En esta encuesta del Diario El Sur y la UDD, se hizo una pregunta abierta donde las personas contestaban por los tres liderazgos que reconocían en la región tanto para la política, como para lo social y lo económico, mas allá de los resultados individuales se aprecian una fuerte ausencia de liderazgos en la región al ser la gran mayoría de las personas incapaces de nombrar más de uno o dos en cada caso, esto explica que sólo liderazgos muy conocidos y de larga data como los de los senadores Van Rysselberghe y Navarro, o el de Monseñor Chomalí, son de los pocos que sobresalen, como también el de algunas instituciones como la propia Iglesia Católica y en lo económico la empresa Huachipato-CAP y Celulosa Arauco.
Son muy pocos nombres para una región que tradicionalmente ha aportado al país una larga lista de servidores públicos de distintos ámbitos, y es una situación que trae consecuencias que se reflejan en las respuestas de los ciudadanos al ser consultados por la presencia de los temas regionales en el debate nacional un 61% dice que están poco presentes y un 27% dice que nada presentes, lo que sin duda habla de la pérdida de protagonismo de la región y de que no aparecería por lo mismo como atractivo liderar esos temas.
Las universidades con presencia en la zona aparecen como bien valoradas en su aporte al desarrollo regional, así un 47% de las personas las evalúa bien y un 10% como Muy Bien.
En un tema distinto la encuesta ahonda en la percepción de inseguridad ciudadana, donde un 25% de los hogares declara que alguien de su familia habría sido víctima de la delincuencia en el último mes. A estos encuestados se les pregunto si habrían denunciado estos hechos y un 72% dice que si lo hicieron, a pesar de lo cual un 85% dice que tiene poca seguridad de que los delincuentes terminen condenados por estos hechos.
Es una situación preocupante tanto por la alta ocurrencia de casos, como por la aparente poca fe en el estado de derecho y sus instituciones, como entes capaces de alcanzar justicia en los casos de delincuencia común. La necesidad de abordar el tema de la inseguridad que sienten los ciudadanos explica que permanentemente se mantenga en los primeros lugares como el problema más importante a resolver por el gobierno.
Finalmente, la encuesta aborda de distintas dimensiones el tema del consumo de Marihuana dentro de la región, así un 40% de las personas se manifiestan a favor de aprobar la despenalización, frente a un 54% que la rechaza. Un 17% de los hogares reconoce el consumo de esta hierba por algún miembro de su hogar en alguna oportunidad, pese a esto un 54% dice que le recomendaría no hacerlo y un 28% elige prohibir su consumo. Y un 68% de las personas dice que considera que la marihuana es algo fácil de conseguir en sus barrios.
Ahora las opiniones se radicalizan en contra del consumo a la hora de hablar de menores de edad, esta opción es rechazada como mala por un 17% y muy mala por un 81%, sólo un 2% se la plantea como una alternativa positiva.
Encontramos aquí, que si bien se ve una mayor apertura frente al debate sobre el consumo de marihuana, se aprecia que esa mayor tolerancia es más bien una opinión que un cambio en las conductas personales, por esto la gran mayoría de las personas todavía mira con desconfianza y como un riesgo al desarrollo de sus hijos que en su familia se desarrolle este tipo de consumo. Siendo este un ejemplo claro donde el debate político iría más rápido o más lejos que lo los propios ciudadanos están dispuestos a cambiar en sus hábitos y costumbres.
06/10/2014