El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, ha hecho un llamado a todos los actores del mercado a una alianza estratégica público privada para enfrentar la desaceleración de la economía. Por su parte, el Estado ofrece que la inversión pública sea ejecutada en un 100%, aumento de impuestos en todos los niveles e incertidumbre respecto al uso que se hará de esos impuestos, en un horizonte que invita a reflexionar si logrará incluso los objetivos de recaudar los montos esperados.
En este contexto, se pasa por alto una condición necesaria de toda alianza desde un punto de vista de la racionalidad económica: el beneficio mutuo. ¿Por qué habría que cooperar con un aliado que en rigor no ofrece nada a cambio? Además, su propuesta parte de la base que los mercados tienen voluntad desconociendo las fuerzas que en él operan. Lamentablemente, a pesar de que el ministro Arenas es economista, desconoce que los mercados no funcionan sobre la base de estímulos discursivos, ni se coordinan por medio de conversaciones, sino incentivados por el demonizado lucro (que de paso es sobre lo cual se cobra el tributo).
26/08/2014