Gabriel Salazar, Carlos Huneeus, Eugenio Guzmán y Jaime Retamal analizan el divorcio del movimiento estudiantil con la ex mandataria, que a su llegada a Chile anuncio medidas para terminar con el lucro y una reforma tributaria. 0 Simpático 0 Interesante 0 Raro 0 Irrelevante 0 Me indigna 0 Terminaba la conferencia de prensa donde los representantes del movimiento educacional entregaron su balance de la marcha de ayer y un grito comenzó a ser entonado por los estudiantes de las universidades privadas. «Volveremos, volveremos…». Se unieron los voceros Confech y los secundarios. «Volveremos a tener…». Cantaban también Jaime Gajardo y Barbara Figueroa. «Esa educación gratuita, que nos quito Pinochet… y Bachelet».
El mensaje era claro: este año no habrá concesiones para los candidatos presidenciales.»Lo que nosotros estamos planteando es una transformación desde la raíz, concreta, de este sistema. Y a diferencia de quienes pretenden autodesignarse como voceros del incipiente movimiento social, nosotros si tenemos propuestas concretas», lanzó la vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, Aces, Eloísa González.Más duro fue el presidente de la Fech, Andrés Fielbaum: «Bachelet busca congraciarse con los estudiantes porque sabe que es el sector social más lejano a ella por lo que ocurrió el 2006, pero su prioridad es garantizar la estabilidad de los empresarios, por eso ha rectificado sus dichos y ahora dice que la gratuidad será sólo para algunos. El punto es que no se puede estar bien con Dios y con el diablo, con los estudiantes y con los empresarios de la educación. Y Bachelet, ante tal dicotomía, se pone del mismo lado que siempre… de los empresarios».
La vocera del Movimiento de Estudiantes de Educación Superior Privada, Mesup, Valeska Concha, coincidió con sus compañeros y afirmó «es sintomático que sean los candidatos los que se están colgando de este movimiento estudiantil, no pueden hacer sus candidaturas sin tener que referirse a nuestros temas. Bachelet propone y después esconde la mano… no tenemos nada más que decir», remata categórica.En las asambleas estudiantiles ya se definió no apoyar a ningún candidato presidencial. «Desde la Confech vamos a levantar una agenda propia, que no se base en la agenda de las elecciones, y vamos a estar movilizados todo el año, apuntando a los cambios que queremos, que son los cambios radicales. Nuestra incidencia en las elecciones va a ser porque vamos a estar en la calle diciendo lo que queremos», apunta el vice presidente de la Fech, Fabián Araneda.La animadversión de los protagonistas del movimiento estudiantil hacia los candidatos presidenciales, se vuelve particularmente delicada para Bachelet, pues a su regreso al país en calidad de abanderada presidencial puso de inmediato énfasis en el tema de la educación, anunciando primero una iniciativa para terminar con el lucro y luego una reforma tributaria profunda para financiarla.
Pero ¿cuánto afecta la dura posición de los estudiantes a una figura como Bachelet, que en la última encuesta CEP mostró un 54% de intención de voto y que en sus tres años de ausencia del país ha mantenido un liderazgo indiscustido en el escenario político? Las opiniones son disímiles, mientras analistas como Carlos Huneeus, sostienen que la ex mandataria es incombustibles a los ataques; otros como el historiador Gabriel Salazar, creen que su credibilidad está puesta a prueba cuando hace anuncios que debe llevar a cabo una clase política altamente cuestionada. Huneeus: «Su popularidad no depende de los temas que van impulsando los movimientos sociales… «El director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea, Cerc, Carlos Huneeus, plantea que «Michelle Bachelet tiene una popularidad muy amplia y eso no depende de los temas que van impulsando los movimientos sociales y que ella ha acogido. Ella se ha sumado a este movimiento y desde este punto de vista hay una cercanía ..»Bajo la premisa anterior, Hunneeus asegura que la candidata del PS y el PPD se vuelve impermeable frente a las críticas. «Que la critiquen los dirigentes, yo creo que no le va a provocar perjuicio», dice. Según el analista Bachelet correría con ventaja «ya que es alguien distinto al actual presidente Sebastián Piñera». Eugenio Guzmán: «El movimiento podría izquierdizar más a Bachelet»Otros analistas discrepan y consideran que el movimiento estudiantil sí puede dañar a la precandidata PS-PPD. El decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, asegura que un viejo fantasma podría volver a penar a Bachelet: la falta de liderazgo. «Probablemente va a surgir el cuestionamiento de cuánto liderazgo es capaz ella de exhibir y de si es capaz o no de dominar el movimiento estudiantil. Esa Bachelet con harto liderazgo que irrumpe en el escenario hace unas semanas atrás, no es comparable a lo que estamos viendo hoy».Además, Guzmán se muestra preocupado porque -a su juicio- el movimiento va a «desordenar la política», lo que podría «izquierdizar aún más a Bachelet». Jaime Retamal: «Los estudiantes podrían marcar una fuerte abstención en las presidenciales»Jaime Retamal, investigador en educación de la Universidad de Santiago, pone el acento en los estudiantes y dice que «este año el movimiento estudiantil está mucho más maduro y ha adquirido aprendizajes respecto del 2011, con un escepticismo maduro y una mirada crítica más desarrollada». Así, el analista sostiene que «si los estudiantes se lo propusieran, podrían incidir en las próximas elecciones, podrían marcar una fuerte abstención, como señal a toda la clase política».
Según Retamal el rechazo a Bachelet es entendible, porque ella «por un lado manosea los conceptos y las categorías levantadas por la movilización estudiantil y, por otro lado, le da un portazo a los fines que la movilización estudiantil tiene», argumenta en referencia a las precisiones que la pre candidata ha hecho respecto de sus planteamientos iniciales. Gabriel Salazar:Para el premio nacional de historia, Gabriel Salazar, el tema va más allá de la propia Bachelet. Según su análisis, es la clase política completa la que está cuestionada y en estado de decadencia. Entonces cualquier maniobra de la ex mandataria chocaría con el fracaso al estar rodeada por los mismos políticos de siempre.»Hasta el momento se supone que ella tiene simpatías por los planteamientos del movimiento popular. Pero una cosa es tener simpatía, y otra es jugarse por llevar a cabo lo que están planteando esos movimientos», dice el historiador. En su análisis Salazar sostiene que Bachelet pierde credibilidad frente al movimiento al prometer una reforma en educación pero con la misma clase política que hoy la ciudadanía está criticando. «Michelle plantea que está de acuerdo con la educación gratuita, con algunas salvedades, y que va llevar adelante eso a través de un proyecto de ley que va a presentar al Congreso Nacional… con la misma clase política a la cual están criticando, y de la cual están desconfiando los movimientos sociales. No se va a avanzar mucho por ese lado. Por eso ella pierde credibilidad por parte del movimiento. El problema es de ella, no del movimiento…», analiza el historiador. «Hay una desconfianza estructurada, que se ha metido profundamente en la ciudadanía y en los movimientos sociales, hacia la clase política, que es la que está desprestigiada. Y por eso es que los políticos no hayan cómo recuperar esa confianza, y prometen cualquier cosa…», remata.
Publicado en Diario el Dínamo el 12 de abril del 2013.