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre la ofensiva militar israelí del pasado julio de 2014.
La imagen de un Estado ha constituido una característica muy importante desde que se establece a los Estados como los principales actores en el ámbito internacional y toma mayor relevancia aun gracias al concepto de Soft Power establecido por Joseph Nye, donde el manejo de la percepción que genera un Estado en política exterior puede producir adhesión o desafecto hacia este en el plano internacional.
Sin embargo, Israel ha defendido su postura argumentando su legítimo derecho a resguardar su población existente en el territorio, declarando que su ofensiva constituyó a un proceso lícito en contra del grupo Hamás, quien maneja el gobierno en Gaza. Esto producto que Israel considera al grupo islámico Hamás como una amenaza para su seguridad.
Informes de diversas entidades de la ONU y otros organismos internacionales detallan que la situación en Gaza es cada día peor. El bloqueo económico impuesto en la Franja ha afectado la situación económica en dicha zona. Esto sumado a la construcción de asentamientos israelís en territorio palestino,
el congelamiento de impuestos vertidos a la Autoridad Palestina, la prohibición de circulación a pesqueros gazatíes en zonas de recursos pesqueros y la detención de palestinos acusados de atentar contra el gobierno Israelí, han empeorado la situación en territorio palestino Los cuestionamientos aumentaron producto del último incidente en las cercanías de Ramala, donde el pasado 14 de junio, un joven palestino, Abdala Ghanayem de 22 años, fue atropellado por un jeep militar de Israel durante manifestaciones a las afueras de la ciudad.
La sociedad internacional ha expresado su descontento, manifestaciones en contra del gobierno israelí se han llevado a cabo en diversos países alrededor del mundo, argumentando que efectuado por Israel constituye en mayor medida una persecución sistemática en contra del pueblo palestino, más que defender la población existente en su territorio.
Resultan escuetos los esfuerzos de la comunidad internacional por regular los actos realizados por Israel. Estados como el de Chile condenaron públicamente el bombardeo efectuado en 2014, por lo cual, el Canciller chileno anuncio el retiro del embajador radicado en Israel declarando que el actuar del Estado israelí durante la ofensiva del año 2014 “vulneraba el principio de proporcionalidad en el uso de fuerza” y que, por lo tanto, no respeta “normas fundamentales del derecho internacional humanitario”
En un modelo donde los Estados figuran como los principales actores, el actuar de Israel ha conllevado a un debilitamiento día a día de su imagen. En este sentido, el deterioro de la imagen de Israel, podría afectar sus propias relaciones bilaterales con el resto de la comunidad, lo que puede perjudicarlo en materias de cooperación económica o estabilidad interna, así como la percepción del Estado mismo, en cuanto a sus relaciones públicas internacionales.
Por lo anterior, el principal desafío para el gobierno israelí radica en replantear su actuar a fin de proteger su imagen exterior y en base a esta, preservar las relaciones bilaterales que posee con otros Estados. Por otra parte, resulta necesario el establecer mecanismos de regulación para el uso de la fuerza, con fines de mantener la seguridad en un territorio, a fin de reducir situaciones donde estén comprometidos civiles durante ofensivas militares como la llevada a cabo por Israel.
Columna publicada 10/07/2015 en Centro de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra