El fallecimiento del destacado economista y académico Ernesto Fontaine marca un hito en nuestra historia reciente. En tiempos de voces críticas al modelo, su trayectoria nos recuerda a quien fue el fundador del estudio de la economía científica en Chile, instaurando las ideas de progreso económico y social sobre la base de la libertad y el combate a la protección de monopolios que abundan en las economías centralizadas.

Probablemente, estamos frente a uno de los académicos más influyentes en nuestro país, en la formación de generaciones de economistas, quien literalmente cambió el paradigma en el diseño y evaluación de políticas públicas.

La idea de un Estado subsidiario que él defendió cobra real significación cuando hoy abundan las ideas de volver a un Estado protector. Por lo mismo, recordemos su respuesta a la pregunta sobre qué es un Estado subsidiario, como “aquel que limita su acción a sólo aquellas actividades socialmente rentables que por su naturaleza no desarrollarían los particulares” (Mi Visión, p. 193). Porque en el Estado interventor siempre existirá la voz discrecional y políticamente interesada de algún grupo particular, abunda la discriminación y su eficiencia no puede ser evaluada con evidencia, como sí en los mercados libres.

Esta es la herencia que nos deja su labor profesional, la cual quedará para la posteridad por su innegable legado en la construcción de la economía social de mercado de nuestro país.

Publicado en diario La Tercera el 22 de Enero del 2014.

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