Expertos electorales advierten eventual poca dependencia para fiscalizar al propio Ejecutivo, uno de los roles a cumplir en el Consejo.
La Unidad Jurídica de la Intendencia determinó que el consejero regional Hernán Álvarez (DC) no tenía ninguna incompatibilidad para asumir la jefatura del Departamento Provincial de Educación. Algo similar ocurrió con el consejero Cristian Quiroz (cercano al MAS), quien fue nombrado jefe de gabinete por la gobernadora de Ñuble, Lorena Vera. Ambos cores fueron los más votados en Ñuble en las elecciones de 2013. La Ley 19.175 que regula la administración regional no considera inhabilidades para que los cores ñublensinos, u otros, ejerzan en esos cargos. Sí limita el accionar en el caso de autoridades de primera línea, concejales o funcionarios públicos de exclusiva confianza del intendente. En cambio, no existen impedimentos legales para que Álvarez y Quiroz cumplan esa dualidad de funciones, a pesar que uno de los roles de los cores es fiscalizar al propio Ejecutivo. Esa tarea vigilante se fortalecerá aún más si se aprueba el proyecto de ley que se tramita en el Congreso, ya que se proponen 20 días de plazo para que el intendente responda y evacue información ejecutiva de cualquier índole requerida por los cores. En contrapartida, el proyecto legislativo no incorpora nuevas inhabilidades, dejando un flanco abierto sobre los límites que tiene la dualidad de cargos, lo que a juicio de cientistas políticos, podría generar conflictos de intereses. “La ética implica que los funcionarios públicos tengan una plena conciencia en sus actitudes y conductas, la cual debería traducirse en que siempre primen el interés colectivo por sobre los intereses particulares, por lo mismo, en esta dualidad, es posible que ese factor se ponga en riesgo”, plantea Paulina Boysen, directora de Ciencia Política y Políticas Públicas de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo (UDD). Coincide con esa idea Jeanne Simon, directora del Magíster de Política y Gobierno de la Universidad de Concepción (UdeC). “En sus trabajos como parte del Gobierno, ellos también seguirán representando los intereses partidistas y los intereses del Ejecutivo. No obstante, se puede observar que no tendrán mucha independencia del mismo Gobierno, porque son de su confianza”, afirma Simon. “Sin duda, uno esperaría que estas cosas no pasaran, sobre todo cuando existen sospechas de conflictos de intereses, y más aún, porque uno supone que además, en política, y en las regiones, hay harta gente capacitada para asumir funciones de gobierno en la estructura administrativa del Estado en distintos niveles”, dice Gloria de la Fuente, directora del Programa Calidad de la Política de la Fundación Chile 21. “Esta dualidad de cargos que ocurre en la Provincia de Ñuble, podría derivar en posibles conflictos de interés. Una de las funciones principales que tiene el Consejo Regional es procurar la utilización de los recursos presupuestarios para la región, recursos que pueden efectivamente beneficiar esta doble función”, agrega Boysen. “No es una cuestión de fácil solución, no es una cuestión ilegal, pero en el fondo aquí el error lo comete el legislador. Hay una imperfección de la legislación, porque al igual que con los concejales, se produce una especie de doble militancia y conflictos de intereses. El legislador podría aislar esas situaciones, porque a menos que a los cores se les page a tiempo completo, es algo que no tiene arreglo”, comenta Marta Lagos, directora de la consultora MORI y fundadora de Latinobarómetro. “Los cores no reciben una remuneración correspondiente al número de reuniones en las que participan. Para muchos, no es un sueldo que permite la dedicación completa al trabajo de core”, complementa Simon. “No me parece tan dramático (la dualidad) desde la perspectiva de lo que ofrece la legislación vigente. Se aprobó cambiar el sistema electoral para elegir a los cores, antes de darles atribuciones, funciones e incluso presupuestos. Eso no estuvo en la discusión cuando se cambió el sistema y sigue siendo una tarea pendiente. Deberían entregarles más atribuciones y fortalecer su rol, que hasta ahora, es todavía parte del aprendizaje y de la nebulosa”, añade De la Fuente. “No veo maldad en el asunto, esa persona seguramente está siendo honrada por el cargo que le ofrecieron, claro, podría renunciar como core también. Ahora, si empiezan a renunciar todos los cores que les ofrecen cargos, también queda la embarrada. Entonces, tampoco es la solución, quizá sí que se abstengan o resten de todas las decisiones de los temas de su repartición”, subraya Marta Lagos.
26/04/2014
Facultad de Gobierno
Carrera de Ciencia Política y Políticas Públicas
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