Dada la antigüedad del Código Penal chileno (139 años), Eugenio Guzmán y Klaus Schmldt-Hebbel plantean cambios concretos para arribar a un nuevo Código Penal, subsanando la dispersión, superposición e insuficiencias de varias normas. Todo lo sistematizaron en 14 cambios.
De partida, explica Guzmán proponen eliminar anacronismos que aún existen en la ley, como la figura de «duelo» o que la sodomía mantenga el carácter de delito. El experto asegura que se abordan también otras materias de carácter económico ambiental: incluir como delito la administración desleal del patrimonio en la empresa o tipificar figuras dellctuales, como la vulneración del secreto empresarial, comercial o industrial.
En la propuesta plantean revisar si es conveniente ampliar la responsabilidad penal de las personas jurídicas —una norma que en Chile rige para solo tres delitos: lavado de dinero, cohecho y financiamiento del terrorismo— para hacerla también aplicable a estafas, delitos tributarios y la apropiación de cotizaciones provisionales de los trabajadores.
Guzmán recalca que el trabajo se centró en proponer modificaciones que les parecieron pertinentes para responder a la realidad del mundo actual, y teniendo presentes propuestas ya hechas por expertos jurídicos —como Juan Domingo Acosta Rodrigo Aldoney, Jean Pierre Matus—, pero no profundizaron ni se enfocaron en proponer los cambios desde el punto de vista jurídico-técnico.
Sí incluyeron otras 11 medidas que van en línea con la llamada «reforma a la reforma», como se ha denominado la idea de introducir cambios tanto al Eugenio Guzmán decano de la Facultad de Gobierno de laUDD.
código como al Sistema Procesal Penal. Por ejemplo, se incorporaron ideas como que se pueda leer en el juicio oral las declaraciones que los imputados ya hicieron ante la policía de modo de refrescar su memoria o poner en evidencia sus contradicciones. O que existan instancias para que las víctimas puedan reclamar de decisiones del fiscal, cuando no hay formalización.
Guzmán menciona otros cambios: «Hoy el despliegue territorial de Carabineros hay que reestructurarlo», dice. Tomando la experiencia de Japón, vieron la figura de policías comunitarias — las «koban»— que son unidades territoriales muy pequeñas para atender necesidades de barrios, en contraste con el «plan cuadrante» de Carabineros, que tiene unidades más grandes.
Leer la noticia completa en aquí.
Publicado en diario El Mercurio el 5 de mayo del 2013.