El argumento principal a favor de la educación inclusiva tiene que ver con la búsqueda de una sociedad menos segmentada socialmente. Otro se refiere al “efecto compañero” (también denominado “efecto par”), o a las ventajas para algunos alumnos de compartir el aula con otros más aventajados en términos de aprendizajes, que les servirían de ejemplo.
La reforma educacional busca, entre otras cosas, cambiar la composición de los colegios y las salas de clases. Uno de los objetivos explícitos es lograr una mayor heterogeneidad socioeconómica en los cursos.
El argumento principal a favor de la educación inclusiva tiene que ver con la búsqueda de una sociedad menos segmentada socialmente. Otro se refiere al “efecto compañero” (también denominado “efecto par”), o a las ventajas para algunos alumnos de compartir el aula con otros más aventajados en términos de aprendizajes, que les servirían de ejemplo.
Así, si los alumnos de los emblemáticos se dispersarán a través del sistema público, miles de estudiantes se verían beneficiados. Lamentablemente, la evidencia indica que quienes piensan así están profundamente equivocados.
Es esperable que el fin de los emblemáticos como proyectos educativos altamente selectivos se traduzca en un descenso de los aprendizajes tanto de los estudiantes más avanzados como de los más rezagados.
En términos de mezcla socioeconómica, el fin de la selección en estos liceos tampoco será un gran aporte, considerando que estos reúnen una proporción menor de la matrícula total del país y son hoy ya bastante heterogéneos.
Detengámonos por un momento a pensar sobre el impacto que un par puede tener sobre su curso. Surgen, naturalmente, varias alternativas. Es posible que la presencia de estudiantes de gran habilidad sea un aporte para sus compañeros menos hábiles. Pero quizá la presencia de estos alumnos incentiva al docente a centrarse en ellos y dejar de lado a los estudiantes más rezagados.
Si esto ocurre, los rezagados se verían perjudicados (¡no beneficiados!) por el arribo de los estudiantes de los emblemáticos a sus aulas. Existen todavía más opciones: quizá no son los estudiantes de gran habilidad los que afectan a sus compañeros, sino los de baja habilidad los que perjudican al resto del curso. También es posible que el efecto se dé en ámbitos educacionales asociados a otro tipo de competencias.
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Publicada 19/01/2015 en Blog t13.cl